sábado, 21 de diciembre de 2013

EL NUEVO CÓDIGO DE CIRCULACIÓN Y "LA SACA"



El nuevo código de circulación obligará a usar casco en ciudad a menores y aumentará el límite en carretera hasta 130km/h. ¿Ganaremos en seguridad?
                                                                         



Más que prohibir, recomendar. Somos una sociedad civilizada
                                                                 
  Puede que ganemos en seguridad. 
Que van a recaudar más, eso es seguro

La ampliación a 130 Kms. hora en algunos (mínimos) tramos es la tapadera de la limitación a 90 en el resto de carreteras del Estado, lo cual es retroceder a la época de “600”. La ley de circulación vial debería contemplar que se eliminaran todos los puntos negros que actualmente existen y que se hiciera una inversión continua en el mantenimiento de las carreteras secundarias eliminando la titularidad provincial y local de las mismas.

Cuando al labriego se le escape la vaquiña y en una curva se la lleven por delante dice la nueva ley que la culpa no es del labriego sino del conductor y del atropello de los animales que saltan las vallas de las autovías no es responsable el Estado sino también el conductor.

La nueva ley parece ser de carácter tan represivo como lo aparenta en sí la DGT. Su afán recaudatorio ha calado profundamente en la población y la proliferación de limitaciones que bien pudieran sustituirse por recomendaciones así lo hace sospechar. Si es cierto que a los agentes se les condicionan sus complementos salariales en función de las multas que ponen, esto sería propio de un país totalitario o tercermundista y debería investigarse y cargar contra los responsables.

La misma obtención del permiso de conducir es un atraco al ciudadano por cuanto se le ocasionan unos gastos muy difíciles de digerir por las familias, solo por enseñarles a superar un examen no por enseñarles a conducir, ni siquiera a poner unas cadenas en la nieve. La formación vial debería implantarse obligatoriamente en escuelas e institutos, reduciendo los costes de la obtención del permiso de conducir aunque se aminore el negocio de las autoescuelas. Igualmente deberían ser gratuitas las gestiones en la DGT que afecten a renovaciones, trasmisiones, altas y bajas etc. La impresión de la ciudadanía es que la DGT es una fábrica de hacer dinero a costa de los contribuyentes. ¿Será por eso por lo que no se atreven a incluir su valoración en las encuestas del CIS?
                                                               
Francisco del Hoyo, articulista del diario EL PUEBLO de Albacete. Las dos caras de la noticia  Sábado, 21 de diciembre de 2013


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