DE PABLO IGLESIAS A NICOLÁS MADURO
Era de esperar: Pablo Iglesias es
como el venezolano Maduro pero con coleta. En Cuba el que pinta es Willy Toledo que
parece más mezcla de Castro y Ché por sus pelos y sus barbas. En realidad Pablo
Iglesias parece que se ha escapado de alguna comuna hippy de los años sesenta;
tiene cara de antiguo y además es antiguo. Ya me dirán si no, venir a aplicar
ahora las mismas técnicas revolucionarias que hace cien años dieron comienzo a
la mayor catástrofe social de setenta años de hambre y genocidio comunista.
El sujeto en cuestión anda en
estos días organizando un partido cuya cabeza visible e indiscutible pretende
que sea la suya sin más consulta ni más
concesiones. Los grupos más o menos organizados que facilitaron el nacimiento
de Podemos le han plantado cara y han venido a decirle que o jugamos todos o se
rompe la baraja y claro, decir eso a un estalinista ha desatado todas las iras
del mismo, que ahora viene a decir, como hace Maduro cada día en Venezuela, que
se trata de una conspiración para entregar Podemos a IU y que los grupos que le apoyaron no son
representativos porque están sometidos al criterio de la Izquierda Plural.
El modelo de partido único establecido
en la Complutense donde hay un politburó que dirige y controla “la lucha” es el
que ha servido a Iglesias para organizar Podemos. Miles de ovejas para un solo
pastor. Las ovejas como todos sabemos son unos de los animales más tontos del
mundo; están incapacitadas para andar solas por su cuenta y necesitan
amontonarse en rebaño y cuanto más apiñadas mejor. Este animal tan típicamente
español debería ser para Podemos lo que la cabra para la Legión. Cuando
milagrosamente algunas ovejas descarriadas se han vuelto díscolas y han
cuestionado la autoridad del pastor, Pablo Iglesias se ha puesto de los nervios
y ha revivido aquello de la confabulación que dijera el general Franco.
Pablo Iglesias y Nicolás Maduro
van de la mano para perpetuarse en el poder y socializar la miseria. El ejemplo
de Cuba y otras repúblicas bananeras sudamericanas les inspira y les estimula. En la UE el régimen que
pretende implantar Iglesias no tiene cabida y pienso que España o lo que quede
de ella no va a ser la excepción.
Ah, y después de este plato combinado nada mejor que
el postre servido por Cayo Lara cuando viene a decir que la Cámara (el
Congreso) tiene legalidad pero carece de legitimidad. A ver Cayo Lara, ¿es solo
fiebre o diarrea mental?. A lo dicho, el Diputado Cayo Lara se considera legal
pero no legítimo; ¿cómo se come eso?. ¿Será que han oído el grito de guerra de
Podemos: “A por ellos oééé…” y están al borde de un ataque de nervios?
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