domingo, 26 de enero de 2014

LA BATALLA DE CATALUÑA




LA BATALLA DE CATALUÑA

El año 2014 pasará a la historia como el año de la batalla de Cataluña, es decir la batalla incruenta que el pueblo español  libró contra un grupo de fascistas catalanes, capitaneados los de derechas por Artur Más y los de izquierdas por Oriol Junqueras, que pretendían secuestrar la soberanía de los españoles y someterla a su  capricho al objeto de hacer de Cataluña un estado independiente.

De momento la batalla de Cataluña tiene tres frentes abiertos. En primer lugar, el legal, con clara inclinación hacia los que creen en la unidad indisoluble de España y en la vigencia de lo establecido en la Constitución; dentro de este frente es indispensable el compromiso de la Justicia para hacer cumplir la ley y las numerosas sentencias del Supremo y el Constitucional.


                                           

En segundo lugar,  el político, donde el Gobierno puede jugar las bazas de dividir a los secesionistas, decir al pueblo español de Cataluña las consecuencias de la locura del líder mesiánico fascista de Mas, demostrarlas con argumentos histórico y datos económicos, controlar la ejecución de los presupuestos aprobados por el gobierno catalán y forzarle desde el Ministerio De Hacienda  a que no se produzcan desvíos a otros asuntos no reflejados en los mismos; en este frente no es menos importante la labor y el compromiso de la oposición y de las Instituciones, con un mismo mensaje claro entendible en Madrid y en Barcelona y una voluntad de hierro en defender el modelo de Estado creado en 1978.

El tercero, el mediático, en donde Gobierno, oposición e Instituciones, deben hacer llegar el mensaje a todos los rincones de la geografía catalana, por encima del continuo bombardeo antiespañol de la prensa, radio y la televisión controladas o alimentadas por el gobierno catalán.



En el primero de los frentes, el legal, nada hace pensar que el gobierno fascista de Cataluña, acostumbrado a pasarse por el arco del triunfo las sentencias de los altos tribunales del Estado, vaya a cambiar ahora ante la negativa de las Cortes a ceder a sus pretensiones. Ya lo ha dicho Más al finalizar el discurso de Rajoy: “habrá consulta legal porque el gobierno de Madrid ya se ha instalado en el no”. Mas seguirá alimentando el odio antiespañol con bravatas y salidas de tono dando por seguro que el Estado se doblegará ante Cataluña. A última hora y si la imposibilidad de efectuar la consulta fuera manifiesta, echaría mano del discurso demagógico del “España nos oprime, nos roba, nos asfixia, nos niega el derecho a decidir etc.” y convocaría a continuación unas elecciones autonómicas plebiscitarias, desvirtuadas de tal forma que  se identificase el voto a los partidos nacionalistas e independentistas con un sí a la independencia catalana, en cuyo caso y ya la Generalidad en poder de ERC y su comparsa, vendría a continuación la declaración unilateral de independencia que al no poder hacerse efectiva, tendría un gobierno catalán en el exilio.

Oriol Junqueras, ¿Presidente catalán en el exilio?
En el frente político hay que ver por un lado las causas de la inacción del Presidente Rajoy y de los titubeos de la oposición socialista. Habida cuenta de que todo lo situado a la izquierda del PSOE  sueña con volver a los reinos de taifas, la batalla política deben darla con claridad,   sin ambages ni vías alternativas PP y PSOE que representan a la gran mayoría de los españoles. La indecisión de Rajoy frente a la amenaza catalana se ha visto personificada en la incapacidad de hacer cumplir las leyes del Estado y las sentencias de los altos Tribunales. Solo cuando ha visto de cerca los cuernos al toro ha echado mano de la muleta para liarse a capotazos que ni doblegan al toro ni satisfacen al respetable. La proximidad de las elecciones europeas  y la aceptación por parte del partido de Durán i Lleida del texto y la fecha de la pretendida consulta, ha hecho mover ficha a todo el PP que ahora sale en tropel a recorrer los rincones de la Cataluña profunda para tratar de convencer en dos días d lo contrario a lo que  lleva entrando en el subconsciente de los catalanes durante años. Y todo esto sin hacer cumplir sentencia alguna de las que afectan a la lengua o a la educación, sin amenazar con echar mano de los resortes que la Constitución contempla y sin cortar el grifo al flujo constante de dinero para alimentar la política de llegar al estado independiente por la vía de los hechos consumados.

Artur Mas, promotor de una república catalana de corte fascista

La salida de Rubalcaba y sus voceros por derroteros que hablan de cambiar el modelo de Estado, saltándose la Constitución que en su momento juraron, no inspira mucha tranquilidad. El PSOE siempre cargará con el estigma del que se pasa al bando contrario buscando su propio interés o beneficio; ya lo hizo en 1934 rebelándose contra la República que en 1931 había contribuido a establecer. Los socialistas no son socios de fiar y si no que se lo pregunten a l ex presidente Bush; y ganar la batalla de Cataluña con aliados que en un momento determinado pueden cambiar de bando no es precisamente lo que ahora se necesita. La cobarde actitud de no presentar candidaturas en Cataluña al margen del PSC, perdiendo un fiel electorado y dejando a éste que se desintegre y quede como partido residual es claro indicio de que el PSOE no quiere desembarcar en Cataluña con una política contraria a la corriente independentista y prefiere, desde la comodidad de la oposición, nadar y guardar la ropa o poner una vela a Dios y otra al diablo.


El tercer frente, el mediático, va a tener como desenlace  una derrota gubernamental en toda regla. El catalanismo desde los tiempos de Pujol se ha ido incrustando en el sentir de la población autóctona y más peligrosamente en la población inmigrante, donde la fe del nuevo converso supera en virtud a la del catalán de raza. La imposición del idioma único y el mensaje catastrofista del estado que nos roba y nos oprime, continuamente trasmitido por todos los medios de comunicación, los oficiales y los miserablemente comprados, ha calado de tal forma en los sectores menos dotados intelectualmente, entre ellos el de los jóvenes, que es tarea imposible en lo que resta al 5 de Noviembre la de convencer al electorado  catalán del timo de la estampita que Mas les está proponiendo. La televisión catalana TV3 tiene una audiencia del 40,5% frente al 37,5% de Antena 3, 37,1% de RTVE-1, 36,2% de Telecinco, 21,2% de RTVE-2 y 7,2% de Intereconomía.

Si añadimos la inmensa cantidad de medios de titularidad municipal y otros , en Cataluña se oyen 108 emisoras de radio, se ven 115 cadenas de televisión y se leen 17 periódicos en papel y 11 digitales, todos ellos de titularidad catalana. Prácticamente todos estos medios están al servicio del independentismo y debidamente subvencionados por la Generalidad. Hasta los dos grandes, El Periódico y La Vanguardia han caído en la tentación de inclinarse ante el que manda y no dudarán en cambiar de señor si ello les produce beneficios. Vistas así las cosas, predicar en Cataluña es como hacerlo en el desierto. Quizás lo conveniente sea predicar en los Círculos económicos, Asociaciones de empresarios y similares, que es donde pueden recoger y entender el mensaje, seguramente se encargarían ellos de divulgarlo por su propio interés. También sería necesario  ir cerrando todos los foros internacionales y nacionales a Mas y sus embajadores. El aislamiento es lo que más puede asustar a la burguesía industrial catalana y si ésta se espanta la batalla está ganada. El tiempo nos irá despejando dudas. 

Paco del Hoyo "Arriba periscopio" 26/01/2014 

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