¿Cree que en Albacete se está haciendo lo suficiente para luchar contra el ruido?
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| Las terrazas, de día son un atractivo más de la ciudad |
Salvo regalar bozales para la calle, poco más se puede hacer
El problema del ruido en las ciudades es común y difícil de solucionar. El tráfico rodado, sobre todo el de motocicletas y ciclomotores, es el que más molesto resulta en época estival. Aquí sí que puede actuar la policía municipal vigilando el estado de los vehículos y las carreras nocturnas en determinadas vías urbanas.
Más difícil de controlar es el producido por las personas en las zonas de copas. Las medidas que se apliquen deben tener en cuenta las distintas temporadas del año, aunque desde la prohibición de fumar dentro de los locales y la habilitación de zonas semicubiertas en la calle casi se iguala el número de usuarios que permanece en la calle.
Cerrar ventanas, exigir vestíbulos e insonorizar locales es lo menos que se puede hacer pero lo de controlar el consumo de bebidas alcohólicas en las inmediaciones de los locales y lo de hacer callar a la gente es más complicado. Para empezar deben desaparecer todos los toldos para fumadores porque en ellos se invita al consumo. Se puede prohibir fumar en el local pero no tomarse el cubata mientras se fuma en la calle.
No se puede prohibir a la gente estar en la calle o concentrarse en determinadas zonas. Solamente cuando haya alteraciones del orden público puede y debe intervenirse . Si se instalan sonómetros en determinados lugares y se superan los niveles, la policía solo podrá aconsejar a los jóvenes que no hagan tanto ruido y poco más.
Lo de la mesa del ruido es un quiero y no puedo. Insonorizar, anticipar el cierre, eliminar las terrazas y los fumaderos, considerar botellón la reunión de tres jóvenes en la puerta de un bar de copas; todo esto puede hacerse pero ¿qué político se atreve a hacerlo?. Las decisiones de la mesa del ruido son más para justificarse ante los vecinos que para erradicar el problema
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