ENCUESTAS Y ENQUISTES
Hay una cosa de la encuesta que realiza Sigma 2 para El Mundo
que me sorprende: La puntuación obtenida por Rosa Díez, Albert Rivera y Cayo
Lara. El hecho de que los tres políticos más valorados sean los líderes de los partidos que
supuestamente recogerán los votos de los descontentos viene a significar que la
gente confunde el culo con las témporas. Es normal que el Gobierno del PP sufra
un desgaste mayor que ningún otro porque ha tenido que asumir políticas
impopulares que no agradan al ciudadano y que los partidos de la oposición, aun
reconociendo en privado su necesidad, han utilizado para lanzar la mayor campaña
de oposición destructiva que se conoce. Es normal también que la oposición,
sobre todo la del PSOE resulte ineficaz, primero por el personaje que la
dirige, Rubalcaba, que debería haber dimitido nada más conocer los resultados
electorales y segundo porque ellos fueron los causantes de la situación actual
y los planteamientos que esgrimen vienen a ser exigencias al PP de lo que ellos
fueron incapaces de hacer. La baja puntuación a los miembros del Gobierno es
lógica desde el punto de vista de su difícil gestión y desde la decepción que
han causado en la población el creerles casi sobrenaturales y esperar de ellos
el milagro de la noche a la mañana. Más preocupante es la mala puntuación de
Rubalcaba, por detrás de Rajoy, cuando lo suyo sería ir siempre por delante.
Rubalcaba ha hecho bueno el dicho de que ”estar en el Gobierno quema, pero
quema mucho más estar en la oposición”.
Hasta aquí puedo comprenderlo todo pero cuando veo los tres
políticos más valorados me desternillo de risa. La gente confunde que aunque
sean los tres partidos susceptibles de recoger los votos del electorado
descontento y su ascenso se deba a razones coyunturales, eso no significa que
tal ascenso se deba al carisma de sus líderes ni a la labor que realizan en la
oposición. En todo caso Albert Rivera sí tiene el mérito de enfrentarse cada
día al desmadre catalán, cosa que no hace Rajoy y menos aún Montoro. Rivera da
la cara y hace lo que predica y por ello recogerá la mayor parte del voto
españolista catalán que antes hubiera recogido el PP.
La oportunista Rosa Díez, es eso, una oportunista sin
programa de gobierno, con actuaciones populistas y demagógicas buscando siempre
el desliz, el tropezón o el fallo del contrario para hacer de ello causa capital
de su política diaria. Rosa Díez se parece a la “vieja del visillo”, pendiente siempre
de quién se mueve y qué se dice, con el fin de obtener rédito de ello. El
posible ascenso de su partido nunca se deberá a los méritos de tal señora, por
mucho que ella vaya de salvapatrias creyéndose un San Pedro, dueña de las
llaves del Reino, que podrá abrir o cerrar a su antojo a sociatas y peperos. No
sé que ve la gente en ella para calificarla como la mejor política en activo de
toda España; claro que tampoco sé que ve la gente en “la princesa del pueblo”
para que sus memorias sean un best seller.
El tercer político mejor valorado, Cayo Lara, para echarse a
llorar. ¿Alguien conoce algo que haya hecho Cayo Lara por la sociedad deprimida
a la que constantemente se refiere? Su colección de sandeces en la tribuna del
Congreso pasarán a la historia como ocurrencias del más indocumentado de los
diputados. Tiene, eso sí, el mérito de apoyar en el gobierno a los mangantes
del PSOE andaluz aparte de ser el jefe en Madrid de los que habitan la cueva de
Alí Babá en Andalucía , Gordillo y compañía. El partido de Cayo Lara solo ha
subido en época de vacas flacas del PSOE. Cuando los socialistas han remontado
IU ha vuelto a ser aquello para lo que está destinada, una formación política
residual que solo vive del pasado de una
revolución trasnochada que la nueva sociedad occidental desterró en buena hora.
La gente confunde la intención de voto con el personaje que va a encabezar la
formación a la que se vota. Una cosa es
estar cabreado con Rubalcaba y otra muy distinta es estar seducido por Cayo
Lara. IU es una amalgama tan variopinta que solo podrá funcionar en la
oposición. Si alguna vez tocan poder acabarán a guantazos, como la memoria histórica
nos recuerda.
De las encuestas a los enquistes. El PSOE está enquistado,
sin ver el camino de salida ni tener el guía que los saque de este estado
vegetativo. Enquistado en sus planteamientos, en la rancia pelea de echar en
cara a los demás sus mismos pecados. Enquistados unos cuantos en Ferraz luchando
para que nadie los mueva del sillón.
Enquistados en el pasado. Cuanto no estarán que hasta la portavoz en el
Congreso ha vuelto a jalear a “las miembras” del partido para que luchen por no
parir. “Los y las miembras aquí reunidos y reunidas”, decía una socialista albaceteña.
En Génova y en Moncloa también hay mucho enquistado mirándose el ombligo a pesar
de la que está cayendo. Allí también tienen nombre los sillones y cada cual
lucha porque no se borre el nombre en el suyo. Mira que si entre Rajoy y
Rubalcaba consiguen que Gordillo presida Andalicía. Vivir para ver.
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