martes, 30 de abril de 2013

EL COMERCIO MINORISTA



¿Cree que las administraciones deberían impulsar y ayudar al comercio minorista?

Un sector en contínua transformación

El Estado no puede ser el conseguidor


En una sociedad liberal como la que pretendemos, cada individuo puede dedicarse a ejercer la actividad que más le convenga con la única obligación de que sea lícita. Si la actividad funciona bien el individuo triunfará y si no funciona fracasará. Sin entrar a valorar la capacidad o actitud de cada uno, la libertad de elección lleva consigo el riesgo de equivocarse a la hora de elegir. Para eso hay un sexto sentido que conocemos popularmente como la “visión de negocio”.

Conforme avanza la sociedad su vida en general se transforma; costumbres, horarios, formas de vida, necesidades etc. de forma que el individuo trata de adaptar a su forma de vida todos los medios de que dispone al tiempo que acomoda ésta a las nuevas situaciones que se van creando.

Quien pretenda dedicarse a la noble actividad del comercio debe saber que se trata de uno de los oficios más antiguos del mundo pero continuamente cambiante al compás del ritmo de desarrollo de la sociedad. La reconversión o adaptación son una constante en el desarrollo de la humanidad. Cada momento impone una norma, una costumbre, un gusto, una necesidad y quien pretenda estar al día tendrá que evolucionar al mismo ritmo que lo hace la sociedad.

El comercio minorista por consiguiente debe adaptarse a los nuevos tiempos o está abocado a desaparecer. El consumo ha descendido a consecuencia de la crisis pero no es esa la causa principal de que el sector la padezca. Solo un ejemplo, quien adapta sus horarios a las necesidades del consumidor, vende; un comercio que abre a las diez de la mañana es un comercio anquilosado y dormido; la gente suele ponerse en marcha dos horas antes. Las administraciones tienen poco que hacer aquí. Son ellos los que han de cambiar.

Paco del Hoyo "Las dos caras de la noticia" 30/04/2013


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