LA VUELTA

LA VUELTA

Igualico, Forges, igualico

 

Como la mayoría de los españoles, con más o menos ganas, con algún recuerdo agradable y con la insatisfacción de no haber hecho todo lo que me prometí que iba a hacer, ya he vuelto. He vuelto a  la casa, al tajo, a la letra del banco, al recibo de la luz, a las notas del instituto, a la úlcera de bolsillo de la feria que agranda la que ya traigo etc. etc.

Un mes sin escribir, sin internet, casi sin cobertura de móvil. !Qué felicidad, se dirán!. Una leche, que es el primer año que echo de menos todo eso. Ya voy camino de ser  un hombre domado y sometido al sistema. Ya adivino  mi futuro entre verduras sin sal e internet, ¡que se le va a hacer!.

Bueno pues a la vuelta me encuentro el ruedo nacional en plena fiesta, en plena calentura avivada por “la caló”, que ha hecho que hasta Orense se vista de Sevilla. El primer espada, Rajoy, ha terminado los deberes que le marcó su amiga Merkel, la cual peregrinó a Santiago para comprobar si lo de Rajoy era mérito suyo o milagro del Santo. Puso el hombre a todos sus ministros a arreglar las cuentas sin percatarse de que el Gobierno también hace política, que es lo que la gente ve más próximo y con lo que más se conforma, aunque sea a base de mentiras y mensajes populistas. Ahora que las cuentas empiezan a cuadrar se da cuenta de que sus ministros políticos no hacían política y se echan encima las  mil y una elecciones en las que cada vez es más difícil para los dos grandes partidos salir airosos. El más votado, alcalde, dice el primer espada; y una leche, dicen los cayolarianos que de esta forma no tendrían ninguno y una leche dicen también los súbditos de “Zapasanchez” porque “eso lo pensamos nosotros primero y no quisisteis”. Todo esto a un semestre de las municipales. O don Juan o don Juanito, no valen medias tintas. El espada que se quedó en banderillero, Gallardón, dice que pasa en horas veinticuatro y sin el menor sonrojo de quince mil aforados a veintidós, ¡olé el figura!, ¿Cómo se le escaparía este fichaje a José Tomás?.

El segundo espada, que se llama Pedro Sáchez pero la gente le llama “Zapasanchez”, no sé por qué será, ¡que ignorancia la mía!, anda por las plazas haciendo la faena que el respetable le pide. Recordad aquello de “dales caña Arfonso”, pues algo así. En un acto con parados critica que Rajoy busque trabajo a Cañete y De Guindos en vez de buscarlo a los parados. Al día siguiente en un mitin a feministas afea a Rajoy el haber propuesto a dos comisarios varones y olvidar la paridad. Ha consultado el oráculo de San Telmo y se ha quitado del medio a las dos portavoces rubalcabianas. A la de Estrasburgo la deja con medio sueldo al quitarle la portavocía, que pienso yo que hasta al mismo Sánchez le daría pena oírla. A la de la carrera de San Jerónimo, ¡ay Sorayita, no pudiste con Soraya, que la esencia y el veneno se guardan en frascos pequeños! . Donde dije digo digo diego, dice el segundo espada y lo que ayer era para hoy, hoy lo es para pasado mañana. Primarias en otoño, ¡que sarcasmo!; eso no se lo creían ni los conserjes de Ferraz. Sánchez ha dado un golpe de estado dentro del partido y se ha autoproclamado candidato de facto al atrasar la elección al mes de Junio próximo, cuando ya no haya posibilidad de popularizar a ningún otro candidato. Éste supera a Zapatero, qué duda cabe.

El Curro Romero de la política, el ex honorable Pujol, va a basar su defensa en un viejo refrán español ya usado en La Celestina y en La Pícara Justina: “Quién roba a un  ladrón, tiene cien años de perdón”. Me imagino su comparecencia en el parlament catalá diciendo: “España y los españoles nos roban; son unos ladrones. Yo he robado a España y a los españoles, es decir a unos ladrones y además lo he robado para Catalunya. ¿Qué mayor honor le cabe a un catalá de corazón que el de engrandecer su patria debilitando al enemigo?”. Veo a Oriol Junqueras corriendo a la tribuna de oradores para besar los pies del segundo Casanova. Esperpéntico.

Hoy ha recorrido toda la prensa seria la interesante noticia de que los neandertales eran mínimamente inteligentes y hacían rayas en el suelo. Yo estoy convencido de ello y además pienso que no se extinguieron sino que dejaron descendientes; algunos de los cuales, sin duda los menos aventajados, han conseguido que en el Congreso se someta a votación si Monarquía o República. ¡Qué tiempos aquellos!. La inteligencia debió extinguirse con Santiago Carrillo y Marcelino Camacho.

Fuera del ruedo ibérico hay dos asuntos que me preocupan y bastante además. El farol que se está marcando el dictador Putin en Ucrania ante la indecisión de EEUU y la UE y por otro lado el salvajismo de los miembros del Estado Islámico frente a la pasividad del mundo civilizado, por no hablar solo del occidental. El dinero del petróleo está promocionando esta locura y alimentando  a estas alimañas pero los amos del dinero del petróleo son amigos si no aliados de Occidente. Estamos asistiendo a las postrimerías del nuevo Sacro Imperio Romano Germánico. La historia se repite.