Es la consigna de
moda, acabar con el bipartidismo. Un bipartidismo que nunca ha sido tal si se
analizan los resultados electorales de los últimos cuarenta años. La
composición del Congreso siempre fue variada aunque hubiera dos Partidos
mayoritarios que en ocasiones gozaron de mayorías absolutas; PNV y CIU siempre estuvieron presentes y facilitaron la gobernabilidad de PSOE y PP en
las legislaturas sin mayoría absoluta –más adelante hablaré del precio-. IU
también tuvo momentos de gloria con Grupo Parlamentario propio; completaban los
escaños los Partidos minoritarios del Grupo Mixto, UPyD, Coalición Canaria y
otros. Si los dos grandes Partidos han venido disfrutando de la posibilidad de
formar gobierno, aún con apoyos externos en ocasiones, ha sido porque el
electorado no ha votado a otras opciones minoritarias y porque los Partidos
nacionalistas han delimitado su expansión a las circunscripciones de su territorio.
Gobierna UCD sin mayoría absoluta |
La corrupción en la
política española no es algo que se pueda achacar exclusivamente a los Partidos
actuales. Ya en tiempo de la República (ver artículo blog 28/10/2014 “No hace
falta que me des…”) el mamoneo y la corrupción estaban a la orden del día y no
digamos después en tiempos de la dictadura con la especulación urbanística de
lo que hoy son los grandes complejos turísticos de nuestras costas. Menos aún
pretender cargar el muerto a los dos Partidos mayoritarios cuando en la
Cataluña de Pujol se lo han llevado crudo y envuelto en la señera –robada también
a Aragón-, la Unión Mallorquina de Munar dejó las islas yermas y los regeneracionistas de la IU de Tania Sánchez se reparten subvenciones y
pisos de protección oficial y sus colegas de Andalucía se ponen morados de mariscadas
y de millones de los ERE.
Gobierna PSOE sin mayoría absoluta |
Lo mejor de la
España del nuevo régimen –el régimen de 1978, dicen en Podemos- es haber
contado con dos Partidos grandes capaces de conformar gobiernos estables. De no
haber sido así hubiéramos sufrido el calvario al que los italianos están
acostumbrados y que aquí hubiera supuesto el camino a la ruina total. Lo peor
fue no disponer de Partidos de implantación y vocación nacional, que sirvieran
de bisagra ocupando el lugar que aprovecharon impunemente los nacionalistas
para saquear al Estado y dinamitarlo desde dentro. Si no hubiera sido por las
concesiones al enemigo nacionalista las transferencias a las CCAA no hubieran
dejado al Estado en los puros huesos y
ahora se afrontaría la gobernabilidad desde un Estado fuerte que no hubiera
renunciado a la gestión de la Justicia, la Educación y la Sanidad y disponiendo
de medios suficientes para hacer entrar
por el aro a las economías autonómicas.
Gobierna PP sin mayoría absoluta |
Lo del final del
bipartidismo es más el deseo de unos pocos que la intención de la mayoría a pesar de lo que se empeñen en
cocinar los encuestadores por encargo. Yo diría que puede ser el final de las
mayorías absolutas y eso no es malo sino conveniente, porque en los casos en que se han producido,
al final ha habido un desprecio total a la opinión de la oposición y una desconsideración a la ciudadanía. Las
redes de corrupción no se han formado en el Estado sino en las CCAA. En el
gobierno del Estado ha habido alternancias, en el de algunas CCAA sigue sin
haber cambios desde hace más de treinta
años y eso es lo que ha dado lugar a facilitar la creación de sistemas y redes
de corrupción amparados en la impunidad
de las mayorías de rodillo.
Gobierna PSOE sin mayoría absoluta |
La aparición de
Partidos que nacen del descontento popular en una difícil situación creada por la
crisis, que un Gobierno de mayoría absoluta no supo prevenir ni controlar y la
de otros que han visto la oportunidad de salir de sus fronteras regionales y
extender sus tentáculos por el resto del País, es lo que, a la vista de los
resultados en la UE y más recientemente en Andalucía, han movido a los medios
de comunicación a promover la cruzada contra el bipartidismo, ayudada por los
casos de corrupción que se han ido descubriendo siguiendo el juego del “y tú
más”. Aun así y a pesar de que la corrupción ha contaminado todas las células
del tejido social andaluz, los dos Partidos tradicionalmente mayoritarios han
conseguido, uno la posibilidad de gobernar en minoría con algunos apoyos y el
otro encabezar con autoridad la oposición.
Gobierna PSOE sin mayoría absoluta |
Lo bueno sería que
estos Partidos nacientes hicieran que la honestidad de su gestión y la
democracia interna abanderase su proyecto. No es eso precisamente lo que estamos
viendo en estos momentos; todo lo contrario; asistimos al lamentable
espectáculo de un Partido que se desangra a causa del excesivo personalismo de
sus líderes, como UPyD; otro al que la traición interna está poniendo sus
cuadros y su estructura en manos del adversario, IU; otro en expansión que van recogiendo todo lo
que les llega con tal de poder concurrir a las municipales y autonómicas, sin
reparar en lo que les entra y contradiciendo sus propios estatutos, como en el
caso de Ciudadanos y otro plagado de oportunistas que vieron en los movimientos
de protesta ciudadanos la semilla para instaurar el Estado totalitario y que en
su corta trayectoria ya se han dejado algún cadáver político con sospecha de
ser corrupto y utilizan sin el menor sonrojo lo de “dónde dije digo, digo
Diego”.
De aquí a las Generales de Noviembre esto habrá cambiado |
La experiencia de
los gobiernos tripartitos e incluso pentapartitos que hemos conocido en algunas
CCAA no invita precisamente a la confianza ni a la tranquilidad; los pactos
frentepopulistas como el de Tinel o ahora el de Murcia, tampoco. La cruzada
mediática por el fin del bipartidismo, ayudada por la proliferación de
encuestadores de chichinabo que cocinan resultados al gusto del que les paga,
están desviando nuestra atención a lo superfluo y alejándola de lo importante.
A la sociedad española no le gustan los experimentos ni la política de
laboratorio. Ya se ha visto en Andalucía donde, a pesar de los pesares, han
dicho que más vale lo malo conocido. Se ha visto también en estos días en el
Reino Unido, donde las encuestas auguraban una Cámara de los Comunes de mil
colores y al final se ha impuesto la cordura de la sociedad inglesa que al
parecer tampoco es partidaria de los experimentos.
Posiblemente la
composición del nuevo Congreso de Diputados sea diferente a las que hasta ahora
hemos conocido, pero a buen seguro PP y
PSOE seguirán siendo los dos únicos Partidos con opción de gobernar, aunque
precisen establecer pactos o coaliciones para ello. A los que desde la tribuna
mediática se empeñan en desvirtuar la realidad habrá que decirles aquello de
“los muertos que vos matáis gozan de buena salud.
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