domingo, 17 de marzo de 2013

¿CUAL ES EL NIVEL DE NUESTROS MAESTROS?


Giner de los Rios, fundador de la
Institución Libre de Enseñanza

LA DEL MAESTRO CIRUELA

Si Giner de los Rios, Azcárate o Salmerón levantaran la cabeza y vieran el desastre que los autoproclamados progresistas han hecho de la educación española se volverían escandalizados a la tumba. La LOGSE del pseudoprogre Rubalcaba comparada con los programas de la Institución Libre de Enseñanza es como una cabaña visigoda comparada con la Alhambra.

El informe publicado por la Comunidad de Madrid sobre el nivel de conocimientos de los maestros, en una oposición en la que sólo 1.913 de los 14.110 opositores lograron superar la primera fase del proceso selectivo, que incluye una prueba de conocimiento al nivel de un alumno de 12 años en 6º de primaria, es cuando menos bochornoso. Cuando hablamos de que la educación en España está al nivel de los países del tercer mundo por sus programas y contenidos, lo hacemos pensando en el resultado académico real de los alumnos, no en el oficial, plasmado muchas veces en un regalado título acreditativo, pero jamás podíamos imaginar que parte de la culpa de tal desastre no solo residía en los planes educativos ni en la apatía de las familias sino en la escasa preparación de aquellos a los que la misma sociedad había encargado la educación de sus escolares.

El Palacete se construyó para
la Institución Libre de Enseñanza en 1906

Basta echar una ojeada al informe y ver las pruebas presentadas y las respuestas ofrecidas por los maestros opositores para convenir que en España nos hemos vuelto locos o somos unos irresponsables porque estamos tirando la casa por la ventana sin contar con más reservas que las que nuestra propia miopía apenas nos deja ver.

Cuando un maestro joven, producto originario de la LOGSE escribe deriban, vagaje, anbito, veverlo, volcán, inportancia o creacción. Cuando solo un 7% de los opositores es capaz de traducir kilos a gramos. Cuando un 70% no sabe definir palabras como "escrúpulo", "disertación", "extasiar" y "pronóstico". Cuando un 80% no acierta a distinguir un adverbio de una preposición o una conjunción. Cuando un 70% no sabe situar las comunidades autónomas en un mapa o dice que Albacete, Ciudad Real y Badajoz son provincias de Andalucía. Cuando solamente un 1,8% sabe el nombre de las provincias por las que pasan los ríos Duero, Ebro y Guadalquivir llegando alguno al extremo de decir que los tres pasan por Madrid. Cuando un maestro opositor te dice que Soria es una comunidad autónoma que está cerca de La Coruña, creo que ha llegado el momento de que nos pongamos a considerar la ruina a la que estamos llevando a varias generaciones de jóvenes y con ellos a España.

La teoría del mínimo esfuerzo aplicada por Rubalcaba en su LOGSE, el titulo final a pesar del expediente de suspensos, el confundir la disciplina escolar con los métodos de la dictadura, el no estigmatizar a los alumnos con sanciones o castigos, el hacerles ver que todo cae del cielo y que el sacrificio es algo del pasado y el derecho a todo es la modernidad, el hacer del maestro un paria al que los alumnos llaman irrespetuosamente por su nombre cuando no por su apodo, el quitar la razón al maestro delante del nene y de sus padres y un largo etc. que ocuparía tomos enteros, son actitudes y hábitos proclamados a los cuatro vientos en nombre de la libertad por aquellos que no conocen la libertad porque son presos de sus prejuicios.

¿Quién sustituye a los maestros que Pablo Montesinos formara en su Escuela Normal Central de Maestros de Madrid? ¿Dónde quedan los principios que dieron lugar a la Institución Libre de Enseñanza?

Pablo Montesinos, fundador de la
Escuela Normal Central de Maestros de Madrid

Yo tuve la suerte de estudiar magisterio en la misma escuela que fundó Pablo Montesinos y que lleva su nombre, en la calle Santísima Trinidad de Madrid. Allí se respiraba vocación, sabiduría, se premiaba el estudio, se valoraba el sacrificio, la pedagogía recién adquirida se practicaba casi a diario con los alumnos de la escuela aneja, era un reducido mundo lleno de vida donde se compaginaban los conocimientos tradicionales con las modernas técnicas pedagógicas, donde se estudiaban y se implantaban los nuevos métodos. ¿Que queda del espíritu de esas Escuelas Normales que formaron a los maestros del Siglo XX?. Nada, absolutamente nada. Todo él se ha diluido en unas facultades universitarias distantes y distintas en sus planteamientos y programas, más dedicadas a fabricar títulos que a crear maestros.

Aquellos planes de 1950 y 1967 a los que se accedía con un sólido bachillerato, primero elemental y luego superior y en los que aparte de las materias de conocimientos generales se profundizaba en la Psicología, la Pedagogía y la Didáctica, son los que dieron lugar a promociones de maestros que formaron a las generaciones que contribuyeron al despegue industrial y económico de los años sesenta; los que sembraron las semillas que luego fructificaron en las Universidades Laborales y en las Universidades Superiores, colocando a España en unos niveles , ahora difíciles de igualar después de haber destrozado varias generaciones de jóvenes.

La Comunidad de Madrid quiere acabar con ese montaje de los interinos, que pueden acceder a las aulas solo con haber aprobado un ejercicio de una oposición y cuyo valor más estimado es la antigüedad. El peso actual de los conocimientos generales o específicos es solo del 36% frente a la experiencia valorada en un 47% y los suplementarios en el 16%. Lo que se pretende y con toda razón es imponer un mayor peso a los conocimientos, habida cuenta del índice de analfabetismo práctico de gran parte de los que aspiran a ejercer la profesión. Con ello se pretende valorar en un 80% los conocimientos generales y específicos de la profesión; solamente un 15% la experiencia porque se entiende que la sobrevaloración de ésta elimina el estímulo del aspirante y la mayor antigüedad no significa sino el acomodo y menor interés por consolidar la situación profesional. Se destina un 5% a valorar los méritos de quienes fuera de sus estudios académicos se procuraron formas de actualización y perfeccionamiento.

Portada de "El Maestro Ciruels"

No podemos poner a enseñar a los que no saben y no debemos dejar de actualizar a los que ya están. La educación es futuro y riqueza, la desinversión en educación conduce a la ruina moral y económica de la sociedad. Basta salir a la calle o ver los índices de audiencia de algunos programas de radio y televisión para comprobar cuales han sido los frutos de una educación mal enfocada desde una libertad mal entendida.
Por desgracia hemos vuelto a la historia del “Maestro Ciruela, que no sabía leer y puso escuela”



Paco del Hoyo "Opinión" 17/03/2013



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