LA CABALGATA DE FERIA
Nunca la política había descendido tanto de categoría como
hasta estos momentos en que se ha convertido en el mercado del sillón, el
sueldo, la fama personal, el olvido del
fin único y principal que es el de gobernar para el bien de todos. La
política hoy día es simple mercadeo de intereses personales, así que hastiado
de tanto postureo, dejo que escriban de los políticos los profesionales del
periodismo que en gran parte comen de ellos y yo me vengo a lo pequeño, a lo
lugareño, a lo cotidiano de dónde ocurren pocas cosas pero importantes para
quien las vive. Este es el caso de la Feria albaceteña y de su Cabalgata
inaugural que tantos ríos de tinta ha producido, tantos parches ha sufrido y
tan poco prestigio ha conseguido.
Siempre se ha criticado que la Cabalgata de Feria es
monótona, carente de arte y de ideas, masificada, lenta, no siempre acorde con
el motivo que se celebra, anárquica, más parecida a una romería mariana donde
lo que predomina es el jamón y la bota de vino. Varios han sido los intentos por
dignificar esta manifestación popular de alborozo por la Feria que empieza pero
no acaba de conseguirse aunar historia, tradiciones y futuro para convertirla
en escenario donde mostrar al mundo lo que Albacete fue, lo que es y lo que
está en disposición de ser.
Este año el
ayuntamiento ha publicado unas nuevas bases y concurso para elaborar las carrozas de la cabalgata. Los motivos de
las mismas se especifican con claridad:
“Se establece como temática del concurso: A.-
Hitos históricos y efemérides de Albacete. B.- Albacete monumental. C.-
Albacete, ciudad de la cuchillería”. Bueno, pues ahí está recogido lo que yo refería,
pasado, presente y futuro.
La ex concejala y ahora diputada regional de Ciudadanos,
Carmen Picazo, ya comentaba que “es muy larga y con carrozas monótonas”,
proponía “mejorar la presentación y darle más dignidad al vestuario”, porque
“no debería participarse en la cabalgata llevando una minifalda o un pantalón
de tela manchega”. El año pasado desfilaron
60 carrozas con 125 colectivos y un total de 12.000 participantes, en su
gran mayoría sin más atuendo manchego que la camisa blanca remangada, gorra y
pañuelo, música de lata en algunas de ellas
y suculenta merienda en bastantes, lo más parecido a una romería.
Las bases, elaboradas por la anterior
Corporación con el apoyo de Ciudadanos establecen claramente quiénes y de qué
forma pueden participar en la cabalgata, carrozas
temáticas o grupos temáticos sin
carroza. Las carrozas, un máximo de 40 y con no más de entre 40 y 50 acompañantes en cada una y los grupos
temáticos, que desfilarían a continuación de la Virgen y autoridades, los
aprobados según el proyecto presentado. Todo hacía pensar que la cabalgata de
este año iba a resultar más interesante que las anteriores, pero la tardía
publicación de las bases a consecuencia del proceso de constitución de la
Corporación y la protesta de peñas y asociaciones empeñados en mantener la
vulgaridad de años anteriores, ha hecho recular al alcalde que ha decidido
aplicar flexibilidad a la Resolución, de forma que este año volveremos a
presenciar el mismo espectáculo de romería popular, con miles de participantes
ataviados a su antojo y pasándose la temática establecida por el arco del
triunfo.
Quién esto escribe, uno de los cuatro fundadores de la
veterana Peña El Sarmiento, ha
participado y tomado parte en la confección de algunas de sus carrozas y no
puede ver con agrado la masificación sin orden ni concierto, la falta de
calidad, originalidad e inadaptación al hecho que se celebra, que son las
características predominantes y que dan lugar a una monótona, pesada y aburrida
repetición de simulados patios manchegos, con cuatro colgajos y unas bien o mal
ataviadas señoras tirando caramelos y confeti.
Sea por lo que fuere y por lo que se ve venir, este año más
de lo mismo. Confiemos en que para el año próximo la Corporación haga cumplir
la nueva normativa.