martes, 22 de julio de 2014

COSPEDAL, DE 53 A 33 Y SIN SUELDO





Cortes Castellano Manchegas
CORTES DE CASTILLA LA MANCHA: QUÉ MAL  LE SIENTA AL PSOE SU PROPIA MEDICINA


Hay tres formas de entender la política; una es la de servir al pueblo, otra es la de vivir del pueblo y la tercera la de poner el pueblo a su servicio. En ambas tres pueden encontrarse personajes representativos y otros anónimos , habitantes de la sombra.


De la primera y aunque hiera la sensibilidad de la rojería - perdón, de la izquierda-, el  prototipo podría ser D. Manuel Fraga, el gran político español, vocacional, intemporal, honrado y  directo, que después de cincuenta años en primera línea de la política dejó por toda herencia los derechos de alquiler de un piso en Madrid.


De la segunda, en la que más abundan,  una  figura representativa podría ser Emiliano García-Page, el monaguillo de B&B (Bono & Barreda para los no iniciados). Pasó de la primera comunión a la política; carrera hecha al compás del cargo público y herencia recibida en premio  a la servidumbre y fidelidad al tándem gobernante. De él, como de Zapatero, se desconoce si conoce lo que vale una caña o un menú del día. De ésta también y para que no me traten de sectario, incluyo también al Senador del PP y Alcalde de Peñas de San Pedro, Antonio Serrano, que dejó tiempo ha la función pública como funcionario para labrarse un porvenir en la política,  llegando a convertirse en el valido de Cospedal en Albacete, por el que todo pasa, el que todo lo controla y del que sospechan que se encarga de ocultar a la presidenta la triste realidad del PP albaceteño.  


De la tercera también hay unos cuantos; no tantos  como en la segunda porque se necesita ser más listo o tener más cara dura, o ambas cosas. Me vienen a la memoria algunas, por cierto mujeres, Magdalena Alvarez, Leire Pagín,  Bibiana Aido, que pusieron el pueblo a su servicio y a costa de él viven o han vivido en el paraíso de la política de altos vuelos, lejos del mundanal ruido de las protestas callejeras, de cuyos promotores se aprovechan al tiempo que los aborrecen y desprecian, en general muy propio esto de la “casta”. 

Convento de San Gil, sede de las Cortes Toledanas

Bueno pues cuando en España sufrimos una clase política bautizada por el pueblo como  “la casta”, en la que hay miles de chupópteros, coleópteros, himenópteros, lepidópteros, dípteros, ortópteros y otros muchos de carácter parasitario y alguien desde esa misma casta se propone reducir el número de estos, se levanta una nube que revolotea y zumban en los oídos las palabras cacicada y pucherazo.


En Castilla la Mancha el voto está dividido entre los dos grandes partidos a mucha distancia de otros como IU. En las elecciones autonómicas de 2011 el porcentaje de votos fue del 48,3 para el PP, 43,38 para el PSOE y tan solo 3,77 para IU. El PSOE castellano manchego había consagrado un sistema por el cual cuatro provincias tenían número par de diputados regionales y Ciudad Real número impar, precisamente en Ciudad Real donde siempre han salido favorecidos. De esta forma, aunque el PSOE perdiera en las cuatro provincias pares, ganando en Ciudad Real le concedería un escaño más aunque el número total de votos fuera inferior. De hecho así hubiera sido en las autonómicas de 2011 en las que Ciudad Real sacó un diputado más para el PSOE pero en Guadalajara el PP sacó dos diputados más. 

El cambio en general se quedó corto

Con la reducción de diputados de 53 a 33 se consigue disminuir los gastos de una cámara legislativa prácticamente inoperante  y destinada al acatamiento de la legislación y normativas nacionales y de la UE y poco más; a lo sumo modificar éstas en lo superficial. La reducción de sueldos, dietas y demás gabelas ha propiciado que algunos de los del segundo grupo que mencioné al principio han tenido que volver al tajo a ganarse la habichuela. A alguno muy conocido por esta tierra le ha sentado muy mal volver a la escuela.Con la nueva distribución de escaños, todas las provincias tienen numero par y hay tres posibles con número impar dependiente de la fluctuación del electorado. La posibilidad de que no gobierne el más votado se descarta y la dificultad para que grupos minoritarios consigan escaño se mantiene igual que el tiempos de gobierno socialista.


El pataleo aún se oye en el convento de San Gil donde los socialistas pierden la mitad de los escaños reducidos y además se les desmonta el negocio de Ciudad Real, por eso no ha habido entendimiento posible y al final el PP en solitario ha tenido que aprobar esta reforma estatutaria. Ahora lo que hace falta es que el argumento del ahorro no se quede solo en reducir veinte diputados regionales. Debería seguir con las Diputaciones y los Ayuntamientos, reduciendo el número de escaños y de sueldos, despolitizando la Administración autonómica y eliminando de forma real y no testimonial el número de empresas y organismos públicos paralelos a la Administración. El PSOE ha probado su propia medicina. Cuando de aceite de ricino se trata, no es lo mismo verlo tomar que tomarlo.


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