SORAYA-COSPEDAL, EMPATE A UNO. ANDALUCÍA PARA LA PRIMERA, PAÍS VASCO PARA LA SEGUNDA
Retirado por prescripción médica
de las pantallas de ordenador durante al menos el fin de semana y dedicado a labores de poda y
arreglo de la parra cuya sombra hace llevaderos los veranos de mi patio, he
permanecido también al margen del partido de vuelta entre las “Rajoy Girls”, o
sea Soraya y Cospedal, como así se les conoce, a la primera por el nombre –mal hecho
porque es un nombre devaluado por la portavoz socialista- y a la segunda por el
apellido. Era un partido casi cantado y Rajoy ha ejercido de árbitro con la misma
autoridad que de Presidente del PP y ha pitado penalti a favor de Cospedal, que
ha metido un valioso gol a su contrincante Soraya en el estadio del PP vasco.
Bien por el árbitro, pero que tenga en cuenta que son dos leonas a las que no
se conforma con azucarillos ni son de doma fácil; que la primera hace temblar a
los leones del Congreso cada día que aparece y la segunda, que los visita en
algunas ocasiones les trastorna los esfínteres.
Buenas caras. La procesión va por dentro |
Según cuentan, el partido ha sido
sucio, de entradas, patadas, zancadillas, tarjetas, y amonestaciones y los más
entendidos aseguran que los espectadores
en general no han quedado satisfechos, y
pronostican una segunda vuelta si la goleadora de la protegida no mejora los
resultados electorales de sus antecesores.
¿Será verdad que el PP y el PSOE
tienen la misma hoja de ruta en sus actuaciones en el País Vasco?. Yo estoy
convencido de que los proetarras fueron legalizados por el TC a instancias o
con el visto bueno de Zapatero pero Rajoy no ha hecho nada por deshacerlo y
volver a la situación anterior. Bildu sigue donde está y cada día con más
poder. Los que en el PP estaban contra ETA y su entorno han ido siendo
desplazados de las primeras líneas y sustituidos por gente más joven, menos
afectada y más proclive a una salida negociada en la que es solo el Estado el
que se baja los pantalones mientras los etarras se hacen los amos de Municipios y Diputaciones.
Las bendiciones de Rajoy. El color de los trajes del equipo Cospedal. |
¿Será verdad que el progresivo
alejamiento de las tesis de las víctimas es una manera de ir dejando caer en el
olvido el dolor sufrido por las mismas de
forma que no constituyan un estorbo en el proceso de rendición del Estado?. ¿Las
peleas internas del PP en el País Vasco son por intereses locales o vienen
definidas por la postura de cada uno en su actitud frente a ETA y el
nacionalismo?. ¿Realmente tienen algo que hacer en estos momentos los políticos
vascos del PP salvo asistir a diario a la humillación ante Bildu que se les
impone desde Madrid? ¿De verdad Rajoy está
jugando limpio en el País Vasco o está poniendo una vela a Dios y otra
al Diablo? ¿Cómo es posible que la mayor traición al Estado que fue la legalización
de los etarras por el TC no haya encontrado respuesta en el PP y qué hace
pensar que el chivatazo del Faisán, “casus
belli” del PP en la oposición se haya desinflado vergonzosamente a la llegada
al poder?
Lo del partido entre Soraya y
Cospedal en el País Vasco no pasa de la anécdota porque va a haber muchos más
enfrentamientos en diferentes estadios. Lo que sí es preocupante es pensar que
el resultado pueda obedecer a un contubernio con gentes de mal agüero al que
Rajoy está sujeto por debilidad o por altas razones de estado que los simples
ciudadanos no debemos conocer. Algo raro se está cociendo en las Vascongadas y
el tufo llega ya a Navarra. El PSOE en este caso es transparente; se le veía
venir desde hace años pero el PP me desconcierta, será quizás porque Rajoy es
gallego y además hermético. Un tontico de mi pueblo que llevaba veinte años sin
hablar, al final lo hizo y dijo “pollí pollá” y le pegó fuego a su casa. Mucho
me temo que cuando Rajoy hable claro y fuerte nuestra casa común ya esté ardiendo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario