lunes, 2 de septiembre de 2013

Y A LA VUELTA ...! AY, ESTE PP... !

Y A LA VUELTA ... !AY, ESTE PP ... !

Me despedía el 4 de Agosto con estas palabras: “La gente clama por más trabajo, menos corrupción, menos Estado y más Justicia independiente. Quizás sea la hora de plantearse alguna opción más a la derecha del PP. Los tres pilares fundamentales de la sociedad democrática, PATRIA, JUSTICIA Y LIBERTAD  están en serio peligro. Algo habrá que hacer para volver a poner las cosas en su sitio. Este sistema ya no sirve y los Partidos que pudieran mantenerlo  están sin dejar de meter ropa sucia a las lavadoras. Algo habrá que hacer menos estarse quieto. Ánimo a quién se lo vaya pensando”.
Un alfilerazo en el culo del aparato del PP
 Vuelvo el 1 de Septiembre más convencido  de lo que dije un mes antes. Ya ha surgido entre los jóvenes del PP una corriente, que no un hecho aislado como pretenden hacer creer, que muestra públicamente su disconformidad con el inmovilismo de Gobierno y Partido. El uso de símbolos y consignas del anterior régimen no significa que estén en comunión con el pasado, al fin y al cabo son jóvenes nacidos en la “democracia”; más bien se trata de echar mano de algo que pone nervioso al aparato del Partido que defiende una derecha descafeinada y acomplejada, incapaz de rentabilizar en su favor aquello que de bueno tuvieran tiempos pasados. El brazo en alto y el escudo de “la gallina” como le llama la rojería no son una provocación al adversario político sino un alfilerazo en el culo del aparato del PP para que reaccione y vea que la deserción masiva de votantes y simpatizantes puede desembocar en una desbandada de militantes que ya no creen en la política de las medias tintas.
Que la oposición diga que Rajoy y el PP han incumplido sus promesas electorales es tan normal como recurrente pero que empiecen a pensarlo quienes les dieron su confianza en las urnas  y quienes desde la misma organización favorecieron con su trabajo y entrega la mal aprovechada mayoría absoluta, es realmente preocupante.
Entre la economía y Bárcenas le tienen amargado
                                       
El PP es una locomotora de vapor, arrastrando un tren por el desierto  sin presión en la caldera y sin madera que quemar, con un sinfín de viajeros sin billete que colapsan el vagón restaurante y un maquinista más pendiente de engrasar y tapar fugas que de encontrar combustible y ganar velocidad. Hay mucho “pijo” de ambos sexos en el PP. Mucho “estómago agradecido” y mucho incompetente. Todavía hay una cola tan larga como la del paro para preguntar ¿qué hay de lo mío?. Prepotencia,  soberbia y desprecio al electorado son los pecados más sobresalientes del Partido y la sensación que cada día se acrecienta es la de un progresivo alejamiento del pueblo y del electorado; se ha perdido la batalla de la información, si es que alguna vez la hubo; se ha perdido la calle, si es que alguna vez se tuvo. El PP vive en un  continuo mirarse el ombligo, en un abandono de los principios y una renuncia a la lucha; en resumen, el inmovilismo llevado a su máxima expresión.
Los aparatos de los partidos son fortalezas infranqueables y las redes territoriales de paniaguados forman una guardia pretoriana difícil de traspasar. Es muy poco lo que se puede hacer desde dentro. En el PSOE lo saben y las secretas adhesiones a IU no tardarán en hacerse públicas. La suerte de la izquierda es que tiene dos pesebres al que acuden indistintamente unos y otros sin que por ello se rompa la unidad que confiere el puño en alto y la “internacional”. Las broncas entre la izquierda no van más allá del ruido. Los caminos son varios pero conducen al mismo sitio y los caminantes ora van por uno, ora por otro, sin más.
No ocurre eso en la derecha que representa el PP. Aquí no haya camino alternativo creado. El centro sociológico es el refugio de los indecisos; no es nada desde donde se pueda plantear batalla a la comunión izquierdiata-separatista. La alternativa al PP desde la derecha hay que crearla y seguramente, esos díscolos jóvenes amonestados estén haciéndolo sin darse cuenta. Es difícil creer en una clase política donde la corrupción es doctrina y a la que nadie es ajeno una vez que toca poder. Al PP también le afecta  esto y las dudas aumentan al mismo ritmo que sus silencios pero no es esta la causa del descontento; al fin y al cabo la corrupción es una epidemia extendida por todo el tejido social español; lo que desalienta a los más fieles es comprobar cómo también desde el PP no se dice pero se piensa que “la nación es un término discutido y discutible” y la continua dejación de responsabilidad del Gobierno ante la afrenta nacionalista apunta una debilidad que no se justifica con una mayoría absoluta. Cierto es que la crisis económica ha copado gran parte de los esfuerzos del Gobierno pero la economía no es todo. La política y sobre todo las promesas políticas también cuentan y aquí el Gobierno y el Partido han fallado y defraudado al electorado. Ni se puede consentir esta bajada de pantalones ante los separatistas catalanes y vascos ni se puede anunciar por cuarta o quinta vez la presentación de tal o cual propuesta de ley contemplada en el programa electoral.
La foto malintencionada. La concejala pasaba por allí

¿Responde hoy el PP a los planteamientos y necesidades de una derecha liberal moderna y sin complejos?, ¿Hay alguien dentro del Partido capaz de liderar una opción liberal y regeneracionista?; Si la respuesta a ambas preguntas resultase negativa no quedaría otra alternativa que la de plantearse un lugar a la derecha del PP que satisfaga los deseos de una parte importante de la población que ya no se ve representada por este Partido y sus dirigentes. Una derecha liberal, nacionalista y progresista, que el progreso no es patrimonio de la izquierda que solo se ha limitado a desvirtuar el significado de la palabra.

Nadie tuvo nunca más poder político y territorial que el PP y sin embargo están acoquinados por una izquierda en desbandada que sabe manejar la información y las masas o por  unos separatistas ante los que no hay agallas para poner en su sitio. Las dependencias del PP están llenas de espejitos alquilados a Blancanieves y  donde todos se miran, y… ya saben la pregunta.
Paco del Hoyo. "Opinión El Pueblo de Albacete" 01/09/2013

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