viernes, 20 de junio de 2014

IGLESIA Y MILICIA, LOS GRANDES AUSENTES





IGLESIA Y MILICIA, LOS GRANDES AUSENTES


El hecho histórico de ayer ha provocado tantos ríos de tinta que el país está inundado de opiniones distintas y distantes. El despliegue televisivo y radiofónico fue tal que no quedó medio que no emitiera programas especiales al respecto, excepción hecha claro está de las cadenas en manos del separatismo vasco y catalán. En cada una de las cadenas se comentaba el acto según ideología o intereses. En las más próximas a la izquierda  se hacía hincapié hasta el aburrimiento en el asunto del referéndum sobre la forma de Estado. En las del chismorreo, las “pedorrillas” de siempre reparaban especialmente en los detalles superfluos, si D. Juan Carlos rehuía a la ya Reina Leticia; si el beso de Dª. Sofía a D. Juan Carlos fue un beso de compromiso y cosas así por el estilo. Fue el día de los tertulianos, que hicieron “el agosto” en solo una semana.



La ausencia de ceremonia religiosa fue recogida por muchos comentaristas y tertulianos. Unos se agarran a que la Monarquía española es confesionalmente católica, otros a que el Estado es aconfesional. Todos llevan razón, o no, como diría Rajoy. Yo pienso que al menos el juramento debería haberse hecho sobre la Biblia y jurando por Dios, que es el mayor nivel de compromiso que puede adoptar un cristiano y el Rey lo es. No se utilizó ni siquiera la fórmula de “juro por mi conciencia y honor” que utilizan habitualmente los no creyentes y los acomplejados que sí lo son. Se utilizó una fórmula impuesta en su momento por los constituyentes, tan fría, textualmente tan pobre y haciendo mención expresa de los derechos de las Comunidades Autónomas, que parece la utilizada por los nacionalistas “por imperativo legal…”. En fin, para conformar a la mayoría católica española el nuevo Rey ha cambiado la agenda y va a visitar en primer lugar el Vaticano, imagino que con gran cabreo de los marroquíes que ya adelantaban en los medios de comunicación el privilegio de ser los primeros en recibir al nuevo Monarca. Error de cálculo porque aunque la visita al Vaticano es política y económicamente intrascendente, la diplomacia española va a tener que dar explicaciones a la del reino alauita.




Se comentó mucho, sobre todo en los medios más centrados y de mayor audiencia, la ausencia de alusión a las Fuerzas Armadas en el discurso del Rey Felipe VI. Las FFAA fueron las  únicas que no tuvieron dedicadas unas líneas a pesar de ser una de las Instituciones más valoradas por los españoles. En el discurso no había nada que se dijera u ocultara por casualidad. Estaba todo medido y consensuado y aquí es donde nace la duda y confusión, en el por qué; en cual fue la causa para que Moncloa y Zarzuela dejaran a un lado un mínimo recuerdo para quienes están muriendo  lejos de nuestras fronteras prestando ayuda y defendiendo la paz en conflictos donde los derechos  humanos son pisoteados. ¿Acaso recordar también  la alta misión de las FFAA como garantes de la unidad de España no era “políticamente correcto” ante la presencia de Mas y Urcullu?.

Las FFAA del siglo XXI no es el ejército levantisco de los dos siglos anteriores ni están pensando en aventuras al margen de la Constitución. La espantada de Tejero fue el punto de inflexión en la concepción de lo que es un ejército moderno, profesional y  sin servidumbres políticas. No obstante y por mandato constitucional, pudiera darse el caso de una actuación de las FFAA contra una parte de los españoles empeñados en dividir y destruir España y esto, que sería la última instancia una vez agotados todos los recursos pacíficos posibles, está escrito y es una realidad a contemplar. Con ocultarlo se mina la moral de las FFAA y se acrecienta la bravuconería de políticos sin escrúpulos como Arturo Mas. La idea de Zapatero y su ministra Chacón de convertir las FFAA en una ONG, y de la Unidad  Militar de Emergencias  en una guardia pretoriana a las órdenes directas del Presidente del Gobierno, medidas estas no contestadas por el actual Gobierno de Rajoy, no es precisamente lo que los españoles queremos para nuestros ejércitos. Soy consciente de la necesidad de prestar ayuda humanitaria y luchar por la paz en un mundo global en donde todo nos afecta a todos,  pero creo también que nuestra integración en un aparato militar supranacional como es la OTAN nos exige mantener a punto nuestras  FFAA, modernizadas y homologadas para acrecentar su efectividad. Las FFAA no deben estar para recoger la basura de las ciudades por desavenencias entre barrenderos y empresas. Una cosa son las catástrofes naturales donde toda la ayuda es poca y otra es convertir a nuestros ejércitos en chica para todo.


Tanto en la organización de los actos como en el discurso, ya lo dije anoche en la tertulia –gratuita por cierto- de Visión 6, se echa cuenta de la prudencia de la Casa Real y del complejo del Presidente Rajoy. En el primer caso como si hubiera algo que ocultar o alguien a quién pudiera ofenderse. En el segundo, el temor a la calle y a los movimientos minoritarios antisistema y de extrema izquierda que le obligaría a utilizar a las Fuerzas de Seguridad de la forma en que lo hace cualquier país europeo pero que aquí levanta ampollas. Al final, lo importante es que se ha realizado un hecho histórico de mucho calado, por su significado y por la normalidad democrática del cumplimiento de algo ya establecido en la Constitución. La anécdota del gesto de mala educación de Mas y de Urkullo –que se dejó arrastrar por el otro- y la ausencia de toda la morralla independentista y de la izquierda plural y variopinta, sirvió si acaso para descubrir la miseria moral e intelectual de sus protagonistas y espero que al menos los posibles votantes de IU recuerden, comparen y  se lo piensen dos veces. ¡ Larga vida al Rey!.

Paco del Hoyo. "Arriba Periscopio".20/06/2014 


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