El Tribunal Superior de Galicia no aprecia
responsabilidad penal en lo ocurrido con el buque 'Prestige', ¿qué opina?
Es asombrosa la celeridad de la Justicia
Yo entiendo muy poco
de los asuntos de la justicia y solo puedo opinar de lo que me parece la
sentencia sin más. El Tribunal condena al capitán a nueve meses de cárcel y el
pago de la tercera parte de las costas pero no le declara culpable ni al jefe
de máquinas de un atentado contra el medio ambiente. La parte más importante de
la sentencia, a mi juicio, es la absolución del ex director general de la
Marina Mercante, José Luis López Sors, al reconocer que la actitud de las
autoridades españolas fue la correcta en esos momentos, lo que descalifica la
movida y el escándalo montado por el PSOE y la izquierda en general que pedían
“pena de muerte y otras mayores” para todo el PP.
Los daños causados
ascienden a casi cuatro mil millones de euros que no sé a quién corresponderá
pagar. La aseguradora británica pagará 22 millones y el Consorcio
alrededor de 150 millones de euros pero ¿y el resto?. Si el Tribunal no
encuentra responsabilidad penal y lo circunscribe a la civil, ¿qué
significa, que nadie va a pagar un euro?, ni el país bajo cuyo pabellón
navegaba, Bahamas, o el dueño, que era de Liberia; el armador, que era de
Grecia; los responsables del certificado de navegación, de Estados Unidos o la
sociedad que lo fletó que era de Suiza. Después del desastre y pasados once
años, las reclamaciones al maestro armero.
El Tribunal reconoce
que el Gobierno de Aznar lo hizo bien o al menos hizo lo que pudo y de la mejor
manera y da un varapalo al “nunca mais” que no era otra cosa sino el PSOE con
careta. Los que se han lucido son los jueces. Once años para decir lo que han
dicho. El parto de los montes que escribiera Esopo. La inutilidad y la
gandulería en su máxima expresión. Al cabo de once años que busquen
responsables que paguen; seguro que están todos esperando la llamada de los
raudos jueces gallegos.
Francisco del Hoyo, articulista del diario EL PUEBLO de Albacete.
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