martes, 7 de enero de 2014

LA GALAXIA DE LOS JUECES

LAS ESTRELLAS EN EL CIELO, NO EN LOS JUZGADOS


Hoy he vuelto a ver la imagen de la repugnante reunión de los asesinos de ETA y otra vez me ha revuelto el estómago. Si esto me pasa a mí que no tengo familiares o amigos víctimas de la banda asesina, que sentirán los que, teniéndolos, tienen que tragarse la rabia y sujetarse las manos para no correrlos a hostias. No me cansaré de repetirlo, ETA ha derrotado al Estado gracias a la traición del infame Zapatero y a la pasividad cobarde de Rajoy, ayudados ambos por el indigno Tribunal Constitucional y por los jueces estrella, que recogieron el testigo de Garzón y lo pasean con descaro por los tribunales.
Aunque no en la misma proporción, también me ha revuelto el estómago la imagen del juez Pedraz, ese juez que va de moderno, con melena de ejecutivo, llamando la atención por donde pasa y chupando cámara como cualquier otra figura mediática. Posiblemente el juez Pedraz sea una buena persona, responsable y cumplidora con su obligación pero desgraciadamente no es esa la imagen que da y yo, a la vista del envoltorio, me inclino a pensar que lo que se ve por fuera es una muestra de lo que hay por dentro.


Qué manía la de los jueces modernos de convertirse en estrellas mediáticas. Yo siempre he tenido la idea de un juez serio, respetable, alejado de los mundanales vicios, con una cierta inclinación hacia el poder y los poderosos, discreto y con un círculo muy limitado de amistades. Después he ido descubriendo que la carrera judicial es para muchos el pasaporte al poder y a la fama. No acabo de comprender como las rancias familias terratenientes de Ciudad Real o Jaén son las mayores proveedoras de jueces al sistema. Solo lo entiendo desde la  lógica de acaparar poder para poder seguir manteniendo esa ranciedad que les hace situarse por encima de los demás.
De los cuatro jueces más mediáticos en la actualidad, Santiago Pedraz, Pablo Ruz, José Castro y Mercedes Alaya, solo justifico a esta última porque está haciendo un trabajo serio y difícil, sufriendo todas las zancadillas, impedimentos, dificultades, campañas y  acoso, que solo una persona con una especial firmeza es capaz de soportar. Qué lástima que su trabajo vaya a caer en saco roto en el momento que impute a aforados y el juicio a la Cueva de Alí Babá pase a manos de la Audiencia Nacional o el Tribunal Supremo, que igual da atrás que a la espalda.
Sin dudar de la integridad de los otros tres, sí se les puede echar en cara su extremada lentitud. Yo quisiera pensar que esa lentitud es debida a la complejidad de lo investigado o a la escasez de medios de la justicia y me sublevaría descubrir que el juez Ruz seguirá mareando la perdiz hasta ver arruinado y descompuesto al PP o que el juez Castro ha abrazado la causa republicana. Mal asunto cuando en la vida se va de guapo o de progre y peor aún si se tienen responsabilidades como las de estos personajes.

Las estrellas deben estar donde están, en el firmamento. Nunca presidiendo los juzgados.

Paco del Hoyo. "Arriba Periscopio" 07/01/2014 

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