jueves, 30 de enero de 2020

ELCORTE INGLÉS, UN SIGNO DE DISTINCIÓN





ELCORTE INGLÉS, UN SIGNO DE DISTINCIÓN


 Sabido es que El Corte Inglés arrastra problemas varios últimamente, unos derivados de los desencuentros familiares para hacerse cargo del negocio, otros por un crecimiento  no suficientemente mesurado del número de establecimientos, otros debido al mantenimiento de un  tradicional y obsoleto modelo  de explotación y, como consecuencia de todo ello, un gran endeudamiento, en torno a los 3.000  millones de Euros actualmente, con escasa posibilidad de aligerarlo a corto y medio plazo, lo que lleva  a que la calificación de su deuda por las agencias de rating no sea la más aceptable.


Cierto es también que la diversificación  no ha funcionado ni rentabilizado en la forma deseada y de ahí la fusión de Hipercor, la venta de la división de informática y de Bricor, el pase al Santander de la financiera y la reestructuración del negocio inmobiliario, salvándose Supercor con la ampliación del negocio a todas las gasolineras de Repsol. Tampoco se llegó a  tiempo en la implantación del comercio online y cuando se quiso entrar en él otros competidores como Amazon le llevaban bastante ventaja.


Los centros de El Corte Inglés albergan en su interior diversos negocios y franquicias sobre todo de marcas de ropa y complementos de los que sobran suntuosos alquileres y comisiones según ventas, controlados todos por una caja única donde se ingresa cada día lo recaudado por todos para liquidar a cada uno lo suyo al final de mes, con lo cual se convierte también en  banquero, administrando a su interés el montante recaudado por cada uno de los negocios instalados..


La diversificación geográfica y con ello entramos en materia en lo que se refiere a Albacete, tampoco ha dado según parece los resultados deseados. Los dos centros procedentes de la compra de Galerías Preciados, calles Caba y Ancha se convirtieron, el primero en centro del Corte Inglés y el segundo en centro de su participada Sfera. Posteriormente y dentro del programa de expansión de Isidoro Álvarez, se estimó que Albacete reunía las condiciones poblacionales y geográficas necesarias para la instalación de un centro de gran volumen y así se hizo, pero manteniendo los de calle La Caba y el de Sfera, más céntricos y por tanto más a mano y en el caso del primero con bastante duplicidad en algunas de sus divisiones, lo que frena bastante el desplazamiento de la clientela  al nuevo centro de Avda. España.


La mala suerte del gran centro comercial de Albacete es que se abrió a las puertas de la crisis que paralizó el país. El desarrollo inmobiliario de la zona creció en la esperanza de la proximidad de El Corte Inglés y de hecho aun puede leerse en muchos de los locales comerciales cerrados el llamativo título de “Nuevo Centro”, al  que se pretendía trasladar el comercio clásico de la calle Ancha. Por suerte, las grúas vuelven de nuevo al paisaje urbano y los alrededores de El Corte Inglés se están terminando de edificar, pero aquí surge de nuevo otro inconveniente con la titularidad de viviendas y locales. En las viviendas hay buena parte de ellas en manos de inversores y destinadas a alquiler, a precios muy elevados y casi imposibles de asumir por la gran mayoría de jóvenes sin posibilidades de adquirir vivienda propia. Otra buena parte ha ido a parar a propietarios, en su mayoría jóvenes y con un poder adquisitivo muy menguado por el importe de las hipotecas. En los locales, entre que ya es difícil montar algo que sea complemento y no competencia a El Corte Inglés y dados los elevados precios de los alquileres, posiblemente los letreros de “Nuevo Centro” se hagan viejos.


Es importante y no sé si se  ha analizado correctamente, el poder adquisitivo de los habitantes de la zona donde se piensa implantar un negocio. En torno al Centro Comercial Los Llanos el barrio creció como la espuma, pero con una población joven hipotecada hasta el cuello, por lo que  poco o nulo porvenir podían tener todos los negocios allí instalados y de hecho gran parte de ellos desaparecieron. Poco más o menos ha ocurrido con Imaginalia, con una gran barriada en continuo crecimiento con un poblamiento similar a los antes descritos y una oferta de ocio que la necesidad de desplazamiento en coche y los controles has llevado a desaparecer prácticamente.


Volviendo al tema principal, la nueva dirección de El Corte Inglés entiende que hay que cerrar un determinado número de centros que generan pérdidas o beneficios insuficientes, entre ellos el de Albacete. Oyendo comentarios de la gente se descubre que  en el centro de La Caba se pueden comprar cosas más interesantes que en el de Avda. de España o que mucha de la gente que viaja a la playa encuentra mejores ofertas en géneros y precios en los centros de Alicante y Murcia. En más de una ocasión he oído  lo de “El Corte Inglés de Albacete parece que está hecho para paletos” por su escasa variedad y mal gusto. Esto se lo debía hacer mirar la dirección en Albacete y los responsables de más alto nivel. Albacete y su zona de influencia tienen  población suficiente para hacer rentable un centro comercial de El Corte Inglés,  pero los directivos de esa gran empresa deben tener en cuenta que mucha gente con poder adquisitivo medio o alto no tiene inconveniente en coger el AVE y trasladarse a Madrid, Valencia o por mayor proximidad Alicante y hacer las compras  de artículos que en Albacete ni se conocen.


En el centro comercial de Albacete se están realizando obras para nuevas instalaciones de negocios, lo que lleva a pensar que los planes para el futuro en la ciudad pasen por cerrar la tiende de calle La Caba y mantener el centro comercial de Avda. de España, con un toque más cosmopolita, necesario para que cualquier tipo de cliente encuentre lo que busca y una vez dentro sea muy difícil salir con las manos vacías.


El Corte Inglés es un signo de distinción para las ciudades de tamaño medio. Tener o no  un “Corte Inglés” significa el paso de ser un ”pueblo grande” a ser una ciudad y de hecho en Castilla La Mancha se instaló en las dos mayores ciudades, Albacete y Talavera y como excepción en Guadalajara como  provincia dormitorio de Madrid. Emiliano García-Page ha dicho en Talavera que ningún centro de El Corte Inglés de la Región se va a ver cerrado. Se habla de gestiones hechas por el Gobierno regional con la directiva de la empresa, confiemos en ello.


Si cierra El Corte Inglés y el “Alba” baja a segunda B volvemos a ser lo que fuimos, “un pueblo grandismo en medio del campo”. Dios no  lo quiera, pero como en el caso del gitano y la lotería: “hay que comprar el décimo”.

www.pacodelhoyo.blogspot.com


viernes, 17 de enero de 2020

TERUEL EXISTE… Y CUENCA TAMBIÉN, FALTARÍA MÁS





TERUEL EXISTE… Y CUENCA TAMBIÉN, FALTARÍA MÁS

España siempre fue país de pícaros, rufianes y “espabilaos” entre otras muchas categorías y no es raro que  en momentos oportunos o críticos salga alguno de ellos a predicar las virtudes de tal o cual brebaje que alivia los males.  En los tiempos que vivimos, en los que el individuo prefiere ahorrar energía no pensando y dejándose llevar, la sociedad se ve envuelta en procesos de cambio que aunque se vieran venir desde atrás, poco o nada se ha hecho por adaptarla. El problema de la despoblación rural es uno de ellos.

Vemos con tristeza y resignación cómo los pueblos languidecen. Calles enteras casi vacías esperando a los tórridos julio o agosto para que las llenen de vencejos y de veraneantes. A partir de septiembre la tranquilidad para unos pocos, la ruina para otros cuantos y la penuria para todos. 

Ante esta situación, de la que se habla mucho y se hace poco, en principio porque es poco lo que se puede hacer, aparece el demagogo, charlatán o embaucador de turno que pone el grito en el cielo y predica soluciones tan ilusorias como utópicas, arrastrando tras él a quienes aún conservan la esperanza o están a punto de sentirse derrotados, también a los ilusos, ingenuos o visionarios que creen todo a pie juntillas o sueñan con bajar el reino de los cielos a ras de tierra.

Eso es “Teruel existe”, en términos bíblicos conducir al pueblo a cruzar el mar Rojo sin saber si se abrirán las aguas para dejar paso y hacerles peregrinar por el desierto esperando un maná que no saben si llegará. Mientras tanto el Moisés turolense, a muchas leguas del pico de Javalambre, obtiene de su caudillaje pingües beneficios personales para él y sus negocios gracias al seguimiento a ciegas, mucho corazón y poca cabeza, de un alto porcentaje de votantes. Además con la suerte circunstancial de convertirse en efímero árbitro y reina por un día en el devenir político del neosanchismo.

26,70% de votos en la provincia y 42,57% de votos en la capital. Así han premiado los turolenses el discurso vacuo de unos vendedores de humo, cayendo en el error de confundir las Cortes de España con las Cortes de Aragón . Es en estas últimas en las que se gobierna la CCAA. Allí es donde debe existir Teruel y allí es donde los representantes electos provinciales tienen que dar batalla para conseguir lo que crean merecer o en justicia les corresponda. Ni en el Congreso ni en el Senado se habla de presupuestos provinciales ni asuntos locales. En el Congreso se legisla sobre asuntos de interés nacional, el Senado está para sestear. Es en las Cortes de Aragón, en el palacio de la Aljafería, donde se administra Teruel y su futuro, allí es donde tienen que demostrar que Teruel existe y no solo Zaragoza o Huesca. 

Que Tomás Guitarte haya colaborado con su voto a la investidura del gobierno del  nuevo Frente Popular posiblemente sea  un intercambio de cromos; posiblemente también él haya sacado lo que buscaba y ahora estará pensando en qué migajas repartir a sus votantes para mantener el chollo. De todas formas se ha dado demasiada importancia a ese voto, que muy bien hubiera sido sustituido por uno de ERC casualmente distraído.

Lo peor de Teruel existe es su capacidad de contagiar a otras provincias cuyos políticos no son capaces de defender los intereses de las mismas en sus CCAA y a otras que se sientan marginadas dentro de la suya por el exacerbado colonialismo  de sus capitales. Soria !Ya! se crece al ver los resultados de Teruel. León dice que se va, arrastrando a otras dos provincias, Almería está hasta los mismos de Sevilla y en Castilla La Mancha conocido el efecto del imperialismo toledano, saldríamos todos escopeteados al grito de maricón el último.


Hasta Cuenca ha llegado la moda identitaria  y ya un grupo de gente “guapa” cuyos intereses individuales desconozco firman el “Manifiesto por Cuenca” en el que entre otras vaguedades dice: pedimos políticas de Estado, dotadas del suficiente presupuesto, para que la provincia de Cuenca se repueble y sea una provincia próspera, con igualdad de oportunidades, tal y como obliga nuestra Constitución.” A continuación y sin apenas distinguir las competencias estatales y autonómicas continua: “Para ello necesitamos inversiones públicas y atraer inversiones privadas, ayudas o bonificaciones fiscales para la implantación de empresas, simplificación de trámites burocráticos, modernización de la Administración, una estrategia de desarrollo rural que aproveche las oportunidades que ofrecen los pueblos de generación de empleo y de contar con una mayor calidad de vida, con menor contaminación y viviendas a precios más reducidos, manteniendo eso sí el acceso a los servicios públicos de forma equiparable a los del medio urbano.”, necesidades que deben ser planteadas, exigidas y negociadas en las Cortes regionales y con el Gobierno regional que son quienes tienen las competencias para todas esas reivindicaciones.

Cuenca es una provincia con tres comarcas, dos de las cuales están despobladas y además sin remedio alguno. Al norte de la A-3 aún quedan casi doscientos municipios que tan solo albergan al 30% de la población (excluida la capital) frente a los situados al sur de la A-3, unos cincuenta,  que congregan al 70% y la mayor parte de la riqueza de la provincia. Pero Cuenca es sobre todo una provincia marcada por el carácter serrano de su capital donde lo que se derrocha en el norte se escatima en el sur y si no fuera por la rígida estructura administrativa provincial muchos pueblos del sur estarían encantados de pertenecer a mancomunidades interprovinciales o provinciales de  Albacete, Toledo o Ciudad Real (por orden según límites comunes) o de formar parte directamente de esas provincias. No deja de ser grave que muchas empresas de los pueblos der sur estén radicadas socialmente en Albacete, por proximidad geográfica y facilidad administrativa.

Cuenca también existe, faltaría más, pero la multitud de municipios de la Sierra y parte de la Alcarria apenas si tienen posibilidad de subsistir si no es mediante la explotación de la industria turística. En cambio en la Mancha y la Manchuela donde si hay posibilidades de crear riqueza debe evitarse el goteo de pérdida de población, que no viene dado tanto por la emigración a otros lugares de España sino por el desfase entre nacimientos y defunciones,  a consecuencia de la ausencia de políticas que premien la natalidad (TBN 6,29 por mil) y de la desaparición en pocos años de las generaciones nacidas entre los años veinte y cuarenta del pasado siglo que fueron  multitudinarias (TBM  11,81 por mil).

Cuenca sufre como otras provincias de Castilla-La Mancha el imperialismo toledano como también es cierto que La Mancha sufre el imperialismo conquense. No se trata de ser insolidarios pero hoy por hoy no pueden existir municipios con diez, quince o veinte habitantes censados y las difíciles fusiones entre ellos deberían ser consideradas de carácter urgente y obligatorio. Bien están este manifiesto como otros que puedan venir pero Cuenca no tendrá futuro si no mira al sur, en cambio Albacete si mira “al norte de su norte” y aquí cabría otro manifiesto titulado “Cuenca, tomen nota”.