miércoles, 25 de septiembre de 2019

¡FRANCO, SÁNCHEZ Y CALVO NO TE OLVIDAN!





¡FRANCO, SÁNCHEZ Y CALVO NO TE OLVIDAN!

En el currículum de Sánchez, aparte de un doctorado supuestamente escrito por un “negro” con un  manejo  magistral del “corta y pega”, habrá que añadir año y medio de vacuidad, tiempo perdido, soberbia, narcisismo y desprecio al electorado y al pueblo español en general. Después de esto y hasta la fecha el doctor Sánchez solo podrá añadir y seguramente lo hará en grandes caracteres que ÉL FUE CAPAZ DE SACAR A FRANCO DE CUELGAMUROS y cuando pase el tiempo y este audaz trilero sea pasto de historiadores, solo quedará de su memoria que quiso parecerse  al “Rey Sol” y que se llevó a Franco desde el Valle de los Caídos hasta El Pardo. El que en el S. XIX no hubiera pasado de ser un apuesto chulapo  verbenero de Tetuán, tuvo la suerte de nacer en el S. XX y triunfar en el S. XXI, con una nueva caracterización del chulapo madrileño moderno,  de traje impecable o camisa remangada, gafas de sol  y avión, eso sí mucho avión.

Sánchez se ha empeñado en rematar la empresa que heredara de  Zapatero y que Rajoy no tuvo las agallas de quebrar, la memoria  histérica,  mal llamada Histórica, con la que pretendían combatir el aburguesamiento y descomposición de la socialdemocracia volviendo a crear los dos bloques enfrentados de la historia reciente española.  Con la exhumación de Franco y su traslado al Pardo se habrá realizado el  acto más extraordinario de la bien pagada memoria, pero a su vez será el último acto a partir del cual la memoria histórica ya no será caladero de votos y  perderá todo interés. Sí doctor Sánchez, después de Franco nada, ah bueno, si, la cruda realidad de una España abocada de nuevo a otra crisis que, como su maestro Zapatero, intentará no ver.

De su cariacontecida vicepresidenta (la cara es el espejo del alma) dirá la historia, si es que dice algo, que fue la que tiraba del carro de la funeraria que portaba los restos de Franco, con un portaequipajes posterior donde el pueblo fuera depositando no esquelas de condolencia sino votos.

Cuando se carece de proyecto,  cuando el mensaje está manido, cuando la gente descubre la trampa del trilero, cuando la inagotable capacidad de mentir exaspera al respetable, cuando se tiene que recurrir a remover y actualizar el odio entre las dos Españas, que ya se creía olvidado pero permanece latente, cuando todo esto confluye en una persona que solo pretende perpetuarse en Moncloa y en las “dachas” reservadas para su inquilino, entonces no es raro ver como se echa mano de escenarios que  conmueven, de sentimientos que se desperezan, de banalidades  y antiguallas para tapar con ellos sus propias carencias.

Vista la inoportuna publicación de la sentencia por la que el T. Supremo da el visto bueno al traslado de Franco al cementerio de El Pardo en el mismo día que se clausuran las Cortes y comienza la precampaña/campaña electoral, no cabe pensar otra cosa que de nuevo la Justicia se pone al servicio de la política y más concretamente de la izquierda política. No creo que la mayor preocupación del pueblo español sea desenterrar a Franco y casi nadie se acordaba ya de su mausoleo , sí lo es en cambio la del infausto Presidente y la de su no menos Vicepresidenta solo por un puñado de votos. 

Llevan años retrasando las sentencias de la corrupción andaluza por la que pueden verse inhabilitados o en la cárcel presidentes y altos cargos del PSOE, permitiendo incluso que muchos delitos prescriban,  pero en cambio en esta ocasión parece tener el Tribunal Supremo una prisa especial para permitir a  Sánchez remover  el odio y el ánimo de venganza  en la izquierda, haciendo de la exhumación de Franco principal foco de atención en su campaña. El Supremo debería haber sido más prudente y haber publicado la sentencia después de las elecciones, así dejan claro a quien posiblemente obedecen. Así nos demuestran que en ocasiones el sectarismo campa a sus anchas por los tribunales, véase maniobra de Conde Pumpido en el TC para desprestigiar la sentencia del “procés”. Nadie se va a oponer a trasladar los restos de Franco y a muy poca gente importa que lo hagan, salvo a cuatro nostálgicos del VOX tardofranquista  que beneficiará al PP de Pablo Casado que con buen criterio se ha puesto de perfil  en este caso.

 El mal no está en hacerlo sino en cómo, dónde y cuándo hacerlo. A Sánchez se le ha visto el plumero pretendiendo con el affaire Franco obtener réditos políticos, al TS posiblemente también haciendo de Red Bull del Gobierno. Desde que Alfonso Guerra dijera aquello de “Montesquieu ha muerto” la división de poderes es pura entelequia.

En el panteón de Mingorrubio, que acogerá los restos de Franco, habrá depositada una gran corona en cuyo lazo rezará “Sánchez y Calvo no te olvidan”



miércoles, 11 de septiembre de 2019

Y CAÍN MATÓ A ABEL. ESPAÑA ES ASÍ




Foto CLM24
 Y CAÍN MATÓ A ABEL. ESPAÑA ES ASÍ

El cainismo que impera hoy día en la política española no tiene parangón, en la izquierda, en la derecha y  en el  secesionismo catalán. Ya no importan los programas ni la gobernación del país, ni la crisis que asoma  las orejas ni la parálisis presupuestaria, aquí y ahora lo único que importa es la lucha fratricida entre “caínes” y “abeles”, el quítate tú que me pongo yo de las listas electorales pero llevado a la máxima expresión.

Desde el principio de la reciente democracia la izquierda formaba una familia en la que el hermano mayor el PSOE se repartía la mayoría de los bienes familiares dejando al PC/IU las  migajas, aun cuando la auténtica y valiente izquierda, la de PC, fue la que mantuvo viva la lucha durante la dictadura mientras el PSOE fue presa de un profundo y cómodo sopor del que despertó marxista en el Congreso de Suresnes  para mutar en socialdemócrata en el Congreso Extraordinario de 1979. El PCE a pesar de la etiqueta eurocomunista adoptada por Carrillo se veía como un partido viejo y de porte antiguo frente a la figura joven,  prometedora y para muchos ilusionante que ofrecía Felipe González , apoyado por su padrino político el gran líder socialdemócrata alemán Willy Brandt. La izquierda comunista bastante diezmada y resucitada al fin en una amalgama de siglas como IU, se conformó con su papel segundón frente a la izquierda socialdemócrata moderna representada por el PSOE. En su mejor momento, 1996 con Julio Anguita al frente IU consiguió 21 Diputados,  que han ido descendiendo hasta 2011 en que solo consiguieron 11 escaños.

Con la aparición de Podemos y tras fagocitar a IU, la extrema izquierda se crece y en 2015 ya consigue  69 escaños frente a los 90 del PSOE, distancia que se reduce en 2016 al conseguir 71 escaños frente a los 85 del PSOE y dando lugar a los primeros rumores del “sorpasso” de Podemos al PSOE y por consiguiente saltando en éste todas las alarmas. Pablo Iglesias se ve ya Vicepresidente del Gobierno e intenta colocarse a la altura de Pedro Sánchez,  dando con ello comienzo a una guerra de ególatras  en la que Iglesias dio una de cal (apoyo para echar a Rajoy) y otra de arena (no apoyo de los Presupuestos obligando a Sánchez a convocar elecciones) pero Sánchez tuvo claro desde el principio que Iglesias y Podemos eran el enemigo a batir y reducir a la insignificancia y casi lo consigue en las elecciones de 2019 donde aumenta esa mínima distancia de 14 escaños de 2016 (85/71) hasta llegar a 81 (123/42), si bien no por méritos propios sino por el comienzo de la descomposición de Podemos.

Las desavenencias y el vergonzoso mercadeo de sillones al que hemos asistido últimamente nos deja entrever que no se trata de coincidir programáticamente en mínimos que permitan formar Gobierno y que importa un bledo a Sánchez y a Iglesias lo que pueda acaecer al país en tanto tiempo sin un Gobierno mínimamente estable; su guerra es personal, ego versus ego, Narciso contra Macho Alfa, con resultados que ya intuimos  y las encuestas confirman, Pedro Gana, Pablo pierde, la neo socialdemocracia revestida de populismo de  imagen y banalidades que inventó Zapatero, aumentada en lo banal por Sánchez, es la que triunfa y la que envía a la extrema izquierda al lugar que siempre tuvo, condenada por no haber sabido administrar el voto prestado.

En la izquierda en asunto ya se ve más o menos claro, Caín mata a Abel y sanseacabó. En la derecha todos quieren ser “caínes”. Entramos en una nueva era política en la que una renovada y jóven clase dirigente se comporta como gallos de pelea (que son los únicos gallos no violadores de gallinas que se salvarán en el juicio final). El PP parece ir desprendiéndose de todo aquello que lo lastraba, corrupción, indefinición, marianismo etc.  y se deja llevar por una nueva generación, de vieja escuela, que no tiene muy claro cómo recuperar el inmenso terreno perdido a manos de oportunistas a su izquierda y su derecha. Por su izquierda un  pipiolo de marketing al que se le quedó pequeña Cataluña y abandonó a su suerte a pesar de ser el Partido más votado, para venirse a la Villa y Corte a hacer las Américas y que,  tiempo al al tiempo   si no lo vemos volver a su Barcelona natal con el rabo entre las piernas. 

Muy crecido al verse solo a nueve escaños de un PP derrotado y bajo mínimos pero con una sólida implantación territorial,  renuncia a su partida de nacimiento, transversal , centrista, con notable inclinación a la izquierda por parte de los fundadores (ahora desaparecidos) y con el ánimo de poner una vela a Dios y otra al diablo (legislatura anterior Andalucía PSOE y Comunidad de Madrid PP, legislatura actual Murcia. Madrid. Castilla León PP y Castilla Mancha PSOE). Ahora su meta ya no es la del partido centristas capaz de facilitar gobiernos a diestra y siniestra, los nueve escaños que le separan de Casado le han provocado un ansia que ya no se ve sino como jefe de la oposición una vez conseguido el “sorpasso” al PP,  que tal parece que no va a ser así porque sus cabreados por pelearse con el PSOE votarán a Sánchez y los votos prestados del PP y los cabreados de Casilla La Mancha irán a Casado; al final y como en casi todos los Partidos que nacen en torno a una persona y toman prestadas la ideas, Ciudadanos más pronto que tarde quedará relegado a un nivel  insignificante  y Albert Rivera “Riverita” al de su colega emergente Iglesias.

Rivera tuvo en sus manos la formación de un Gobierno de centro izquierda que hubiera favorecido la estabilidad del país y con ello la economía, evitando al tiempo que Sánchez cayera en manos de los independentistas o se pasara meses mareando la perdiz  y jugando al “Trading Floor Game” (el juego del intercambio) con Iglesias hasta dejarlo exhausto por aburrimiento.  La soberbia del cainita Rivera, muy mal aconsejado por quiénes le hacían ver que comerse a Casado era cosa hecha, nos ha llevado a esta situación de incertidumbre en la que Sánchez se frota las manos viendo cómo sus adversarios se devoran entre ellos.
Del otro cainita, Abascal  y el ultraderechista VOX y tras la reconciliación de los cabreados con el PP, podría quedar un partido residual de extrema derecha, necesario para frenar el buenismo de la nueva política, mantener la llama del nacionalismo español y velar por la conservación de muchos valores que la nueva clase política desprecia, pero poco o nada más, otro gallo derrotado.

En Noviembre, si el voto del centro y derecha no toma la misma dirección, estaremos en la misma situación de provisionalidad e inseguridad que en este momento, con un Sánchez crecido en su soberbia, un Iglesias derrotado pero todavía necesario, catalanes y vascos frotándose las manos y la derecha  desfondándose mientras  averigua cual de sus tres líderes es el más “macho”. Los votantes de centro y derecha deberíamos reflexionar seriamente sobre el asunto. España es más importante que la batalla entre  tres caudillos de Playmobil.

De los catalanes hoy no toca, están de diarrea crónica  independentista.


 

sábado, 7 de septiembre de 2019

DE GAYS, BANDERAS Y PAPANATAS EN FACEBOOK







 DE GAYS, BANDERAS Y PAPANATAS EN FACEBOOK



Todo comienza el 14 de Agosto  de este año en un pequeño pueblo de la Manchuela, el mío. Siete años atrás un Alcalde el PP que compartió legislatura con otro del PSOE (dos años cada uno) colocó en la Plaza del Ayuntamiento un mástil de gran altura en el que izó la bandera nacional, detalle sentimental y estético  aunque innecesario toda vez que en el balcón principal del Ayuntamiento ondea permanentemente  y contó con la aprobación de la mayoría de los ciudadanos; Gobernó después durante seis años un Alcalde del PSOE y aunque con menos devoción y viéndola hecha jirones la mantuvo y la repuso. 

Dimitió este edil a mitad de legislatura y le sucedió otro del mismo Partido caracterizado por sus simpatías por el movimiento gay (y ahí me quedo). Tan pronto tuvo ocasión, primer día de celebración del “orgullo gay” en su mandato, arrió la enseña nacional e izó en su lugar la multicolor gay (copiada por cierto a Greenpeace).

El escándalo que se montó fue de órdago, con críticas  incluso de su mismo Partido. No debió parecerles bien a un grupo de jóvenes de supuesta ideología contraria que troncharon el mástil  y le despojaron de la bandera. La reacción del edil fue colocarla de nuevo delante del balcón principal del Ayuntamiento, al igual que se hizo con el mismo sinsentido en otros muchos municipios de España. El mástil ya no se repuso,  pero en las recientes elecciones resultó elegido Alcalde el mismo que en su día lo colocó, por lo que uno de los primeros actos que acometió fue reparar el agravio a la enseña nacional inferido por su antecesor y el de los gamberros hacia su soporte.

Con motivo de aquel acto de desagravio publiqué en  mi página de Facebook los comentarios:
-Enhorabuena a los … (gentilicio)  por haber repuesto en la Placeta la bandera nacional.
-Hay quien confunde el culo con las témporas, la parte con el todo, lo suyo con lo de los demás...
-No tengo nada en contra de maricones, lesbianas y de los de a pelo y a lana. Allá cada cual con sus partes bajas...
-Pero la bandera de éstos que son una minoría no me representa a mí ni a la mayoría de los ... (gentilicio)
-Por lo que no es de recibo que un alcalde, del "sexo" que sea cambie la bandera nacional por la del orgullo de no sé qué.
-Pero bueno, de dónde no hay no se puede sacar. No ofende el que quiere sino el que puede. Entuerto solucionado.

Mi sorpresa es que, aparte de los comentarios a favor y en contra y los clásicos insultantes amparados en la cobardía del anonimato,  a los pocos días y en relación con el comentario “No tengo nada en contra de maricones…” me aparece una nota de Facebook en la que se me dice: Esta publicación infringe nuestras Normas comunitarias sobre lenguaje que incita al odio, de modo que solo tú puedes verla”.

Que yo sepa y aunque pueda considerarse malsonante o despectivo, la definición de “maricón” por el Diccionario de la RAE tiene dos acepciones:
1.- Hombre que tiene gestos, ademanes y actitudes que se consideran propios de las mujeres.
2.- Hombre que siente atracción sexual hacia otro hombre.

Y la definición de “lesbiana” según la misma fuente es:
1.-  Del lesbianismo o relacionado con él. "Conducta sexual lesbiana; relaciones lesbianas"
2.- nombre femenino/adjetivo. Mujer que siente atracción sexual hacia otra mujer.

Como hombre libre que soy para utilizar mi idioma a mi antojo y carente totalmente de acritud, menosprecio o desconsideración e estos colectivos, entre los que tengo algunos amigos e incluso familiares y teniendo en cuenta que estas dos palabras se han utilizado toda la vida para definirlos, no entiendo como el papanatismo de Facebook, al servicio de lo “políticamente correcto” (moderna gilipollez impuesta por la progresía política al servicio mediático que la defienden y de los lobbies que la controlan) puede por su cuenta vetar mi uso correcto del idioma oficial de mi país, porque mis palabras no incitan al odio ni lo pretenden, simplemente denomino a estos de forma correcta y, aunque pudieran entenderse como malsonantes o despectivas, en nada pueden interpretarse como manifestación o incitación al odio por mi parte.

Estoy harto de que pretendan imponerme y controlar mi manera de pensar o de expresarme. Entiendo que el lobby gay tenga mucho poder y lo utilice para defender al colectivo, pero no para hacerme ver como normal el denigrante espectáculo de sus desfiles “del orgullo” con un “orgulloso miembro” dando por el culo al oso del madroño madrileño en la Puerta del Sol. Acepto a estos colectivos y a los asociados por conveniencia porque creo en la libertad de las personas pero desde esa misma libertad voy a combatir los excesos que esos colectivos  cometen ofendiendo las creencias, los sentimientos y la moral de una gran mayoría ajena a los mismos.

No quiero que mis nietos tengan compañeros de colegio con dos padres o dos madres ni quiero que se les eduque en esa ideología de género tan de moda en esta sociedad errática que estamos construyendo. El concepto de familia tradicional  es común en todo el mundo y los niños de los cinco continentes tienen padre y madre, sin más, a excepción de estos iluminados que  quieren hacernos volver a la tribu.

No deseo que el colectivo gay ni los oportunistas asociados sean perseguidos por sus ideas en ningún lugar del mundo ni que sufran menoscabo  de sus derechos individuales y colectivos que nuestra Constitución ampara,  pero de eso a que pretendan siendo una mínima minoría imponernos su criterio, su ideología o su forma de vida, hay un trecho que  la sociedad no debe consentir y yo, al amparo de las leyes y la democracia voy a combatir con todos los medios a mi alcance.

Allá con su responsabilidad la progresía política que pretende destruir milenios de cultura y evolución de la humanidad y vaciar a la sociedad de la capacidad de discernir convirtiéndola en ganado fácil de pastorear. El lobby gay está tras ello y la clase política se deja arrastrar cuando no financiar por él a sabiendas de que en esta corrompida sociedad occidental es fácil  intoxicar, adoctrinar, manipular y convencer.

En cuanto a los papanatas de Facebook más les valiera controlar a quienes amparados en el anonimato se pasan la vida insultando e intoxicando con total impunidad. Los que tenemos el valor de poner por delante nuestra identidad en las incontrolables, corruptas e interesadas redes y de decir en cada momento lo que pensamos o defender aquello en lo que creemos, somos el colectivo a combatir, acallar y criminalizar. Occidente cava lentamente su tumba, en España parece que tenemos aún más prisa, será porque tenemos al enemigo dentro.

www.pacodelhoyo.blogspot.com