miércoles, 28 de febrero de 2018

EL CAMINO SE ACABA PERO ELLOS SIGUEN




Una patada a Cataluña en el culo de los españoles representados por el Rey
EL CAMINO SE ACABA PERO ELLOS SIGUEN


Me había prometido no volver a escribir una palabra sobre el cachondeo catalán pero el esperpento a que nos tienen acostumbrados ya produce más tristeza que risa, es tristemente irrisorio y aunque pareciera que con el tiempo nos dejaría indiferentes, la verdad es que no es así y está produciendo tal hastío que me invita a gritar “ya está bien, váyanse a tomar por donde amargan los pepinos”. Tenían la oportunidad estos días de al menos fingir una realidad de entendimiento y acercamiento que diera una imagen nueva de Cataluña pero los tuertos del país de ciegos siguen en sus trece, Colau y Torrent dan plantón al Estado y al Rey  en la MWC sin percatarse de que este acto no es sino y sobre todo una patada a Cataluña en el culo de los españoles a los que el Rey representa, porque a la postre todos sufriremos las consecuencias del procès, pero ellos mucho más.


Parece mentira que con un pie en la calle y otro en Estremera estos obstinados pseudo revolucionarios  persistan en el error, claro que ahora los que más estiran el cuello son los de segunda fila, los que no tienen de momento cuentas con la justicia, aunque en el caso de Torrent camina sobre el filo de la navaja y más le valiera forzar la situación y propiciar la investidura de alguien “no tocado”, con el único fin de que todos  los catalanes puedan disponer de un gobierno que atienda sus necesidades. Los resultados de la negociación-disputa-reparto entre los secesionistas que publica la prensa solo apunta a una huída hacia adelante, un órdago al Estado a ver si mientras tanto los ridículos embajadores de la causa, Puigdemont y Gabriel, son capaces de convencer a Bruselas y Ginebra de que España es Venezuela.


Los secesionistas y sus parientes de la izquierda podemita nos están descubriendo el juego,  la operación de tierra quemada que acuse al Estado como responsable. Para ellos no importa que no haya Gobierno, que las empresas se vayan, que crezca el paro o que los hospitales estén desatendidos. Para ellos la crisis económica y social es el caldo de cultivo de su laboratorio populista, una masa insatisfecha a la que se crea  un enemigo imaginario.

A la  alcaldesa de Barcelona, que pasaría por ser imagen del prototipo de madre y  ama de casa del nacional catolicismo de la Sección Femenina, le importa un pimiento que quiebre Barcelona - de hecho ya lleva tres años sin presupuesto-, que se vaya la Agencia del Medicamento, que esté en el aire la continuidad de la MWC, que los cruceros busquen otros puertos de atraque, ¡qué más le da!, a ella le preocupa que los suyos, los okupas tengan casa y presupuesto y en ello está.

Cataluña ya son dos e irrecopnciliables
Los secesionistas esperan que con el tiempo haya en Madrid una coalición de socialistas y comunistas en el Gobierno que sigan debilitando esta entelequia de Estado que aún queda, pongan en la calle a sus “mártires” y les de alas para decidir en un “referéndum de terror” el futuro de Cataluña, dentro o fuera de un Estado Federal  que dejara en mantillas al federalismo cantonalista de la primera República. Esperan esto porque saben que  la izquierda gobierna solo para los suyos, o al menos primero para los suyos y que la idea que la izquierda actual tiene de España es confusa y en palabras de Zapatero, discutible; de ahí que confíen en pescar en rio revuelto y que lo que ahora les parece el diluvio se quede a la vuelta de poco en aguacero.


Mientras tanto, el culebrón  diario catalán  asalta los telediarios y aunque según el CIS ya no es una gran  preocupación para los españoles, sí al menos coincidirán en que en un coñazo de órdago. Los secesionistas no son más pero tienen más escaños y van a gobernar siguiendo una nueva hoja de ruta parecida a la anterior pero jugando al ratón y al gato con el Estado y la Justicia. Es decir que a pesar del tiempo y las energías perdidas todo va a seguir igual o peor en Cataluña,  porque además se avecina una larga temporada de revanchas y venganzas. Cataluña ya son dos e irreconciliables. Si los no independentistas no se ponen deberes y permiten seguir siendo  avasallados  por la chusma del secesionismo, no sé si quedará otro remedio para Cataluña que no sea llenar las cárceles de traidores y convertirla en un gulag para la reeducación.
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miércoles, 21 de febrero de 2018

ESTADO DEMOCRÁTICO, ÉXITO Y FRACASO




ESTADO DEMOCRÁTICO, ÉXITO Y FRACASO

Gustan los podemitas de llamar "Régimen del 78" al Estado  surgido tras la Constitución de ese mismo año en su intento de devaluar al Estado democrático haciéndolo heredero y copia del Régimen dictatorial precedente. La Constitución proclama que España se constituye en un Estado social y democrático de derecho y que la forma política del estado es la Monarquía parlamentaria. En nada se parece al anterior régimen y sí mucho a otros anteriores a ese que fracasaron estrepitosamente.

Cosa distinta es que el nuevo Estado en su creación heredara complejos y miedos de quienes le dieron forma y naciera disminuido y con numerosos defectos físicos, que con el tiempo han ido acrecentándose hasta el punto de haber provocado la posible mutilación del mismo. Ya comenzó haciendo concesiones a las llamadas “Comunidades históricas” cuya razón de ser no era otra que el haber conseguido unos estatutos de autonomía durante la segunda República y de las que el profesor Jiménez de Parga luego Presidente del Tribunal Constitucional dijera aquello de que “en el año 1000 en Andalucía, en Granada, existían fuentes y manantiales mientras que en las tres autonomías "históricas" (Cataluña, Galicia y Euskadi) no se lavaban ni los fines de semana”. 

La Constitución favoreció al nacionalismo vasco regalándole el derecho de anexionarse Navarra, a lo cual respondieron no votándola. A vascos y navarros se les mantuvieron privilegios del antiguo régimen a pesar de que en el Artº. 138.2 dice que "Las diferencias entre los Estatutos de las distintas Comunidades Autónomas no podrán implicar, en ningún caso, privilegios económicos o sociales". Favoreció igualmente una fragmentación atípica rompiendo los moldes utilizados para la antigua división territorial y de ahí surgieron Comunidades Autónomas uniprovinciales y ciudades autónomas, innecesarias todas y consecuencia de que el caciquismo provinciano aprovechó para pescar en rio revuelto.

La Ley electoral española puede considerarse como la más injusta de sus homólogas en países democráticos, donde un escaño por Madrid cuesta en votos diez veces lo que otro en Soria o que un puñado de votos nacionalistas obtengan más representación que otros de implantación nacional con dobles o triples resultados. Al bipartidismo reinante durante casi cuarenta años le ha venido bien el sistema y en los momentos de apuros ha echado mano de los nacionalistas con el mercadeo y resultados ya conocidos, de tal forma que la corrupción del sistema y de las personas se ha ido extendiendo como la pólvora, a nivel estatal y regional, con el consiguiente escándalo y pérdida de confianza de los ciudadanos.

La transferencia de competencias a las CCAA ha adelgazado tanto al Estado que en alguna de ellas la presencia del mismo es imperceptible. Materias tan importantes como educación, sanidad , justicia y policía  jamás debieron ser transferidas a los reinos de taifas, que se han convertido en mini estados en los que incumplir las leyes estatales sale barato y donde proliferan legislaciones  tan dispares en materias iguales que roza lo esperpéntico, cuando por ejemplo se ve que en una CCAA el sistema público de salud no contempla sacarte una muela pero sí  en otra un cambio de sexo.


Este Estado de Derecho que el Gobierno se afana en proclamar como vencedor contra quienes pretenden destruirlo, no es sino un Estado en el que la corrupción es endémica, donde la ley se aplica con criterios de subjetividad o conveniencia política, véase la evolución de los casos que afectan  a los tribunales andaluces y catalanes donde los  mangantes de los ERE y el clan Pujol al final se irán de rositas. Un Estado de ladrones de guante blanco donde la justicia apenas llega a uno entre mil. Un Estado donde se persigue a la gente por no hablar un idioma; donde un catalán puede optar a un puesto público en toda España y uno de Almería no puede hacer lo mismo en Cataluña. Un Estado devorado por la voracidad insaciable de las CCAA cargadas de miles de chupópteros políticos y  funcionariales. Un Estado que en su debilidad y la de sus Gobiernos ha permitido que la solidaridad interregional casi desaparezca, donde a la sombra de favores políticos se ha ido tejiendo un entramado independentista que ahora pone en grave peligro la continuidad del mismo. Un Estado en el que no es posible acometer proyectos  de interés nacional,  embalses, ferrocarriles, centrales nucleares, trasvases de agua entre cuencas etc.  sin tener que sufrir la oposición sistemática de los taifas regionales. Un Estado en el que para cazar o pescar hacen falta diecisiete licencias diferentes; donde para construir, crear una empresa o heredar de tus padres hay diecisiete legislaciones distintas y otros tantos impuestos diferentes. Un Estado donde sus representantes en el exterior se tiran los trastos a la cabeza en lugar de hacer causa común frente a los competidores. Un Estado en el que se atenta contra los  valores culturales y religiosos con total impunidad e incluso promovidos y financiados con dinero público. Un Estado donde una parte de sus ciudadanos aún siguen pensando en la revancha por aquella guerra perdida que ya tenía que estar olvidada. Un Estado en definitiva fracasado, viejo, ruinoso e injusto, en el que solo se ha aprobado por la mínima el aspecto económico y ha suspendido en todas las materias de carácter político.

De los movimientos regeneracionistas o renovadores que ahora están de moda poco es lo que puede esperarse porque poca es la garantía que ofrecen. De los podemitas que hablaba al principio solo cabe esperar que sigan en el intento de destruir el Estado, el “régimen del 78” como gustan llamar. De los beneficiarios del bipartidismo bastante tienen los unos en curar las  heridas producidas por los salteadores de caminos que militaban en sus filas y los otros el mismo bálsamo, al que añadir además  la necesidad de aclararse sobre lo que entienden por España y cómo gobernarla sin seguir generando  odio. Para los inmaculados recién llegados, no han tocado poder y ya hacen trampas para financiarse y vista la procedencia de los que nutren sus filas, a poco que toquen algo ya veremos. En cuanto a la judicatura, mientras el Gobierno intervenga en ciertos nombramientos, los jueces y fiscales se agrupen en asociaciones de tinte político y no se les prohíba el desfile mediático al que algunos son tan aficionados, poco cabe esperar de la misma salvo desconfianza.

Rajoy podrá proclamar a los cuatro vientos la fuerza y  las virtudes del Estado de Derecho, que las tiene, pero cuando habla de los éxitos conseguidos por el nuevo Estado que les pregunte a familias castellano parlantes residentes en Gerona o Lérida o a las familias de los servidores del Estado  destinados en Alsasua, allí encontrará la respuesta. El Estado dice Rajoy ha derrotado al independentismo,  el mismo que el Estado contribuyó a fomentar.
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miércoles, 14 de febrero de 2018

A SÁNCHEZ SOLO LE FALTA LA COLETA






A SÁNCHEZ SOLO LE FALTA LA COLETA


Navega el vapor socialista por aguas turbulentas de rápidos que anuncian la proximidad a la gran cascada, al desastre. Navega sin rumbo claro que le permita alcanzar un remanso del rio donde sentar sus reales y poder vender su mercancía. Si lo busca a babor, a poco que se arrime a la orilla están esperándolo las huestes hambrientas de poder del visionario Iglesias y el mediocre Garzón que le quieren arrebatar su  flanco izquierdo. Si se inclina a estribor le esperan los inmaculados sin pecado original de Ciudadanos para arrebatarle el flanco derecho. Si continua sorteando los rápidos se arriesga a caer por la gran cascada a no ser que en el último momento  hagan encallar la nave entre dos rocas.


Esto ha hecho de Sánchez un especialista en poner una vela a Dios y otra al diablo, dentro y fuera de su formación; un ave Fenix que una vez renacido de sus cenizas son tantos los caminos que le salen al paso que deambula por todos sin centrarse en encontrar el único de ellos que conduce al éxito. 


Sánchez tiene claro quién lo quitó y quien lo repuso y por eso, leña al mono a los que en su día se la jugaron o en el futuro se la puedan jugar y “besos, abrazos y expresiones de sus partes” a la fiel infantería que le aupó aún traicionando a quienes hasta el momento habían jurado fidelidad.


Pero ya no es solo agradecimiento por lo que le hicieron; aquí se trata de parecer Rivera o parecer Iglesias, o parecer ambos. Con Rivera coincide en la juventud, en la ausencia del ejercicio de gobierno, en una trayectoria política exenta de escándalos. De Iglesias envidia la capacidad de llegar a la gente, de cambiar el mensaje sin el menor sonrojo, de congregar en torno a él cientos de grupos de naturaleza asamblearia y matices ideológicos dispares. A Sánchez le gusta más el sistema podemita de caudillo sin apenas segundas filas –ya se encargó Iglesias de desmantelarlas- de una masa que se mueve al son del discurso fácil contra el eterno enemigo de la derechona. Sánchez cree haber encontrado en el modelo asambleario la garantía de su propia subsistencia.


Sánchez como Iglesias, caudillo único. Como buen pastor guarda de los lobos a sus ovejas y a sí mismo

Con las maniobras de los últimos días Sánchez coloca a los cuadros por debajo de las bases, que al fin y al cabo era la venganza que éstas le pedían y él soñaba cada noche, pero  eso tiene un peligro y no pequeño por cuanto que los cuadros eran la moderación en el PSOE mientras las bases son en parte la chusma que gritaba “Dales caña Arfonso”. Se equivoca Sánchez si cree que la infantería socialista es como la podemita. Ambas se encuentran a años luz aunque confluyan en la galaxia del puño en alto. Las bases podemitas son el producto de una clase media acomodada que la crisis ha hecho perder posiciones,  entre la que destaca el colectivo universitario de jóvenes que lo han tenido todo sin tener que luchar por nada y que un día tuvieron la oportunidad de ser escuchados tras los megáfonos de sus acampadas por alguien más listo que supo aprovechar la ocasión,  recoger el guante y venderles humo. En las bases socialistas abunda por una parte el cerrilismo pueblerino de la ideología heredada, de la derecha como eterno enemigo, de la división irreconciliable entre nosotros y el enemigo, el socialismo agrario de piñón fijo, de peonada, de pocas entendederas y fácil manejo. Por otra parte el socialismo urbano de taller y de fábrica, de barrio, de dudoso éxito académico pero que coincide con el anterior en su radicalización, no entendiendo la política como la pugna entre fuerzas que compiten por los mismos fines como adversarios y no como enemigos. Las bases socialistas no entienden el término adversario, para ellos es el conmigo o contra mí. Es una masa radical muy inclinada a la izquierda, mucho más próxima del movimiento populista-comunista que de la izquierda moderada, socialdemócrata o próxima al centro político.


Sánchez solo va a conseguir que los cuadros del PSOE miren hacia abajo en vez de tener la vista puesta en Ferraz, porque ya no hay que conseguir el favor del jefe sino el de la plebe, pero resulta que a la plebe quien la tiene próxima, la conoce y la domina son sus líderes naturales, los del pueblo, los de la provincia y estos también van a presentar a Sánchez sus credenciales de “elegidos por la militancia”. Llegado el momento de las sublimes consultas que determinarán el rumbo del partido, las bases votarán lo que sus líderes naturales les aconsejen o les impongan, o sea más de lo mismo. Para este viaje no hacían falta alforjas, que es lo mismo que decir que para un simple cambio de look no hacía falta cabrear al personal.


El PSOE se ha vuelto asambleario, como Podemos. Ahora a Sánchez solo le falta la coleta.

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martes, 6 de febrero de 2018

VISIÓN 6 TV TERTULIA "CALLE ANCHA" , 75 INTERVENCIONES


25 ENERO 2018, 75 INTERVENCIONES REALIZADAS EN LA TERTULIA DE LOS JUEVES,  "CALLE ANCHA" DE VISIÓN 6 TV, LA TELEVISIÓN DE ALBACETE


6 DE FENRERO DE 2018, 760 ARTÍCULOS EN "ARRIBA PERISCOPIO", PUBLICADOS EN EL BLOG  "www.pacodelhoyo.blogspot.com" 


DICIEMBRE DE 2018, 51 NÚMEROS DE "6 FLORES" PUBLICADOS DESDE 2004


SEGUIRÉ DANDO GUERRA MIENTRAS EL CUERPO AGUANTE

LA MUJER EN LOS 90.000 EMPLEOS PERDIDOS EN LA BANCA







LA MUJER EN LOS 90.000 EMPLEOS PERDIDOS
EN LA BANCA


Tras la reconversión industrial de los años ochenta, que nadie creía posible y menos que fuera llevada a cabo por un gobierno socialista, ya creíamos que el mundo laboral había quedado estabilizado, con los altibajos  cíclicos en la agricultura, la construcción o el turismo. Por entonces no se pensaba que la robotización y la informatización de los centros de producción iban a repercutir a pasos cortos pero continuos, con poco ruido pero sin descanso en el mercado laboral. A las grandes empresas de la minería, metalurgia y naval pronto siguieron otras del sector público, telecomunicaciones, ferrocarriles o el privado como la industria pesquera y ya más recientemente y sobre todo a consecuencias de la crisis la Banca, pública y privada.


El saneamiento de la Banca no solo ha costado a los españoles miles de millones de Euros (la Banca pública de las Cajas de Ahorro)  sino la pérdida desde el comienzo de la crisis de 90.000 puestos de trabajo. Una vez casi estabilizado el negocio bancario, la Banca se nos ofrece como el sector que más inseguridad y más presión ejerce sobre sus empleados y más si se trata del género femenino.


Hoy  el diario Público saca en titular a gran tamaño que “El  ERE de Santander y Popular se ceba con las madres trabajadoras” y en él nos da a entender que gran número de empleadas a tiempo parcial por razones de maternidad se ven abocadas a solicitar la salida voluntaria tras las reiteradas “invitaciones” de la dirección. Parece ser que este colectivo es carne de ERE y es que la Banca se ha convertido en la actividad profesional más despersonalizada y donde la mujer tiene más difícil la escalada profesional. 

La reconversión de  la Banca tras el periodo de fusiones, absorciones y compras, necesariamente ha tenido que pasar por eliminar buena parte de una red solapada que entorpecía y devaluaba el negocio. Esto unido a la necesidad de homologación informática ha dado paso a la creación de una nueva Banca informáticamente avanzada donde cada día son menos los puestos de atención al público y más la derivación del cliente a la banca electrónica y los cajeros automáticos.



Pero el resultado de esta integración en su aspecto laboral no ha favorecido ni perjudicado a todos pero sí ha creado desigualdades y producido no pocas injusticias. De la criba en los servicios centrales donde obviamente sobraba gente tras las fusiones, se está llegando ya a la red de sucursales con el cierre de cientos de ellas y la correspondiente repercusión en las plantillas. De todo este proceso hay quien está saliendo peor tratado y muy perjudicado, el colectivo femenino.


Ya en la primera entrevista previa a la contratación los “esbirros” de recursos humanos tienen el objetivo de detectar quiénes de las entrevistadas se inclinan por una vida laboral compartida con una vida personal normal que incluye maternidad o por el contrario dan a entender unas aspiraciones profesionales donde no cabe la supeditación a la vida privada. Superado este paso y conseguido el contrato temporal que conlleva un sueldo exiguo y la maleta dispuesta, la recién incorporada comienza a sufrir la presión del objetivo inalcanzable, con tres frentes abiertos, uno la agraviada clientela que contempla con disgusto como pasa de ser una persona a ser un número al que restringen descaradamente el trato personal pero a la que hay que mantener y meterle con calzador toda una serie de productos con mucha letra pequeña que en gran parte ni necesita ni entiende; otro, la necesidad de justificar ante una dirección igualmente presionada pero infinitamente mejor retribuida, a diario y a veces por horas, el resultado de las gestiones realizadas con la clientela; el otro frente, los mismos compañeros que en lucha fratricida compiten por llegar a una meta inalcanzable para la gran mayoría y convertible en otra meta más imposible una vez alcanzada la primera.  Podríamos decir que el perfil del empleado de la banca, sea hombre o mujer, es el de una persona no comprometida en la vida personal, alejada de su entorno familiar, con una movilidad sin límite y dedicación a la empresa sin horario ni descanso.



Cuando la vida en  matrimonio o pareja  y la maternidad con su licencia o trabajo a tiempo parcial empiezan a condicionar la absoluta dedicación a la empresa es cuando llega la caída en desgracia y aquí es cuando también comienzan las presiones; traslado forzosos a sucursales geográficamente muy distantes, control exhaustivo de cualquier falta, baja laboral, incidencia o incumplimiento, para llegar a la meta de la invitación a sumarse al ERE correspondiente, a la baja incentivada o al despido basado en la falta de productividad, medida desde la dirección sin intermediación posible.


La Banca hoy se está convirtiendo en la más inhumana de las actividades, donde el empleado deja de convertirse en persona para hacerlo en robot, donde no cabe la conciliación familiar ni se entiende otra dedicación que no sea la impuesta por la organización. Son cientos los que cargados con sus títulos y másteres llegan con la ilusión de encontrar un trabajo estable donde se pueda promocionar por méritos personales. En cambio se encuentras con unas organizaciones piramidales donde cada ascenso es una renuncia a lo personal y el mérito consiste en sobresalir a toda costa y en un servilismo sin condiciones, con la consiguiente frustración de la gran mayoría.  La ocupación femenina en puestos de primero y segundo nivel es irrisoria, es mucho lo que hay que sacrificar, eso sí, a cambio de  mucho dinero. Lo peor de esto es que cuando llega el momento de la “patada de Charlot” te encuentres en la calle con la soledad como único  horizonte.

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