viernes, 19 de septiembre de 2014

ALBACETE, ADIOS FERIA, BIENVENIDO OTOÑO


Vista aérea del complejo ferial

ALBACETE. ADIOS A LA FERIA

El buen tiempo ha acompañado a la feria albaceteña aunque al cierre empañara la última corrida y el espectáculo piro-musical que la clausura. La Puerta de Hierros se ha cerrado hasta el año próximo y la Patrona ha regresado a su sede catedralicia. Se desmontan los tenderetes y se deja listo el recinto para su uso parcial por los “invasores” de cada martes.

Hoy es día de balances. Los cachivaches de montarse ya van diciendo que este año ha sido muy flojo; lo mismo opinan los chiringuitos reponedores de fuerzas y los otros dedicados a acabar con ellas. Los políticos que gobiernan echan flores a esta Feria y la oposición echa pestes de ella. ¿Y el ciudadano?, el ciudadano hace uso del refrán que dice que ”cada uno cuenta la feria según le va en ella”. Día de balances para todos los gustos.

Y el observador, ajeno a la política y a los intereses feriales, convertido únicamente en consumidor de los productos culturales, lúdicos, gastronómicos etc. etc. de la Feria, ¿qué opina de ella? Depende. ¿De qué depende?, pues de una visión subjetiva u objetiva, parcial o global; de esta forma puede ver la feria en función de la simpatía o antipatía que profese a los organizadores y organizaciones participantes o puede valorarla solo en función de la calidad de las actividades que le gustan o por el contrario comparar con programas anteriores y establecer diferencias globales.

Vista aérea nocturna de "la sartén"
Así a primera vista la Feria de Albacete como todas en general son repetitivas, con muy pocas novedades. Repetición de los actos oficiales y religiosos, programa en general copiado del año anterior, mismos cacharros en los mismos sitios con alguna novedad o ausencia. Las diferencias se centran más en los espectáculos, conciertos, teatro, verbenas y la feria taurina, donde los espadas son los que hay y lo que cambia es el ganado.

 El comentario que más corre entre los albaceteños es que este año se ha desperdiciado un fin de semana en aras a la rigidez de las fechas. Las buenas ferias de Albacete son las de dos fines de semana, que permiten a la gente de fuera organizarse para venir uno u otro o los dos. Igual da que el día 8, festividad de la  Virgen de los Llanos, caiga al principio, en medio o al final de la feria pero lo de los dos fines de semana es capital para el mantenimiento y auge de la misma. Se escudan los políticos en que al no establecer fechas fijas puede perjudicarse a los feriantes en su agenda pero habrá que recordar al respecto que la mayor feria de España, la de Sevilla, no tiene fecha fija y depende de las fechas en que caiga Semana Santa.

Critica también el respetable que la cuerda se ha convertido en una macro discoteca y este año incluso en un macro botellón que impedía incluso el paso de la gente sin que la policía municipal hiciera nada después de haber establecido desde el Ayuntamiento las zonas, días y horas  permitidas. La suciedad y el mal olor de algunos lugares no pasa desapercibido y la ocupación de los pasillos entre anillos por puestos de venta, bien sean navajas o morcillas, dificulta seriamente el tránsito y pudieran ser un grave tapón en casos de emergencia.

Declarada de interés turístico internaional
 De comer en la feria cada cual cuenta conforme le fue pero cada vez es más la gente que sale a comer en los restaurantes del centro donde en estos días se suele disfrutar de mayor calidad a precios competitivos; eso sí, los restauradores albaceteños tienen una asignatura pendiente, la de insonorizar sus establecimientos. Uno de estos días fui a comer a un restaurante bastante famoso de la ciudad y confieso que después de dos horas y media que permanecí dentro, mi estómago salió satisfecho pero me estallaba la cabeza del intenso ruido. Tomen nota arquitectos y decoradores, que no se trata solo de hacer agradable el ambiente a la vista sino también al oído. 

De beber en la feria mejor no hablar, ya sabemos  lo que hay, hacemos la vista gorda y algunos se aprovechan de ello. Sea como fuere, lo cierto es que la feria albaceteña es un referente nacional por la cantidad de gente que congrega, el alto nivel de sus espectáculos y la indiscutible importancia de su acontecer taurino. Los políticos se pierden en detalles irrelevantes, buscando siempre la foto con el gerifalte regional o nacional invitado al efecto. Su feria es otra feria, la de la vanidad. Faltan ideas y sobra vulgaridad. Amén.




Arte y estilo en sus monturas ecuestres.


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