¿Qué le parece la convocatoria de una huelga general
de educación el próximo 24 de octubre?
Otro fracaso más de la izquierda
A primeros de mayo y
con motivo de la anterior convocatoria de huelga de educación decía yo en este
medio: “Es la huelga de los “miembros y las miembras” porque huele a una
rojería insatisfecha con su resultado en las urnas y esta es una acción más de
su estrategia de protesta o algarada callejera para hacer caer al Gobierno y el
sistema.”
En esta ocasión
convoca la Plataforma estatal por la educación pública junto con alumnado,
profesores y padres. A la primera, el párrafo anterior la define
suficientemente. El alumnado, ¿qué alumnado, el de primaria o bachillerato?
¿acaso los menores tienen potestad para convocar huelgas? ¿No deben impedir los
responsables de los Centros que sus alumnos salgan a la calle como ya hicieron
en Mayo, incumpliendo el deber de velar por su seguridad?. Ah, seguramente se
trata de ese sindicato de vagos del que ya decía en Mayo: “Por otro lado los
estudiantes, manejados y representados nada menos que por el líder no
estudiante Tohil Delgado, expulsado del Consejo de Estudiantes Universitarios
del Estado por no figurar matriculado en nada y que se aferra al cargo y al
megáfono para no dejar de ser alguien".
Confunden el culo con las témporas |
De los profesores, los
de siempre, UGT, CCOO, CGT y sindicatos vascos y catalanes. Una minoría entre
el sufrido y competente profesorado español, que lleva años tragándose por
imposición política un modelo de enseñanza que si levantara la cabeza Giner de
los Ríos se volvería a su tumba escandalizado.
Y los padres, ¡ay los
padres!, los padres, madres y “padres-madres” de la CEAPA, que estratégicamente
han colocado en cada AMPA (antiguas APA + M de madres) un agitador profesional
que se encarga de dirigir y manipular a los modernos papás y mamás, más
sensibles y blandos que la mantequilla.
Terminaba en mayo
diciendo algo parecido al último párrafo de mi comentario de ayer: “La
izquierda quiere una educación que iguale a todos por abajo, conscientes de que
a mayor cociente intelectual más peligra su pastoreo del ganado. Predican una
enseñanza pública pero sus dirigentes llevan a sus hijos a colegios y universidades
privados, porque los preparan para ser los pastores; el resto que acudan a la
masificada y mediocre universidad pública. Por eso salen a la calle, porque
peligra su miserable concepto de la educación y ahora que alguien pretende
poner las cosas en su sitio hace tambalearse su mundo de doble moral, demagogia
y populismo importado”.
Francisco del Hoyo, articulista del diario EL PUEBLO de Albacete
Las dos caras de
la noticia Viernes, 13 de septiembre de
2013
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