lunes, 6 de mayo de 2013

DEL BCE A LA INSOLIDARIA BANCA ESPAÑOLA



Mario Draghi, el debate entre austeridad y crecimiento


 DEL BCE A LA INSOLIDARIA BANCA ESPAÑOLA

 

El BCE (Banco Central Europeo) ha bajado el precio del dinero al mínimo histórico del 0,50% creando unas expectativas de mejora a nivel de eurozona que los Gobiernos y la banca deben aprovechar para acelerar el crecimiento. Dos han sido las razones más importantes que lo han permitido, el hecho de que Mario Draghi anteponga las políticas de crecimiento a las de austeridad al afirmar que “es partidario de plantear el debate entre austeridad y crecimiento”, y el índice de inflación que en abril se sitúa en 1,2%, pudiéndose permitir un margen de fluctuación de hasta el 2%. Sin riesgo de inflación se ve conveniente poner en circulación más cantidad de dinero inyectando liquidez a la banca para que a su vez fluya el crédito a las empresas, preferiblemente a las pymes, opina Draghi, y a las familias ya no solo en cuantía sino en mejora de condiciones.

Los más escépticos piensan que los efectos no van a ser ni tan próximos ni tan claros y si acaso pueden ser visibles en la financiación a corto y medio de las empresas, aunque comporten un riesgo extraordinario para las familias en los préstamos a plazos más largos. “La credibilidad se logra con planes a medio plazo de consolidación” viene a decir Draghi, dando la razón a quienes como Mariano Rajoy piensan que lo de hoy no es para mañana sino para pasado mañana a pesar del coste político que ello conlleva.

El BCE siente prioridad por la financiación de las pymes y para ello maneja varias opciones que aseguren la misma; una pasaría por facilitar directamente el crédito a través del Banco Europeo de Inversiones, BEI, que dispone para 2013 de un montante para préstamos de 70.000 millones de euros aunque esto pudiera acarrear dificultades en cuanto a que cargaría en su balance numerosos activos que pudieran resultar de alto riesgo, llegando incluso a una rebaja del “rating”. Otra consistiría en canalizar el préstamo a través de los bancos centrales nacionales que asumirían el riesgo de las operaciones pero podría darse el caso de que los controles establecidos por estos no fueran de la rigidez necesaria en algunos países del sur y por ello crea reticencias entre alemanes y nórdicos. Al final se llegará a una solución de forma que la intencionalidad de BCE pueda traducirse realmente en facilidades de financiación de las empresas.

Con la bajada del tipo de interés en préstamos al sistema financiero se pretende que el dinero llegue más barato a manos de empresas y particulares, de forma que a las primeras les permita financiarse y aumentar la producción y a los segundos aumentar su capacidad de consumo. Si a esto añadimos el que al poner más cantidad de dinero en circulación pueda descender la cotización del euro, estaremos fomentando también la exportación, única salida mientras el mercado interior se encuentre paralizado. Es el circulo que facilita el progreso, dinero más barato genera más inversión que se traduce en mayor producción; ésta se exporta por mejora de precios o se vende a las familias por mayor capacidad de consumo, dando lugar de nuevo a la necesidad de aumentar la producción y así, moviéndose dentro del circulo mientras la subida de la inflación no obligue a enfriar el proceso.

Montoro y De Guindos coinciden ...


Lo que va a pasar en España nadie lo sabe porque aquí, en la tierra de María Santísima, todo es posible y probable. De momento la incógnita está en saber cómo va a actuar la banca y vuelvo a incidir en que cuando hablo de banca creo necesario separar a la gran banca que ha traspasado nuestras fronteras o la que se mantiene dentro de ellas pero que adoptan criterios estrictos de negocio bancario serio y fiable, aunque con la vista puesta en la cuenta de resultados que ofrecer a sus accionistas como es normal y lógico, digo separar de la otra banca, la del enchufe y el mangoneo que ahora estamos pagando todos los españoles, porque, como he repetido en ocasiones, el impedir su quiebra nos ha llevado de momento a comprometer, con la garantía del Estado, cien mil millones de euros que ya veremos quién los paga.


... en el tamaño en que van a dejar la  clase media

Toda esta banca intervenida, nacionalizada o rescatada ha estado dedicando todo el disponible en atender las subastas del Tesoro (la gran banca también lo ha hecho) en perjuicio del crédito a particulares y empresas. En esto el Gobierno nos ha estado engañando haciéndonos ver que la fluidez del crédito estaba próxima cuando a la vez animaba a la banca a acudir a las subastas, con una rentabilidad igual o superior a la de cualquier préstamo pero sin necesidad de asumir riesgo. De esta forma el crédito ha llegado escaso y caro y por lo tanto inasumible. El Gobierno ha antepuesto la necesidad de refinanciar la deuda a unos precios caros pero razonables y ha sacrificado las fuentes que alimentan a las empresas, sobre todo a las pymes que son las que mayormente han pagado el costo de la crisis.

Con los particulares la banca se ha curado en salud. Con la adhesión a la norma de buenas prácticas bancarias ha tenido que renunciar a algunas condiciones abusivas que antes imponía pero lo ha hecho elevando los tipos de interés o los diferenciales y asegurando el beneficio. Así, los préstamos hipotecarios que antes se vendían con suelo y techo por los que actualmente se está pagando entre un 3 y un 4% a pesar de haber alcanzado mínimos el Euribor (0,51% en abril), están siendo sustituidos por otros en donde se aumenta el diferencial en 3 y hasta en 4 puntos; es decir, hecha la ley hecha la trampa, te quito un suelo “posible” de 3 puntos pero te aumento un diferencial “seguro” de otros 3 o 4 puntos, con el peligro que esto supone en operaciones a tan largo plazo donde no es difícil que haya desagradables repuntes del euribor.

Cabe la duda de si con el precio del dinero más barato la banca va a prestar también más barato. Ellos verán y también el Gobierno, porque lo cierto es que hay que reactivar las pymes y el autoempleo pero también hay que vender cientos de miles de viviendas del “banco malo” y de los menos malos. Santander, BBVA, Popular y alguno más van a comenzar sin duda a abrir, aunque tímidamente, caminos para reactivar su negocio de empresas y para deshacerse de la cantidad de activos peligrosos derivados del ladrillo. El peligro está en los demás, aunque bien mirado, una vez saneados sus balances con dinero de todos y desprendidos de la rémora de los activos tóxicos, venenosos y ruinosos del ladrillo, no tienen escusa para no volver al negocio tradicional, del que no deberían haber salido y que es tan simple como comprar dinero a un precio y venderlo a otro mayor, sin usura, que les permita mantenerse y generar unos beneficios razonables.

Si la banca no lo hace, el Gobierno tampoco tendrá escusa para no obligarles a hacerlo; sobre todo a los que han percibido ayudas por mínimas que fueran. Lo mismo da que utilice el ICO, avales a emprendedores, líneas de crédito sindicadas para financiar pymes o cualquier otra modalidad que a Guindos o Montoro se les ocurra. Ahora ya no hay razón para no forzar la máquina y además, en esto contará con el apoyo de la izquierda y los sindicatos. Una buena ocasión para recuperar parte del prestigio perdido.

Paco del Hoyo. "Opinión" 06/05/2013


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