miércoles, 25 de septiembre de 2013

Al Rey, de la cadera y a otros, de la lengua



Ante la nueva operación del Rey, ¿cree que debe continuar en el cargo o que debe abdicar en favor de su hijo, el Príncipe Felipe?


 
Es una operación de cadera, no de cerebro ni de corazón
Podía la izquierda dejar de dar … con el asunto de la operación del Rey. Que si es hospital público ¿por qué?. Y si es clínica privada ¿ también por qué?, que si debe abdicar, que si no; pero bueno, que cachondeo es este. El iluminado de Cayo Lara confunde la elección de una clínica privada con la privatización de la sanidad y hasta la assumpta presidenta andaluza, Susana Díaz, se pone a opinar sobre la operación del Rey en vez de investigar lo que pasa en  su cueva de Alí Babá.
El Rey como cualquier español, si ya vamos a eso, tiene dos opciones, recurrir a la sanidad pública o a la privada. La pública es gratuita, la privada hay que pagarla y el Rey se la va a pagar de su sueldo, el que le adjudican los Presupuestos Generales del Estado como a cualquier otro servidor público; suelo por otra parte mejor ganado que el de estos dos elementos que le critican.
En las tormentas de Castilla la Mancha, en vez de caer granizo llueven tontos
En cuanto a la abdicación, la izquierda está esperándola como agua de mayo. ¿por qué? porque con el Rey hay un compromiso de respeto a su labor en favor de una transición pacífica del antiguo régimen a su cuasi homólogo actual. La autoridad del Rey en la transición es indiscutible y eso la izquierda no tiene valor a cuestionarlo. No es el caso del Príncipe Felipe, con el que la izquierda no reconoce contraída deuda alguna y que, pasándose la Constitución por el arco del triunfo, mañana saldrán a la calle clamando por la tercera república y retrocediendo en un santiamén desde el siglo XXI al XIX.
En esto pasa el tiempo en nuevo frente popular, permitir la partición de España y hacer desaparecer la Monarquía como Institución que encarna la unidad de los españoles. Luego vendría la república de los reyes de taifas, que ya casi están, y todos felices a repartirse el pan y pelearse por las migajas. La historia se repite; a pesar de los años no hemos aprendido nada, si acaso, a ser más egoístas.

Francisco del Hoyo, articulista del diario EL PUEBLO de Albacete
Las dos caras de la noticia Miércoles, 25 de septiembre de 2013

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