¿QUIÉN HABLA POR RAJOY?
Se acerca la aprobación de la ley
de Consultas Catalana que va a permitir, si el Tribunal Constitucional no lo
remedia, que los catalanes voten por la insurrección y den el paso definitivo
para crear el estado catalán.
Esto parece una partida de mus
que no pasa del envite. Envido. Envido más. Un amarraco. Dos más y así día tras
día, el tonteo y nada más pero nadie se atreve a echar el órdago. Rajoy espera
a que Mas lo eche; Más hace como que se lo piensa pero no pasa del envite
brabucón. Junqueras le ofrece echar el órdago con sus cartas, Mas se lo sigue
pensando.
La ley de consultas se aprobará,
con los votos a favor de los socialistas faltaría más, y de inmediato irá a
parar al TC de cuya integridad todos
parecemos estar muy seguros pero del que conviene hacer memoria y recordar sus
desvaríos, sus criterios políticamente contaminados a la hora de interpretar lo
que la Constitución establece y su dudoso celo a la hora de obligar a aplicar
lo que sus sentencias ordenan. Del TC podemos esperar cualquier cosa, desde un
no rotundo a la ley catalana hasta un sí con matices, que es lo que los
catalanes pueden estar esperando y que podría ser la carta de libertad que les
ayudara a culminar el proceso.
A Mas se le llena la boca de
consulta; le sale hasta en la sopa y si encuentra algún pujolín entre los garbanzos, lo aparta
cuidadosamente y sigue con la consulta. Junqueras está en plan más borde y se le llena
la boca de desobediencia. Anima a la desobediencia pacífica el día 9 de
Noviembre y, como el Capitán Araña,
embarcará a la gente y él seguramente tendrá preparado en avión en alguno de
los muchos aeropuertos catalanes por si
resultara, ¡que ironía!, que al Presidente Rajoy se le ha encendido la bombilla
roja y decidiera hacer algo.
Mientras Rajoy habla de trasplantes,
seguramente pensando en el débil corazón de Mas del que unos dicen y otros callan, y asegura que
un andaluz puede vivir con el corazón de un catalán –que horror, un andaluz sin
gracia y pensando siempre en la pela-, busca entre sus ministros otras bocas
que digan lo que él no quiere o no se atreve a decir. La Vicepresidenta Soraya
Sáenz de Santamaría repite continuamente que el Gobierno tiene previstos todos
los supuestos posibles y actuará de acuerdo con la ley. No sé si para esto
último de la desobediencia civil tienen preparado algo pero no creo que se haya
desalojado el Centre Penitenciari Quatre
Camins para llenarlo de insurrectos. El cuasiexministro Gallardón renuncia a su ley estrella del aborto para dedicar
todo el esfuerzo del Ministerio a asegurarse de que el TC dice lo que debe
decir y el Ministro Margallo, a una seña de Rajoy le dice a Mas: “envido 155”,
a sabiendas de que la respuesta no va a ser un órdago y todo se queda en los comentarios de
los escandalizados espectadores de tan histórica partida.
Rajoy solo dice que no habrá
consulta, sus ministros deslizan veladas amenazas en su nombre. Rajoy no ha
hecho tres cosas que alcanzan a su responsabilidad, suspender las
transferencias en educación ante el continuo incumplimiento por parte de la
Generalidad de las sentencias del Supremo, acallar en la televisión pública los
mensajes soberanistas y antiespañoles y dedicarla a desmontar la farsa
histórica del catalanismo y en tercer lugar decir claramente y por su boca lo
que hoy ha dicho el Ministro Margallo, que la insurrección se castiga con la
suspensión de la autonomía que el artículo 155 de la Constitución deja bien
claro.
Ah, y de darles un euro más a
cambio de que se callen ni hablar. Cualquier beneficio económico a cambio de
una salida negociada es un robo descarado al resto de los españoles, pero de
eso ya escribiré otro día.
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Artesano del Cuero, en Almansa y Yeste |
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