lunes, 28 de noviembre de 2011

EL 2011


El 2011

El año 2011 va a ser de difícil digestión para los sisanteños. Una parte de ellos quedarán decepcionados por los resultados electorales adversos, otros insatisfechos con los frutos del centenario. Habrá otros para los que todo les haya salido bien. Lo difícil será conjugar los diferentes estados de ánimo en paz y concordia.

El año 2011 es año de elecciones municipales y autonómicas en primavera y de celebración del centenario a finales del verano.

Las primeras son en esencia elementos desestabilizadores de la paz ciudadana, cuando nuestra tan cacareada y poco asentada vocación democrática no se refleja en el respeto mutuo y la aceptación como normal de la opción del adversario.

Para este primer reto, que va a determinar en gran medida la convivencia entre los sisanteños, confiamos que la cordura de unos y otros no convierta las consultas electorales en motivo de enfrentamientos personales ni hagan del insulto y la difamación argumentos expresivos del odio y del “todo vale”. Aquellos energúmenos que ni siquiera respetaron las piedras centenarias de nuestros monumentos fueron producto de lo anterior y actuaron inducidos por quienes, por la edad, conocimiento y responsabilidad, debieran haber dado ejemplo actuando como freno a los desmanes.

En cuanto a la segunda, no deja de ser una incógnita por lo incomparables e impredecibles resultados. Las generaciones del 2011 no se parecen en nada a las del 1911. Para la primera y segunda celebración la sociedad sisanteña no había sufrido apenas cambios en su modo de vida, a diferencia de la última centuria que ha removido los cimientos de la sociedad rural inmovilista para convertirla en ágil y dinámica sociedad de predominio y vocación urbanos.

La verdad es que el centenario ha venido a coincidir con un momento crítico en el que la sociedad está sufriendo una difícil situación que ya creíamos enterrada y olvidada sesenta años atrás. Estas celebraciones conllevan un importante desembolso, la mayor de las veces irrecuperable, tanto de las Instituciones como de los vecinos y, por desgracia, ni las unas ni los otros están en situación de atender más allá de lo estrictamente necesario. Si a ello unimos otros males como la improvisación, la incompetencia y la intransigencia y la posibilidad de convertir el centenario en objetivo políticamente rentable, creo que aún estamos a tiempo de recapacitar sobre lo que queremos y podemos hacer con lo que tenemos.

Cambiando de tercio, quiero dedicar esta segunda parte de la carta a nuestra querida revista “6 Flores” que acaba su séptimo año de andadura de la segunda época con 24 números y con la satisfacción de suscitar cada día más el interés de los sisanteños.

No estamos subvencionados ni por tanto maniatados y llegamos a duras penas a cubrir los gastos de la publicación. Hemos dejado el discurso político a los políticos y canalizado nuestro esfuerzo en hacer llegar a los sisanteños los detalles del acontecer diario de la vida local y el conocimiento de su historia, sus raíces y costumbres, sin dejar en el tintero otros asuntos que interesan y preocupan a nuestros lectores.

A nuestras páginas puede acceder todo aquel que quiera y tenga algo que decir. Nuestros colaboradores, ideológicamente diferentes, no vienen aquí a hacer política sino a hacer pueblo. Quienes nos pretenden encasillar están equivocados. Se da la circunstancia de que uno de nuestros colaboradores, Pedro Garde ha sido elegido candidato a la alcaldía por el Partido Popular, pero algunos otros hubieran podido ser elegidos también por otras opciones políticas, lo cual indica que a nadie exigimos confesión cuando llega y que la línea de “6 Flores” va a permanecer inalterable. A la hora de dar opciones serán iguales para todos y en este sentido, nuestro próximo número de finales de Marzo ofrecerá sus páginas a quienes deseen comunicar a los sisanteños sus proyectos de futuro.

Otro cambio de tercio para invitar a la reflexión en estas fechas navideñas, que nos permita llegar a la conclusión de que somos muy pocos, nos vemos todos los días, coincidimos en fiestas y celebraciones familiares, nuestros hijos nos llevan a emparentar con quien menos nos esperamos y al final, por un lado o por el otro acabamos siendo pariente más o menos cercano de todo el mundo. Ello nos facilitará encauzar el año venidero por el camino de la concordia y de la paz.

Por parte de los que hacemos esta revista, nuestros mejores deseos para todos en estas familiares fiestas y una buena dosis de fe y de esperanza para el 2011.

Paco del Hoyo
Carta del Director “6 Flores” Nº 24, Diciembre 2010

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