domingo, 9 de junio de 2013

UNIVERSITARIOS EN PARO

Universitarios al paro. Oscuro porvenir



Los universitarios españoles cuando se gradúan tienen tres salidas, por tierra, mar y aire. Esta frase se ha hecho popular entre la gente y describe la cruda realidad de nuestra sociedad. El número de universitarios españoles en paro supera ya en más del doble a la media europea; nada menos que el 12% de nuestros titulados va a tener difícil la incorporación a algún trabajo para el cual se ha estado formando. La media europea se sitúa en 5,2% y deja mal parada la política española en materia docente.

Seguramente tenemos un sistema de universidades de las más caras de la UE. No hay Comunidad autónoma sin universidad y alguna como la nuestra repartida en varios campus en cada capital de provincia para contentar a todos a pesar de aumentar considerablemente el gasto.

¡Qué importa el gasto en este sistema despilfarrador de las CCAA!, aquí lo importante es hacer creer que todos tienen derecho a acceder a la universidad y que hay que ponérsela a las puertas de la casa. Curiosamente no figura ninguna universidad española entre las cien primeras del mundo. Un país que fue pionero en la creación de éstas y que ha contado a lo largo de los siglos con algunas de prestigio mundial. Aquí va a pasar lo mismo que con las Cajas de Ahorro; todo fue bien hasta que llegaron los políticos e hicieron de las universidades cotos privados, foros de adoctrinamiento político, fábrica de asilvestrados y museo de las esperanzas truncadas.

La falta de una política nacional capaz de establecer criterios de homologación, de lucha contra la discriminación, de exigencias determinantes al alumnado y de planificación de las plazas ofertadas en función de las necesidades del país lleva a la anarquía total, de forma que cada CCAA hace de su universidad lo que se le antoja sin más miramientos que la de figurar en un ranking de titulados, no importa de qué y con qué futuro.

En el año 2012 se graduaron en España 217.240 estudiantes universitarios de los cuales, el 14,7% lo hicieron en Ingeniería y Arquitectura, el 12,5% en Medicina y 5,7% en Derecho, habiendo descendido notablemente los graduados en Arte y Humanidades -25,6%, y Ciencias -29,1%. La tendencia a elegir Ciencias de la Salud y Arquitectura se mantiene en alza con un crecimiento en la última década de en torno al 19% en ambas.


 
En el presente curso hay matriculados en toda España 1.582.714 estudiantes y la oferta para el curso 2013-14 es de 312.921 plazas. En el caso de la universidad castellano-manchega la oferta para el próximo curso es de 6.280 plazas más 1.455 para diferentes máster, repartidas de la siguiente manera: Sociales y Jurídicas 46,2%, Ingeniería y Arquitectura 20%, Artes y Humanidades 12,5%, Ciencias de la salud 14,7% y Ciencias 6,7%.

Muchos de los títulos conseguidos tienen como horizonte más próximo la Administración y dentro de ella la Enseñanza. Esto, en los pasados años de expansión sin límite, ofrecía ciertas garantías pero aquellos tiempos no volverán al menos en un futuro próximo y si añadimos el adelgazamiento de la Administración con amortización de plazas por jubilación, retraso en más de dos años de la jubilación de los docentes, el descenso de natalidad, la demora en convocatoria de oposiciones y el excesivo número de titulados nos lleva a pensar que en los años próximos va a haber una pérdida considerable de oportunidades; habremos frustrado las ilusiones de miles de jóvenes y gastado un capital que difícilmente vamos a recuperar a través de la actividad profesional de todos ellos.

Hemos querido pasar de la España analfabeta a la España licenciada. Las familias sueñan con hijos con título, lo cual es muy digno y humano; los políticos sueñan con encuestas que les sean favorables; la política de izquierdas que tiende a igualar a todos por abajo ha terminado con la excelencia y la calidad; la inversión que hemos hecho y la mala planificación han resultado desastrosas. Ahora tenemos generaciones de jóvenes con una mano atrás y otra delante y el título colgado en el salón de la casa.

Hemos producido una cantidad de titulados muy superior a la que la sociedad puede asumir y más en tiempo de crisis. Hemos vuelto a los años sesenta exportando mano de obra, solo que en esta ocasión mano de obra cualificada, que nos ha costado mucho formar y que no vamos a volver a ver por estos lares. Hoy las comunicaciones permiten estar al lado estando lejos y la globalización elimina barreras, hoy el mundo es diferente de cómo era en aquellos años en los que se volvía a España algunos días en verano y se hablaba por teléfono una vez al mes.

La gran olvidada en este sistema ha sido la Formación Profesional. Precisamente la que permitió a España levantar en la segunda mitad del pasado siglo. Las Universidades Laborales de Franco, sí, aunque algunos no se atrevan a mencionarlas y otros quieran hacer política de ellas. Cuando lleguen los “brotes verdes” que anunciaba Zapatero, las empresas van a necesitar veinte obreros especializados por cada licenciado y se van a encontrar con que la proporción es a la inversa. Nosotros estaremos exportando licenciados e importando especialistas, ese va a ser nuestro futuro.

Opinión"El Pueblo de Albacete" 09/06/2013

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