Arde Barcelona y el Gobierno del PP no hace nada. Mas y
Junqueras ya tienen las urnas de cartón compradas y probadas y el Gobierno del
PP no hace nada por desmontar la consulta. En Hospitalet de Llobregat, un
simple concejal se salta a la torera la
Constitución y prohíbe una procesión cristiana y el Gobierno del PP no hace
nada, Cataluña entera está de hecho al margen de la Constitución y el Gobierno
del PP no hace nada.
A Mariano Rajoy parece no preocuparle el terrorismo
callejero en auge, mejor organizado que nunca y crecido ante la falta de
respuesta del Gobierno. Para colmo el terrorismo urbano está promovido o al
menos alentado por movimientos sociales reconvertidos en partidos políticos que
curiosamente han tenido más aceptación de la esperada. A Mariano tampoco parece
preocuparle que la valla de Melilla sea tan fácil de saltar y se nos cuelen
diariamente cientos de subsaharianos. A Mariano solo le preocupan los números y
no la política. Es un político reconvertido a contable y seguramente al final
de su mandato habrá dejado España sin números rojos allanando el campo a la
izquierda que es tan aficionada a ellos.
La dejación de Mariano Rajoy es preocupante. No quiere
cambios en el Gobierno y mantiene un
Gobierno de quemados o inoperantes. Quemados Wert y Gallardón, chuscarrado
Montoro y un inoperante Ministerio de Interior convertido en convento de
clarisas. Mientras tanto el país se descompone y los enemigos de España se han
colado en las Instituciones para que les resulte más fácil destruirla.
Esto apunta a un desenlace más grave de
lo que pudiera parecer.
Ahora caigo, y por ello la razón del título, en que el PP
está inmerso en el proceso de elección del candidato que dirigirá los destinos
del PSOE. Es más, el PP andaluz han dado carta de libertar a Susanita para que
los siga gobernando por los siglos de
los siglos. ¿Por qué?. Muchas veces nuestros actos están condicionados por el
estado de ánimo del momento y no reparamos en las consecuencias de los mismos.
En las elecciones europeas la derecha española ha votado con el corazón y con
el culo pero no con la cabeza, o mejor dicho no ha votado, que también es otra
forma de votar. Si los militantes y simpatizantes de la derecha en Andalucía
hubieran cambiado la playa por el colegio electoral, Susanita no hubiera tenido
la ocasión de convertir los peores resultados del PSOE en las europeas en una aplastante victoria
sobre el PP. Si los votantes populares de las últimas autonómicas hubieran mantenido
su voto y no se hubieran ido de picnic dominical ahora Susanita no sería
candidata a la silla gestatoria del socialismo. Han sido el PP y sus votantes
los que han facilitado el triunfo a la mediocre Susanita y por su culpa, falta
de visión de futuro y falta de responsabilidad en la decisión sobre el voto,
nos vamos que tragar a la advenediza que como único mérito acredita ser la
tuerta en el país de los ciegos.
Plana mayor del PP andaluz. No fueron capaces de convencer a sus votantes. Susana lo aprovechó |
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