sábado, 21 de febrero de 2015

SE TE VE EL PLUMERO, MONEDERO




SE TE VE EL PLUMERO, MONEDERO


Para este viaje no hacían falta alforjas, Monedero. Si para componer una chapuza de  factura que no hay por donde agarrarla has tardado un mes, ¿qué harás si algún día, Dios no lo quiera, tienes responsabilidades de Gobierno?.


La gente como tú desprecia al común de los mortales. Te piensas que todos somos la chusma de cabreados que te sigue, a los que también desprecias pero utilizas. Para ti los pobres son la materia prima que  utilizas para forjar el discurso populista y demagógico con el que los hipnotizas y engañas.


La gente como tú, que se creen el ombligo del mundo, piensa que tienen derecho de pernada para todo. Aborrecéis a los amos pero vosotros actuáis como ellos. Esclavizáis a la gente humilde y con problemas haciéndoos dueños de sus voluntades, haciéndoles creer en un sueño que sabéis que no existe, mintiéndoles sobre vuestro verdadero proyecto que es el de coger el poder y subyugar las libertades que tanto tiempo nos ha costado conseguir.


Os creéis con patente de corso porque estáis acostumbrados a dominar en ese nido de ratas que es la Complutense, con las honrosas excepciones que lógicamente excluyo. Sois asesores y colaboradores de regímenes políticos bananeros y gozáis de los privilegios que esas dictaduras solo conceden a sus esbirros. Vosotros sois los esbirros de Chávez y de Maduro y os creéis que porque en Venezuela sois intocables aquí os va a pasar lo mismo. Aquí, sí, en este país que se llama España mal que os pese, donde ese régimen del 78 del que os burláis es el mismo que permite en aras a la libertad esa repugnante burla vuestra.



Vosotros, profetas del apocalipsis, no tenéis derecho a venir a destruir lo que hemos construido entre todos, entre todos a excepción del padre de alguno que también intentó destruir lo que con tanto sacrificio se estaba levantando.  Si tan satisfechos estáis con ese régimen de criminales como el venezolano quedaos allí pero con el sueldo mínimo que pregonáis y que tienen, 26 Euros, y no en las dachas de lujo donde se esconden de los ojos de la  sociedad miserable los prebostes criminales y corruptos de un régimen que ha llevado a la ruina al país más rico del subcontinente.


El guión revolucionario que repetís es una antigualla. Queréis volver al principio del Siglo XX en el que vuestros modelos Hitler y Stalin cometieron los más horrendos crímenes contra la humanidad que se han conocido. Vosotros sois Hitler y Stalin en  una probeta de laboratorio y esa mierda,  por mucho que pretendáis airearla, seguirá siendo mierda.  Os escudáis tras la bandera de los pobres a los que odiáis. Pretendéis hacer creer que quienes os demanda honradez, ética y transparencia son agentes enemigos del pueblo; de ese pueblo del que vosotros os creéis los únicos portavoces y representantes.



El discurso victimista de creeros el bosque cuando solo sois un árbol, el de confundir el culo con las témporas o equiparar la parte con el todo no lo habéis inventado vosotros. Es otra antigualla que utilizan los dictadorzuelos americanos o  los nacionalistas españoles. Cuando Franco, se hablaba de la confabulación judeo masónica y comunista; en Cuba, Venezuela, Bolivia, Chile o Argentina se ha utilizado la conspiración o el supuesto golpe de estado para eliminar a la oposición democrática; en Cataluña el ladrón de Pujol se escondía tras la bandera de Aragón, robada por Cataluña, para esconder sus fechorías. Vosotros lo utilizáis igualmente para esconder tras la bandera de la igualdad vuestras miserables vergüenzas.


Monedero, se te ha visto el plumero. En este país de ladrones y sinvergüenzas serás seguramente uno más de ellos pero bastante más torpe que la mayoría. Tu en la Cueva de Alí Babá de Al Ándalus no pasarías de ser el muchacho de los recados. Deja de insultar a Montoro y paga, que es lo que tienes que hacer, pagar, ya que has sido tan torpe que te han pillao con el carrito del helao. Paga y vuelve con los tuyos al paraíso terrenal del simio Maduro. En la selva está vuestro futuro; hay todavía mucho primate por adoctrinar.


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