EL
OPORTUNISMO DE ECHÁNIZ
Hace pocos días criticaba yo en este blog el hecho de que el
Ministro Morenés hubiera impuesto la Medalla al Mérito Aeronáutico con
distintivo Blanco al Dr. César Casado Pérez, Jefe del Servicio de Cirugía
Plástica del Hospital La Paz y menciones
honoríficas al resto del equipo médico interviniente, al tiempo que olvidaba
los servicios prestados por el personal del Hospital Universitario de Albacete
y en menor grado el de Hellín. El artículo en cuestión ha tenido alrededor de
mil visitas y son muchos los comentarios que al mismo se han hecho en el
sentido de que, si vergonzoso es que desde Madrid se haya despreciado de tal
forma la valiosa colaboración del CHUA (Centro Hospitalario Universitario de
Albacete), no menos es la poca valoración que del hecho se ha observado en la Consejería
del Sr. Echániz. Ni tan siquiera una reacción inmediata al despropósito
ministerial. Han esperado o se han enterado de que esto ocurría cuando la red
ha comenzado a extender el malestar del colectivo de ambos Hospitales, en cuya
difusión ha tenido alguna importancia mi denuncia.
HOSPITAL DE ALBACETE |
Ahora, a toro pasado, cuando han transcurrido casi cuatro meses
desde el accidente, se acuerda Echániz de que en Albacete hubo un despliegue
especial de medios humanos y materiales que ayudó a prestar los primeros
auxilios en el fatídico siniestro, razón por la cual concede la Medalla a la
Iniciativa Social a los Hospitales de Albacete y Hellín. Según reconoce el
Consejero, participaron en el accidente una Ambulancia de Soporte Vital Básico,
cuatro helicópteros, cuatro UVI-móvil de emergencias, el personal de servicio y
personal voluntario que acudió a prestar su ayuda.
En el lugar de la catástrofe fueron atendidos veintiún
heridos, diecinueve de los cuales fueron trasladados a ambos hospitales y
posteriormente diez de ellos al Hospital La Paz para ser atendidos por las
graves quemaduras, uno de los cuales falleció al poco de llegar y el resto fueron
repatriados recientemente una vez
mejorado su estado.
HOSPITAL DE HELLÍN |
El reconocimiento del Consejero Echániz llega tarde y con un
tufo electoral que apesta y produce el efecto contrario al que se propone. El
mérito de la actuación de estos profesionales tuvo un momento y una fecha en el
calendario que debieron pasar desapercibidos al Consejero y sus aconsejadores.
Solo después, a la vista de que el Ministro ha olvidado considerarles y la
noticia y las consiguientes quejas han trascendido, es cuando el Consejero se
apresta a montar el circo con el único fin de atraer el voto de un colectivo en
el que justa o injustamente tiene mucha contestación.
No vale la venda que se pone antes de tener la herida ni la
que pone cuando la herida ha curado. Todo tiene su momento. En este caso quizás
hubiera servido el argumento de que más vale tarde que nunca si no estuviéramos
en periodo electoral. Ahora, Sr. Echániz, se le ha visto el plumero. Anda Vd.
flojo de reflejos.
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