Cortes Castellano Manchegas |
CORTES DE CASTILLA LA MANCHA: QUÉ MAL LE SIENTA AL PSOE SU PROPIA MEDICINA
Hay tres formas de entender la
política; una es la de servir al pueblo, otra es la de vivir del pueblo y la
tercera la de poner el pueblo a su servicio. En ambas tres pueden encontrarse
personajes representativos y otros anónimos , habitantes de la sombra.
De la primera y aunque hiera la sensibilidad
de la rojería - perdón, de la izquierda-, el
prototipo podría ser D. Manuel Fraga, el gran político español,
vocacional, intemporal, honrado y
directo, que después de cincuenta años en primera línea de la política
dejó por toda herencia los derechos de alquiler de un piso en Madrid.
De la segunda, en la que más
abundan, una figura representativa podría ser Emiliano
García-Page, el monaguillo de B&B (Bono & Barreda para los no
iniciados). Pasó de la primera comunión a la política; carrera hecha al compás
del cargo público y herencia recibida en premio
a la servidumbre y fidelidad al tándem gobernante. De él, como de
Zapatero, se desconoce si conoce lo que vale una caña o un menú del día. De
ésta también y para que no me traten de sectario, incluyo también al Senador
del PP y Alcalde de Peñas de San Pedro, Antonio Serrano, que dejó tiempo ha la
función pública como funcionario para labrarse un porvenir en la política, llegando a convertirse en el valido de
Cospedal en Albacete, por el que todo pasa, el que todo lo controla y del que sospechan
que se encarga de ocultar a la presidenta la triste realidad del PP
albaceteño.
De la tercera también hay unos
cuantos; no tantos como en la segunda
porque se necesita ser más listo o tener más cara dura, o ambas cosas. Me
vienen a la memoria algunas, por cierto mujeres, Magdalena Alvarez, Leire
Pagín, Bibiana Aido, que pusieron el
pueblo a su servicio y a costa de él viven o han vivido en el paraíso de la
política de altos vuelos, lejos del mundanal ruido de las protestas callejeras,
de cuyos promotores se aprovechan al tiempo que los aborrecen y desprecian, en
general muy propio esto de la “casta”.
Convento de San Gil, sede de las Cortes Toledanas |
Bueno pues cuando en España sufrimos
una clase política bautizada por el pueblo como
“la casta”, en la que hay miles de chupópteros, coleópteros,
himenópteros, lepidópteros, dípteros, ortópteros y otros muchos de carácter
parasitario y alguien desde esa misma casta se propone reducir el número de
estos, se levanta una nube que revolotea y zumban en los oídos las palabras
cacicada y pucherazo.
En Castilla la Mancha el voto
está dividido entre los dos grandes partidos a mucha distancia de otros como
IU. En las elecciones autonómicas de 2011 el porcentaje de votos fue del 48,3
para el PP, 43,38 para el PSOE y tan solo 3,77 para IU. El PSOE castellano
manchego había consagrado un sistema por el cual cuatro provincias tenían
número par de diputados regionales y Ciudad Real número impar, precisamente en
Ciudad Real donde siempre han salido favorecidos. De esta forma, aunque el PSOE
perdiera en las cuatro provincias pares, ganando en Ciudad Real le concedería
un escaño más aunque el número total de votos fuera inferior. De hecho así
hubiera sido en las autonómicas de 2011 en las que Ciudad Real sacó un diputado
más para el PSOE pero en Guadalajara el PP sacó dos diputados más.
El cambio en general se quedó corto |
Con la reducción de diputados de
53 a 33 se consigue disminuir los gastos de una cámara legislativa
prácticamente inoperante y destinada al
acatamiento de la legislación y normativas nacionales y de la UE y poco más; a
lo sumo modificar éstas en lo superficial. La
reducción de sueldos, dietas y demás gabelas ha propiciado que algunos de los
del segundo grupo que mencioné al principio han tenido que volver al tajo a
ganarse la habichuela. A alguno muy conocido por esta tierra le ha sentado muy
mal volver a la escuela.Con la nueva distribución de
escaños, todas las provincias tienen numero par y hay tres posibles con número
impar dependiente de la fluctuación del electorado. La posibilidad de que no
gobierne el más votado se descarta y la dificultad para que grupos minoritarios
consigan escaño se mantiene igual que el tiempos de gobierno socialista.
El pataleo aún se oye en el
convento de San Gil donde los socialistas pierden la mitad de los escaños reducidos
y además se les desmonta el negocio de Ciudad Real, por eso no ha habido
entendimiento posible y al final el PP en solitario ha tenido que aprobar esta
reforma estatutaria. Ahora lo que hace falta es que el argumento del ahorro no
se quede solo en reducir veinte diputados regionales. Debería seguir con las
Diputaciones y los Ayuntamientos, reduciendo el número de escaños y de sueldos,
despolitizando la Administración autonómica y eliminando de forma real y no
testimonial el número de empresas y organismos públicos paralelos a la
Administración. El PSOE ha probado su propia medicina. Cuando de aceite de ricino
se trata, no es lo mismo verlo tomar que tomarlo.
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