viernes, 28 de junio de 2019

LA CABALGATA DE FERIA




LA CABALGATA DE FERIA


Nunca la política había descendido tanto de categoría como hasta estos momentos en que se ha convertido en el mercado del sillón, el sueldo, la fama personal, el olvido del  fin único y principal que es el de gobernar para el bien de todos. La política hoy día es simple mercadeo de intereses personales, así que hastiado de tanto postureo, dejo que escriban de los políticos los profesionales del periodismo que en gran parte comen de ellos y yo me vengo a lo pequeño, a lo lugareño, a lo cotidiano de dónde ocurren pocas cosas pero importantes para quien las vive. Este es el caso de la Feria albaceteña y de su Cabalgata inaugural que tantos ríos de tinta ha producido, tantos parches ha sufrido y tan poco prestigio ha conseguido.


Siempre se ha criticado que la Cabalgata de Feria es monótona, carente de arte y de ideas, masificada, lenta, no siempre acorde con el motivo que se celebra, anárquica, más parecida a una romería mariana donde lo que predomina es el jamón y la bota de vino. Varios han sido los intentos por dignificar esta manifestación popular de alborozo por la Feria que empieza pero no acaba de conseguirse aunar historia, tradiciones y futuro para convertirla en escenario donde mostrar al mundo lo que Albacete fue, lo que es y lo que está en disposición de ser.


Este año  el ayuntamiento ha publicado unas nuevas bases y concurso para elaborar  las carrozas de la cabalgata. Los motivos de las mismas se especifican con claridad: “Se establece como temática del concurso: A.- Hitos históricos y efemérides de Albacete. B.- Albacete monumental. C.- Albacete, ciudad de la cuchillería”. Bueno, pues ahí está recogido lo que yo refería, pasado, presente y futuro.



La ex concejala y ahora diputada regional de Ciudadanos, Carmen Picazo, ya comentaba que “es muy larga y con carrozas monótonas”, proponía “mejorar la presentación y darle más dignidad al vestuario”, porque “no debería participarse en la cabalgata llevando una minifalda o un pantalón de tela manchega”. El año pasado desfilaron  60 carrozas con 125 colectivos y un total de 12.000 participantes, en su gran mayoría sin más atuendo manchego que la camisa blanca remangada, gorra y pañuelo, música de lata en algunas de ellas  y suculenta merienda en bastantes, lo más parecido a una romería.


  Las bases, elaboradas por la anterior Corporación con el apoyo de Ciudadanos establecen claramente quiénes y de qué forma pueden participar en la cabalgata, carrozas temáticas o grupos temáticos sin carroza. Las carrozas, un máximo de 40 y con no más de entre  40 y 50 acompañantes en cada una y los grupos temáticos, que desfilarían a continuación de la Virgen y autoridades, los aprobados según el proyecto presentado. Todo hacía pensar que la cabalgata de este año iba a resultar más interesante que las anteriores, pero la tardía publicación de las bases a consecuencia del proceso de constitución de la Corporación y la protesta de peñas y asociaciones empeñados en mantener la vulgaridad de años anteriores, ha hecho recular al alcalde que ha decidido aplicar flexibilidad a la Resolución, de forma que este año volveremos a presenciar el mismo espectáculo de romería popular, con miles de participantes ataviados a su antojo y pasándose la temática establecida por el arco del triunfo.


Quién esto escribe, uno de los cuatro fundadores de la veterana  Peña El Sarmiento, ha participado y tomado parte en la confección de algunas de sus carrozas y no puede ver con agrado la masificación sin orden ni concierto, la falta de calidad, originalidad e inadaptación al hecho que se celebra, que son las características predominantes y que dan lugar a una monótona, pesada y aburrida repetición de simulados patios manchegos, con cuatro colgajos y unas bien o mal ataviadas señoras tirando caramelos y confeti.


Sea por lo que fuere y por lo que se ve venir, este año más de lo mismo. Confiemos en que para el año próximo la Corporación haga cumplir la nueva normativa.


 

martes, 18 de junio de 2019

EL CORPUS Y EL COLONIALISMO TOLEDANO







EL CORPUS Y EL COLONIALISMO TOLEDANO

Estreno mi colaboración con este medio a invitación de Sara Ruiz, a la que tuve la suerte de conocer cuando comenzaron mis pinitos en El Pueblo, el diario local que  como  a otros, la impresión en papel se llevó por delante.

No es la primera vez que escribo sobre este asunto pero es que no puedo evitar sublevarme ante el despotismo del taifa de turno  que gobierna en Toledo creyéndose uno más de la lista de reyes godos o heredero directo del Emperador Carlos V. Salvo la Sra. Cospedal que en vez de gobernar se dedicó a administrar la ruina de la crisis (y así le fue) el resto de taifas  se suben a los torreones del Alcázar y desde allí contemplan los cuatro puntos cardinales que abarcan su imperio; descienden luego a “San Gil” a soltar la perorata de conveniencia y entre aplausos de paniaguados y abucheo de aspirantes a serlo, terminan su procesión en “Fuensalida”, donde allí y  lejos de los ruidos de la chusma opositora, reúnen a su corte de soplagaitas y tiralevitas para santificar el mazapán por encima del morteruelo o el atascaburras.

La celebración del Corpus, primera fiesta local de la “ciudad imperial”, no es algo que se celebre solamente en Toledo; se trata de una fiesta religiosa de primer rango que se celebra en toda España pero que con la desaparición del santoral festero en el nuevo régimen, la iglesia decidió trasladar esa festividad al domingo siguiente y así se hace salvo en aquellos lugares, como Toledo, en los que disfruta de un carácter especial.

Tan especial es el Corpus de Toledo que el “taifa” Page cuando solo era “zalmedina” y “zabazoque” de la ciudad,  solicitó del “valí” Barreda que extendiera por todo el reino tal celebración, cosa que estableció en 2011 y desde entonces todos los territorios gobernados por Toledo tienen la obligación de rendir culto el mismo día que se hace en Toledo, imponiendo así la fiesta patronal de la “capital del imperio” sobre las otras fiestas patronales de las restantes cuatro capitales de provincia castellano-manchegas, ninguneando a la Virgen del Prado de Ciudad Real, la Virgen de la Antigua de  Guadalajara, San Julián de Cuenca y San Juan de Albacete. ¿Por qué no establecen para con los Patronos la misma alternancia con que se celebra el día de la región? Solo de pensar en el careto que se les quedaría a los orgullosos toledanos celebrando San Julián un 28 de enero , me partiría de risa.

No solo es impertinente la imposición a toda la Región de la celebración de la fiesta patronal de la capital toledana sino que además, en una época en la que pretendemos no perder jornadas laborales en interminables puentes, nos obligan a celebrar una fiesta en jueves, que descoloca al mundo laboral y beneficia especialmente a la Administración Pública que aprovecha cualquier oportunidad para reducir al mínimo la plantilla.

Contra Madrid se vivía mejor, dicen muchos de los que han conocido los dos últimos regímenes. Ahora el poder de Madrid se reparte en diecisiete capitales regionales que miran para sí mismas repartiendo al resto las migajas. No sé como hubiera sido la permanencia de Albacete dentro del reino de Murcia y su posterior Comunidad Autónoma pero de lo que estoy convencido es de que según un dicho de mi pueblo: “Albacete pinta en Toledo menos que chafachorras en Madrid”. Tan poca es la consideración en que se tiene a Albacete que el taifa toledano se permite hasta negociar en nuestro nombre y colocarnos  no uno sino dos alcaldes a su antojo. Como lo mismo ha hecho en Ciudad Real y Guadalajara se confirma mi convicción de que las otras cuatro provincias de la región no son sino colonias de Toledo, un colonialismo por cierto aplaudido por tanto paniaguado de provincias que desde la política  y la administración son fieles servidores del despotismo allí instalado.

El Corpus para los toledanos, nosotros tenemos nuestro San Juan y nuestra Virgen de los Llanos. No necesitamos más.


 

lunes, 3 de junio de 2019

SELECTIVIDAD, ¿Y DESPUÉS QUÉ?





SELECTIVIDAD, ¿Y DESPUÉS QUÉ?

Hoy dan comienzo las pruebas de acceso a la Universidad, la selectividad, que es como se conoce popularmente obviando los tecnicismos con que cada Ministro la bautiza. Comienza hoy en Castilla-La Mancha y continuará en el resto de CCAA hasta mediados de Junio para los 300.000 estudiantes que este año se enfrentan a la prueba. Al ser la educación una de las competencias descentralizadas, son numerosas las quejas de estudiantes por las diferencias de contenidos y niveles que se exigen en cada una de las CCAA y en la fase quinta para idiomas oficiales en las CCAA que los poseen, que obliga a todos los que se examinan en ellas. Los  estudiantes catalanes, valencianos, baleares, vascos o gallegos deberán superar además la prueba del idioma. No es la primera vez que desde el Ministerio se pretende realizar una prueba única en toda España, la última la Ministra Celaá aunque a la hora de la verdad todo se quede en una declaración de intenciones.

Un alto porcentaje de los estudiantes que terminan el Bachiller optan por continuar sus estudios en la Universidad y menos de la tercera parte del total elige los grados medio y superior de la  Formación Profesional, aunque desde el mundo empresarial y la misma UE recomienden esta última como modo de enriquecer el mundo laboral con altos niveles de conocimientos prácticos que afectan a la calidad y productividad de los centros de producción. En España la FP es socialmente la segunda vía y por mucho que ahora el Ministerio de Isabel Celaá se llame de Educación y Formación Profesional se está muy lejos de conceder a la FP la importancia que requiere; de hecho, en España el porcentaje de titulados de FP alcanza el 24% mientras la media europea es del 48% y en el total de la población activa de la UE el 50% tiene titulación de FP. Un reciente informe de la OCDE destaca que en 2020 dos tercios del crecimiento de empleo corresponderá a titulados medios y superiores de Formación Profesional mientras en España seguimos ensimismados con la titulación universitaria.

El gran acierto de los tecnócratas de los Gobiernos de Franco fue la creación de las Universidades Laborales cuando las Universidades estaban aún reservadas para las clases pudientes y en todo caso para un sector de  las clases medias urbanas. Para el medio rural en general la Universidad era inasequible y las Laborales hicieron posible que multitud de alumnos de este entorno pudieran obtener titulaciones medias y superiores que hicieron posible el despegue económico de la España del último tercio del Siglo XX. Gracias a la aportación de las Universidades Laborales se crearon y fortalecieron empresas punteras que aún existen. En comunicaciones, Iberia, Renfe o Telefónica. En automoción Seat, Pegaso, Barreiros, CASA o Motor Ibérica. Los astilleros públicos y privados, las petroleras Repsol y Cepsa y las eléctricas Hidroeléctrica Española, Endesa, Iberduero  y otras muchas en un largo etc., todas ellas se nutrieron del personal altamente especializado que salía de las Universidades Laborales y que ocuparon segundos y hasta primeros escalones en la gestión y dirección de estas empresas.

En el nuevo régimen, con la partición de España en 17 mini estados y la descentralización de casi todas las competencias estatales, las  CCAA crearon sus propias Universidades con la sana intención de que éstas llegasen a todas las clases sociales a diferencia del régimen anterior y satisfaciendo a las clases menos pudientes que pudieron ver a sus hijos con niveles de formación imposibles en otros tiempos. Nació la titulitis y hubo más de una Universidad pública y alguna privada donde los títulos salían como churros y las tesis doctorales como las porras, una por rosca. Universidades descentralizadas con hasta cinco  campus, costosas y difíciles de mantener como la Universidad manchega que se sitúa en el nivel de clasificación 9 de entre 11 en que se ha dividido el ranking universitario español (Fundación BBVA e IVIEV; El Español, 25 Abril 2019).

Todas las familias sueñan con hijos universitarios, están en su derecho y la sociedad debe atender esta aspiración. “La Universidad es para los alumnos inteligentes, la Formación Profesional para los más torpes y vagos”. Esa es la imagen que se ha instalado en la sociedad actual a la hora de calificar a los estudiantes y que la clase política no ha hecho nada por hacer cambiar. Se da la circunstancia de que el índice de paro entre los graduados universitario alcanza el 30% mientras que entre los titulados de FP es solo del 10%. Se da también la circunstancia de que el conjunto de Universidades públicas y privadas están lanzando al mercado bastantes más titulados universitarios que los que el mercado laboral es capaz de asumir y aún teniendo en cuenta la facilidad de movilidad entre las fronteras de la UE. De nada sirve producir graduados que son carne de desempleo y mal funciona la orientación en los Institutos cuando no se hace ver a los alumnos qué estudios tienen porvenir y cuáles son los menos demandados por la sociedad. En el informe de Adecco (El Español, 18 Junio 2018) las 25 carreras universitarias más demandadas por orden de preferencia  son : ADE, ADE y Derecho, Arte y Diseño, Arquitectura, Biología y Biotecnología, Bioquímica, Comercio y Márketing, Derecho y Criminología, Economía, Educación, Enfermería, Ingenierías diversas (puestos 12 al 19), Medicina, Periodismo, Psicología, Química, Relaciones Laborales y RRHH y  en el lugar 25 Turismo.

Dentro de la Formación Profesional hay que  distinguir entre las especialidades de “bata blanca” y de “mono” y aunque las primeras son las más demandadas no siempre son las mejor retribuidas ni las que mayor oferta de trabajo ofrecen . Entre las de grado superior destacan por su preferencia y por la facilidad de  encontrar empleo: Informática, Desarrollo de Aplicaciones Web, Marketing y Publicidad, Administración y Gestión y Diseño y Patronaje. En las de grado medio destacan por su preferencia: Gestión Administrativa, Administración y Finanzas, Aplicaciones Informáticas, Diseño de Sofware, Comercial, Electricidad y Fontanería, Auxiliar de Clínica y Sistemas Microinformáticos y Redes. Todas ellas con oferta de empleo y medianamente bien retribuidas.

Europa tiende a potenciar cada vez más la formación profesional mientras que en España seguimos pensando que a ella acuden los que no sirven para otra cosa. Obras son amores y no buenas razones, el cambio de nombre al Ministerio es un brindis al sol si no se empieza por reestructurar esas enseñanzas, con un profesorado seleccionado y cualificado, unos contenidos exigentes y una titulación que se corresponda con los estudios y prácticas cursados y sea homologada en cualquier país de la UE. Si esto no se hace así, seguiremos enviando al paro multitud de universitarios que habrán visto truncadas sus ilusiones y esperanzas y solo los más preparados con formación postgrado encontrarán en plazo más corto el puesto de trabajo.