Y EN POLÍTICA, ÉRAMOS POCOS Y ...
Decía la semana pasada que “éramos pocos y parió la abuela” en alusión al nuevo mesías de Marinaleda. Hoy digo lo mismo pero pensando en el mundo de la política, que no deja de expandirse como si fuera una galaxia. Éramos pocos y apareció Rosa Diez, escapada del socialismo reinante y con vocación de Juana de Arco, Ángela Merkel o Cristina Fernández de Kirchner. Vendedora de humo y de utopías, creció a la sombra del desgaste zapateril con un partido centrista de vocación transversal, laico y progresista, centralista y federalista al mismo tiempo y puente flotante entre riberas de cualquier rio. Nació con buena estrella y así le va tanto por los méritos propios como por las favorables circunstancias. Su ansia de protagonismo raya en el esperpento pero ella y unos pocos más ya viven holgadamente de la política.
En el panorama político vasco los proetarras se organizaron de forma aparentemente pacífica y Bildu, sin condenar lo condenable y con la bendición del Constitucional, ya controla la Diputación General de Guipuzcoa y más de un centenar de municipios, entre ellos el de San Sebastián donde su alcalde Juan Carlos Izaguirre, en un discurso cargado de cinismo, prohíbe los toros en la fiesta grande porque “el sufrimiento animal no debe convertirse en espectáculo público”.
El día 21 de Octubre las provincias vascongadas se habrán entregado, mejor rendido, al nacionalismo proetarra y todos aquellos que en su momento dieron alas a ETA y su entorno perecerán en el envite electoral. Patxi López y los suyos volverán a la oposición sin reconocer que el seguidismo y la pérdida de identidad les ha conducido a ello. Los nacionalistas del PNV con el siniestro Urkullu a la cabeza, acabarán fagocitados por haber querido utilizar en beneficio propio el entramado político etarra y la fuerza que le confieren sus comandos. En su desesperación por la pérdida del poder no dudaron en echarse en brazos de los etarras y a la larga van a pagar un alto precio por ello aunque a corto vuelvan a sentar sus posaderas en Ajuria Enea.
El intento de ruptura de las Vascongadas con el resto de España está servido. Ya de hecho mostrarse español es motivo de amenazas por parte de los ediles de Bildu y todo ello gracias al innombrable Presidente y al Tribunal Constitucional que permitieron que los enemigos de España pudieran gobernar una parte de España. Ya comenté en un artículo anterior que el concepto de traición a la Patria hay que redefinirlo y los resultados del día 21 me darán la razón.
Y por si éramos pocos, ahora aparece Mario Conde en su tercer intento de conquistar la Moncloa. El primero solo fue un amago cortado de raíz por el status bancario, que no aceptó al advenedizo y por los políticos, Aznar y González, que temieron de su inteligencia y tenacidad. El segundo acabó en un descalabro en las elecciones de 2000, consiguiendo solamente algo más de 23.000 votos al frente de UC-CDS. El próximo 6 de Octubre se celebra en Madrid el Congreso constituyente del SCD, Sociedad Civil y Democrática, del que Mario Conde será presidente con la idea de presentar batalla ya en las elecciones gallegas.
Hay quién piensa que la polarización entre izquierdas y derechas y la creciente fuerza del nacionalismo dificulta la existencia de partidos de centro, cuya labor de puente ya la ejercen, para desgracia de los demás, los nacionalistas tanto a un lado como a otro.
Hay también quién le tilda de “nueva derecha populista” esgrimiendo que el deterioro del prestigio de la clase política y el descontento general del pueblo puede propiciar el nacimiento de líderes populistas que atraigan el voto de los descontentos con el sistema.
Otros lo bautizan como “la UPyD de la derecha”, partido con el que parece tener bastantes coincidencias, empezando por la transversalidad y continuando por las tesis centralistas y regeneracionistas.
Hay quién niega al ex convicto el derecho a representar al pueblo, sobre todo porque fue condenado por delitos económicos cuando gobernada una importante institución bancaria. Hay lógicamente quienes lo defienden y apoyan desde los medios de comunicación afines, el grupo Intereconomía y una facción del PP descontenta con la falta de participación y democracia en el mismo, la plataforma “Democracia y Libertad en el PP”, cuyos pertenecientes, unos dos mil, ya han anunciado el abandono del PP y su ingreso en la nueva formación.
En el PP seguramente están preocupados por el nacimiento, que quisieran aborto, del nuevo partido de tal forma que Rajoy, dicen, está animando a Núñez Feijóo a adelantar las elecciones de forma que el SPD no pueda concurrir a ellas (lo mismo que ha hecho el lendakari López para que los exiliados vascos no puedan votar, supuestamente al PP).
El ideario del SCD se basa en la ausencia de fe en el actual sistema y en el reconocimiento de la incapacidad de los dos grandes partidos para poner remedio a los males que le aquejan. Propone de partida un proceso constituyente que reforme la injusta ley electoral, transforme el Estado de las Autonomías, elimine por inútil el Senado, acabe con la guerra idiomática y consagre la independencia de la Justicia.
Pretende extender los supuestos de iniciativa popular y no acepta la obligatoriedad de los convenios colectivos sectoriales actuales, abogando por una menor participación de los Sindicatos en la vida política, para los cuales así como para los Partidos, Patronal y otras Instituciones pretende igualmente eliminar las subvenciones estatales, restringiendo al mismo tiempo los derechos y prebendas de la clase política.
Este programa podría ser suscrito por una gran mayoría de españoles pero no deja de basarse en un discurso utópico y populista que, como en el caso de UP y D, servirá para alimentar el ego de sus dirigentes y poco más. Las reformas tienen que venir por otro camino aunque no es malo que desde aquí se vaya educando y concienciando a la gente de su necesidad. En cuanto a los dirigentes de uno y otro Partido, en su ficha personal puede anotarse: Valor, se le supone. Méritos, se le desconocen. Ansia de poder, “muchisma”.
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