martes, 16 de septiembre de 2014

RAJOY HABLA POR BOCA AJENA




¿QUIÉN HABLA POR RAJOY?

Se acerca la aprobación de la ley de Consultas Catalana que va a permitir, si el Tribunal Constitucional no lo remedia, que los catalanes voten por la insurrección y den el paso definitivo para  crear el estado catalán.

Esto parece una partida de mus que no pasa del envite. Envido. Envido más. Un amarraco. Dos más y así día tras día, el tonteo y nada más pero nadie se atreve a echar el órdago. Rajoy espera a que Mas lo eche; Más hace como que se lo piensa pero no pasa del envite brabucón. Junqueras le ofrece echar el órdago con sus cartas, Mas se lo sigue pensando.

La ley de consultas se aprobará, con los votos a favor de los socialistas faltaría más, y de inmediato irá a parar al TC de cuya integridad  todos parecemos estar muy seguros pero del que conviene hacer memoria y recordar sus desvaríos, sus criterios políticamente contaminados a la hora de interpretar lo que la Constitución establece y su dudoso celo a la hora de obligar a aplicar lo que sus sentencias ordenan. Del TC podemos esperar cualquier cosa, desde un no rotundo a la ley catalana hasta un sí con matices, que es lo que los catalanes  pueden estar esperando y  que podría ser la carta de libertad que les ayudara a culminar el proceso.

A Mas se le llena la boca de consulta; le sale hasta en la sopa y si encuentra  algún pujolín entre los garbanzos, lo aparta cuidadosamente y sigue con la consulta.  Junqueras está en plan más borde y se le llena la boca de desobediencia. Anima a la desobediencia pacífica el día 9 de Noviembre  y, como el Capitán Araña, embarcará a la gente y él seguramente tendrá preparado en avión en alguno de los muchos aeropuertos catalanes  por si resultara, ¡que ironía!, que al Presidente Rajoy se le ha encendido la bombilla roja y decidiera hacer algo.


 Mientras Rajoy habla de trasplantes, seguramente pensando en el débil corazón de Mas del  que unos dicen y otros callan, y asegura que un andaluz puede vivir con el corazón de un catalán –que horror, un andaluz sin gracia y pensando siempre en la pela-, busca entre sus ministros otras bocas que digan lo que él no quiere o no se atreve a decir. La Vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría repite continuamente que el Gobierno tiene previstos todos los supuestos posibles y actuará de acuerdo con la ley. No sé si para esto último de la desobediencia civil tienen preparado algo pero no creo que se haya desalojado el Centre Penitenciari  Quatre Camins para llenarlo de insurrectos. El cuasiexministro Gallardón renuncia  a su ley estrella del aborto para dedicar todo el esfuerzo del Ministerio a asegurarse de que el TC dice lo que debe decir y el Ministro Margallo, a una seña de Rajoy le dice a Mas: “envido 155”, a sabiendas de que la respuesta no va a ser  un órdago y todo se queda en los comentarios de los escandalizados espectadores de tan histórica partida. 

Rajoy solo dice que no habrá consulta, sus ministros deslizan veladas amenazas en su nombre. Rajoy no ha hecho tres cosas que alcanzan a su responsabilidad, suspender las transferencias en educación ante el continuo incumplimiento por parte de la Generalidad de las sentencias del Supremo, acallar en la televisión pública los mensajes soberanistas y antiespañoles y dedicarla a desmontar la farsa histórica del catalanismo y en tercer lugar decir claramente y por su boca lo que hoy ha dicho el Ministro Margallo, que la insurrección se castiga con la suspensión de la autonomía que el artículo 155 de la Constitución deja bien claro.

Ah, y de darles un euro más a cambio de que se callen ni hablar. Cualquier beneficio económico a cambio de una salida negociada es un robo descarado al resto de los españoles, pero de eso ya escribiré otro día.













Artesano del Cuero, en Almansa y Yeste

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