lunes, 8 de abril de 2013

ARRIBA PERISCOPIO: ADIOS A MARGARET THATCHER

ADIOS A MARGARET THATCHER.

 COPIA MARIANO


Dos o tres como ella hacían falta en España

Hoy han dejado este mundo dos mujeres singulares y representativas. En España nos deja Sara Montiel, nuestra primera estrella en Hollywood y una de las grandes figuras que nuestra tierra manchega ha dado a España.

Por otro lado nos abandona “La Dama de Hierro” como se la conocía mundialmente, Margaret Thatcher, a los 86 años, uno más que nuestra diva manchega. Sin menospreciar a la primera considero que la trayectoria personal de la segunda ha tenido una influencia capital en la historia mundial del último cuarto del pasado siglo por lo que me voy centrar en evocar el genio y figura de la misma.

Un origen humilde, Margaret Roberts, hija de un pequeño tendero de una pequeña ciudad de provincias, Lincolnshire. En su juventud estudió químicas en Oxford y posteriormente y ya casada con Denis Thatcher, del que tomó el apellido, estudió leyes y economía. Diputada conservadora en la Cámara de los Comunes desde 1959 hasta 1992 y Primera Ministra entre 1979 y 1990.

El paralelismo entre la situación que encontró a su llegada al 10 de Downing Street y la que encontró aquí Mariano Rajoy es notorio. Edward Heath no aguantó la gran crisis del petróleo de 1973 y sus sucesores laboristas hicieron en el Reino Unido lo que treinta años después y curiosamente repitió Zapatero en España, es decir dejar al país en la más triste de las miserias.

La “Dama de Hierro” hizo un plan de ajuste económico para echarse a temblar, adelgazó la gigantesca estructura del Estado, liberalizó el comercio, bajó los impuestos y relanzó la economía de forma que en sus doce años de gobierno acabó con el paro, con la inflación y con la deuda; algo así como lo que pretende hacer Rajoy pero echándole más …

¿Será la nueva "Dama de Hierro"?

Su enfrentamiento con los poderosos “Trade Unións” fue antológico y su victoria contra ellos genial. Les quitó los privilegios y liberalizó el marcado laboral; privatizó gran número de empresas públicas inútiles y desreguló el sector financiero convirtiendo Londres en el primer centro financiero europeo. Las diferencias con Rajoy en este campo son manifiestas. El tímido enfrentamiento de Rajoy con los aún más corruptos que poderosos, UGT y CCOO no ha pasado de ser un quiero y no puedo; la liberalización del mercado laboral sin haber dejado en paños menores a sindicatos y patronal se va a quedar en amago y el saneamiento de sector financiero nos va a costar un ojo de la cara a todos los españoles a causa de no consentir la quiebra de entidades que ni entonces ni ahora van a salir adelante. El descompuesto Estado autonómico funciona a base de parches y poco o nada se ha hecho contra esas sanguijuelas que son las empresas y sociedades públicas. Lo de Mariano pretende parecerse a lo de Margaret Thatcher pero tan descafeinado y suave que la mantequilla tiene más consistencia que su política.

En el plano político Thatcher se ganó el bien merecido título poniendo en solfa a Leopoldo Galtieri en la aventura de las Malvinas y en la UE se mostró desde el principio euroescéptica y no sin razón pues puso de moda una corriente que cada vez toma más fuerza en el continente; eran los años de gloria de los franceses con Miterrand a la cabeza, que dieron paso a los actuales de Ángela Merkel que también va de “dama de hHierro” pero con minúsculas porque tiene los pies más bien de barro. En este terreno la política de Rajoy también difiere notablemente. El moro no es ajeno a los últimos y graves acontecimientos de nuestra historia reciente y aún se hacía fotos con el traidor Zapatero con un fondo de mapa de Marruecos que llegaba hasta Toledo; Mariano poco ha hecho por seguir investigando el 11M y poner en su sitio a los del norte y a los del sur. Por otra parte, el enemigo de dentro le manda mensajes desde el Palacio de San Jaime que dicen: Mariano, los muertos que vos matáis gozan de buena salud y la institutriz Merkel le llama para decirle: Mariano, que no has hecho los deberes.

En fin, el ejemplo de Margaret Thatcher debería el referente para este Gobierno a la hora de aplicar soluciones a problemas muy parecidos, aunque las diferencias en casi todo con el Reino Unido sean insalvables.

¿Y si aunque Mariano no, Cospedal resultara que sí? A su aspecto medio monjil medio espartano también le iría lo de “Dama de Hierro” de la Mancha, claro.


ARRIBA PERISCOPIO
Paco del Hoyo 08/04/2013


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