FRANCO YA DESCANSA EN PAZ
Franco ya descansa en paz, o eso es lo que creo, porque al
haberlo enterrado en un panteón cuya propiedad es del Patrimonio Nacional,
quién dice que no vendrá otro descerebrado izquierdoso a vengar a su
tatarabuelo y entierre sus restos en el osario común del cementerio.
Enhorabuena Pedro Sánchez, además del título mal ganado de
“Doctor cum Fraude” ahora puedes adornar tu despacho con otro más el de “Enterrador
de Cuelgamuros”. Con este título ya pasas seguro a la Historia, aunque hubieras pasado de todas formas como el
Presidente con complejo de “Rey Sol” que huyó de los vivos y guerreó con los
muertos. El Presidente cobarde que se escondía bajo la cama mientas Barcelona
ardía por los cuatro costados en la mayor insurrección conocida desde los
crímenes de Luis Companys. El Presidente que, una vez apagada la hoguera a
costa de trescientos héroes policiales heridos y maltrechos, se presentó en
Barcelona al estilo del más puro gánster, con escolta metralleta en mano, para
ir a hacerse la foto en un hospital al que entró –muy feminista él- saludando a
mandos policiales y no mirando siquiera a la cara de la agente de la policía
que le saludaba en la puerta.
El Presidente que presume, en boca de su socio titiribaile
Iceta, de la satisfacción de que el TS no obligue a cumplir la mitad de las
sentencias a los del procés y permita que en dos días estén en la calle. El
Presidente que está quitando toda importancia a la rebelión catalana, primero
instando a la Abogacía del Estado a que la calificase tan solo como sedición,
segundo invitando a los jueces
“progresistas” a que se opongan al cumplimiento mínimo de condena y después calificando de simple tumulto
callejero la insurrección de los terroristas del CDR que lanzaron cócteles molotov, adoquines, bolas de
hierro y ácido, intentaron colocar artefactos explosivos, derribar helicópteros
policiales y mandaron al hospital a no
menos de trescientos policías nacionales y autonómicos, alguno en estado muy
grave. Todo ello por mantener el favor de los golpistas de Oriol Junqueras ,
aquel que traicionó a Soraya, le aupó a él al Gobierno y luego le traicionó provocando su caída.
Este héroe de pacotilla que encandila al rojerío presumiendo
de haber sacado a Franco no ha hecho sino aprovecharse de él para hacer campaña
y tratar de conservar su disminuido crédito. Es fácil ir de valiente con los
muertos, sobre todo si se está en el poder y se tiene a su favor a los jueces
que han de darle la razón quitándosela a los herederos y auténticos
depositarios legales de los restos del finado.
Presumirá de haber sacado los restos del dictador del lugar donde aún recibía adhesiones para enterrarlo en otro
con gruesas rejas metálicas y puerta blindada, con llave en poder del Gobierno
como si de una cárcel se tratara. A eso se une la cobardía de no reconocer que
durante cuarenta años fue el Jefe del Estado Español y que como tal merecía ser
tratado con los honores propios del cargo y permitir que una bandera de España
arropara su féretro. Franco con sus defectos fue más español y más digno que
este fantoche irrespetuoso y vengativo que se cisca en su memoria. Cuando la
Historia juzgue con objetividad la España de los Siglos XX y XXI, Franco
ocupará muchas páginas, con lo bueno y lo malo, que de todo hubo, mientras que
de este insignificante se escribirá “un tal Sánchez…” con un asterisco y una
nota a pie de página diciendo: ”el que desenterró a Franco”.
No estoy en contra de la exhumación y posterior inhumación de
los restos de Franco. Si el Parlamento español así lo decidió yo podré estar en
desacuerdo pero respeto lo decidido. Sí estoy en contra de la inoportunidad del
momento, del odio que destilan Sánchez y su ayudante Carmen Calvo, de la falta de respeto a quién fue el Jefe
del Estado durante cuarenta años y de la burda maniobra de utilizar el traslado
de Franco con el fin de aumentar los votos de la izquierda cabreada y aburrida.
Hoy le llega la
sonrisa de oreja a oreja al rostro más feo del Gobierno, la cara de la
Vicepresidenta es el espejo de su alma. Mi deseo es que, al igual que el Cid
Campeador, Franco gane la batalla después de muerto y el 10-N dé con los huesos
de Sánchez en la oposición.
“En el día de hoy, cautiva en sus complejos y desarmada y
dividida la derecha, han alcanzado las hordas rojas sus últimos objetivos
psicológicos, ganar la guerra. La transición ha terminado sin haber servido. Cuelgamuros-Moncloa
24 de Octubre de 2019, 80° Año
Triunfal”. Éste podría ser el último
parte de guerra que la izquierda estaba esperando, pues ya lo tienen, que lo
copien y lo publiquen.
Hoy media España va de entierro. La
otra media lo ve pasar desde la ventana. Un muerto curioso, lo entierran dos
veces, la primera sus amigos, la segunda sus enemigos.