¿Qué opina del simposio 'España contra Cataluña' que
se está celebrando estos días?
Es que no se le va de la cabeza. Es su pesadilla |
La ruptura es irreversible
El catalanismo independentista que
resurgió a la muerte de Franco, escondido tras la tapadera pseudo demócrata de
CIU ha ido dando pasos cortos pero seguros y sin retroceso, acomodando las
leyes a su antojo y aprovechando la dependencia de las mayorías simples que han
podido gobernar gracias a su apoyo obligándoles a hacer la vista gorda ante las
tropelías, robos y escándalos de la burguesía dirigente y ante el sistemático
incumplimiento de las leyes y sentencias judiciales.
Todos los gobiernos centrales han sido
culpables de la situación que ahora se vive en Cataluña. Dice el catecismo
cristiano que se puede pecar de pensamiento, obra u omisión. Felipe González y
José Mª. Aznar pecaron de obra por los apoyos recibidos para gobernar a cambio
de transferencias sin límite que hicieron a la Generalidad Catalana.
Zapatero pecó de las tres formas; de pensamiento cuando dijo que el concepto de
nación española era discutido y discutible; de obra cuando prometió a los
catalanes respetar lo que dijeran en su Estatuto y de omisión cuando no hizo
cumplir las sentencias del Tribunal Constitucional ni las del Tribunal Supremo.
Rajoy no ha sido menos y en su obsesión por la economía, ha hinchado de dinero
a los catalanes en perjuicio de otras regiones españolas mejor cumplidoras de
sus deberes y ha dejado en un segundo plano la amenaza independentista. Junto
con su antecesor, han convertido al PP casi en una formación política residual
en Cataluña y se ha acobardado ante los retos del nacionalismo que cada día
conquista más cuotas de poder sin encontrar una respuesta seria del Gobierno de
España. Sus pecados por acción y omisión alcanzan también a los Tribunales de
Justicia, especialmente al Constitucional y al Supremo que han imitado al
avestruz escondiendo vergonzosamente la cabeza ante la burla catalanista. A la
izquierda no se le puede acusar de nada. Ellos mayormente no creen en España y
actúan consecuentemente. Su pecado no entra en estas tres modalidades, el suyo
es más grave.
Francisco del Hoyo, articulista del diario EL PUEBLO de Albacete. Las dos caras de la noticia Viernes, 13 de diciembre de 2013
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