jueves, 5 de febrero de 2015

EL CIS, EL "CANSINO HISTÓRICO"




EL CIS Y SU VICIO DE MAREAR LA PERDIZ


Esto de que cada tres meses el CIS remueva los asientos de los políticos y las conciencias de los ciudadanos está empezando a cansarme. La estimación del CIS no va a hacer cambiar mi voto cuando llegue el momento ni creo que vaya a hacer cambiar todas las estrategias de los Partidos solo porque en sus cocinas haya alguna “vieja del visillo” que se entera de lo que murmuran cuatro y va y lo casca como si del mundo mundial procediera. Pienso y cada vez con más seguridad de que en el CIS hay muchas cocinas con muchas ollas donde se cuecen pócimas a gusto del druida de turno o de la conjunción astral de druidas que ya no se sabe.


Lo de la estimación del voto suena a cachondeo desde el momento en que pretende trasladar a la realidad la intención de un porcentaje muy elevado de encuestados que no contestan, el 22% y comparando con elecciones anteriores, en las cuales Podemos no existía. O cuando dejan de tener en cuenta que la contestación del ciudadano en el momento que lo asaltas en la calle o le fastidias la siesta te puede salir por los cerros de Úbeda.  Dos mil quinientas encuestas con una larga batería de preguntas a dos mil quinientos  ciudadanos de los cuales quinientos no contestan, algún ciento más les pilla helados de frío en la cola del bus y a otros tantos les sorprende “echando un pestaño” en el sofá, no son en nada significativas por mucho que  la industria de la estadística se empeñe en hacérnoslo creer. Además, el CIS parece ser que tiene fama de que en estos asuntos no acierta ni una. Tampoco lo necesitan, no tienen que rendir cuentas a nadie ni los sueldos de su personal oscila en función de los aciertos y errores. Lo del político mejor valorado es para desternillarse de risa. La señora Uxua Barkos, Diputada en el Congreso por  la coalición navarra Bafarroa Bai, debe ser alguien muy conocida de todos los españoles y además  reconocida por una meritoria labor en su carrera política para ser la mejor considerada en el ranking.




Que el PSOE no levanta cabeza desde que se marchó Felipe González no es nada nuevo y que parece tener más cabezas que una hidra, tampoco. Las primarias, de las que tanto presumen, no parece tampoco que les den buenos resultados, Almunia cosechó  en el año 2000 una derrota histórica, solo superada por la de Rubalcaba en 2011; Zapatero , que no sabía lo que valía un café, gano en primarias a  un experimentado gobernante como José Bono y dejó al PSOE y a España como un rastrojo. En 2012 Rubalcaba ganaba las primarias a Carmen Chacón y dos años después, perdidas estrepitosamente las elecciones europeas, tiró la toalla dando paso, no sin descaradas zancadillas, a un protegido de la sultana andaluza que a los pocos meses había dejado tirado en la cuneta.

De seis llegaron dos. El tercero tendrá que esperar. (foto Libertad Digital)


¿Qué pasa en la militancia del PSOE para haber dado lugar a esta concatenación de errores?. Sea lo que fuere lo cierto es que ahora les está  pasando factura, lo cual no sería muy grave si no hubiera aparecido por arte de magia un grupúsculo populista que le está segando la hierba por los pies. Solo los socialistas son responsables de su situación, que no es achacable a la escasa consolidación de su líder sino a una trayectoria errática de todos ellos desde Felipe, el peor de los cuales, Zapatero, al que todos rendían pleitesía solo porque era el repartidor del maná del cargo y de la bicoca y del que renegaron el mismo día que dejó el cargo.


“Vivo sin vivir en mí” reza Esperanza, esperando desesperadamente la esperanzadora llamada del dios monclovita. Y no es la única, en igual estado de ansiedad están Ignacio González que aspira a seguir presidiendo la Comunidad de Madrid o el valenciano Fabra que tiene iguales aspiraciones en Valencia. Cada vez que se aproxima una confrontación electoral parece que Rajoy disfruta jugando con los nervios de los candidatos y eso, aparte de quemar a muchos de ellos produce un efecto desagradable en el electorado por cuanto descubre que la democracia interna en el PP figura “por imperativo legal” en los Estatutos del Partido. En el PP se hacen las cosas a través de validos y mandados y nada ni nadie se mueve en los diferentes niveles sin la aprobación del protegido  de turno, La militancia no cuenta para nada, ni en los congresos donde el voto directo no se ejerce sino a través de compromisarios elegidos al gusto de los favoritos. En el PP se maltrata a sus afiliados y a sus cuadros si no alcanzan el nivel de adulación exigido. Son numerosas las veces que he oído las quejas de alcaldes del Partido que  han tenido que sufrir antesalas de meses para ser recibidos por un simple Delegado y de años para pisar el despacho de un Consejero. Si en algo goza en PP de buenos números es de tener el mayor porcentaje de inútiles y vagos en cargos electos y puestos de confianza. 




Visto los unos y vistos los otros no es extraño que cuatro frikis sin programa alguno pero con una cara dura impresionante, hinchados de dinero del régimen bolivariano y cargados de odio contra todo orden no impuesto por ellos, han conseguido poner a los pies de los caballos a dos de las cinco mayores fábricas de corruptos de la democracia, PSOE y PP y no tardarán en hacer lo mismo con la tercera, CIU y a las que se esconden bajo el ala de Susana Díaz, UGT y CCOO, que también les llegará el turno en su día. 


De estos comunistas decimonónicos y de sus consecuencias, otro día.


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