Presentación de los P.G.E. de 2014 |
LAS CUENTAS DE LA CASA REAL Y LA
MALA LECHE DE LA IZQUIERDA RESIDUAL
Quiere el Rey que antes de
promulgarse la Ley de Transparencia se hagan públicas las cuentas de la Casa
real. Pues bien, si el Rey lo quiere que lo haga pero no veo ni la necesidad ni
la conveniencia ni la oportunidad en esta decisión. No hay necesidad porque cada
cual es libre de administrar a su antojo sus bienes o retribuciones y nadie creo que deba tener necesidad de saber
cómo se gasta la pasta el vecino. No lo veo conveniente porque esa partida
presupuestaria adjudicada anualmente en los PGE votados en las Cortes, ha sido
acordada por la mayoría parlamentaria, igual que se determinan los sueldos del Gobierno y otras
Instituciones del Estado, y solo al Rey compete administrar lo que se le
adjudica por lo que no debe ser carnaza de pseudo-periodistas de la telebasura
o de la chusma de la ultraizquierda. No
lo creo oportuno porque la buena disposición del Rey a justificar con su
ejemplo la futura Ley de Transparencia, se va a entender como muestra de
debilidad ante la situación creada por la infanta Cristina y su marido.
Habría que explicar a bastantes
cafres de los que abundan en la piel de toro que el Rey no es el dueño de nada
que afecte al Patrimonio Nacional. El Rey vive de prestado en el Palacio de la
Zarzuela y tuvo la humildad de no residir en el lujoso Palacio Real, cosa que
si hizo el Presidente de la República , Manuel Azaña. El Palacio Real solo utiliza
para los actos oficiales o protocolarios propios de la Jefatura del Estado.
Que los españoles le hemos puesto un
sueldo y una cantidad para mantenimiento de los servicios necesarios de su casa
igual que en su momento se le pusieron a los Presidentes de la República. Que
el Rey con sus emolumentos puede hacer lo que cualquier ciudadano con los
suyos, gastarlo, ahorrar, invertir, comprar, vender, mantener su familia,
ayudar a sus hijos y un largo etc. de cosas normales que todos hacemos y que, una
vez pagados los impuestos, no tenemos obligación de explicar a nadie lo que tenemos o debemos.
Palacio Real. Aquí vivió el Presidente de la República, Manuel Azaña |
Si el Rey independientemente de
esto quiere en la web de la Casa Real www.casareal.es desglosar las partidas del presupuesto que recibe,
siempre será bien recibido pero dejando clara la diferencia entre la obligación
y las buenas intenciones.
El Presupuesto de la Casa Real ha ido disminuyendo año tras año
haciéndolo partícipe del recorte impuesto por la crisis. De los casi nueve
millones de euros de 2010 se ha pasado a 7,77 millones en 2014, un 13% menos en
los últimos cinco años. De ese importe, el 9% va a parar a la familia real; el
40% a los gastos corrientes de la Casa y el 49% a gastos de personal. En 2013 la
Casa Real pagó 1,26 millones de euros a
Hacienda y casi 35.000 € a la Seguridad Social. La operación de espalda que le
realizaron al Rey en el Hospital Clínico de Barcelona en 2010 corrió a cargo de
la Seguridad Social, a excepción de los
gastos derivados de seguridad, protocolo etc. que fueron sufragados por su cuenta. El año pasado optó por hacerse
las operaciones de la cadera en una clínica privada de Madrid, opción libre de
cualquier ciudadano, igual que hiciera Elena Valenciano yendo a tratarse una
neumonía a una clínica privada de Benidorm
después de haber estado despotricando sobre la decisión del Rey. Estas operaciones le costaron 165.000 € que lógicamente pagó de su presupuesto.
Palacio de la Zarzuela. Aquí vive el Rey de España |
Ni viene a cuento que la furriela de separatistas y multicolores de la
izquierda residual vengan a pedir que el Rey nos diga cómo se gasta su dinero
ni tampoco que el Rey ponga un sueldo a los miembros de su familia y lo haga
público. En cualquier economía familiar, el padre, la madre y los hijos tienen
un presupuesto para cosas individuales necesarias y además se suele adjudicar a
los hijos una paga semanal y el matrimonio dispone de una cantidad para sus
gastos personales y todo esto no se le va contando al vecino ni en el centro de
trabajo ni al jefe que te adjudica el sueldo. ¿Por qué en cambio al Rey se le
exige desde algunos colectivos que diga como se lo gasta? ¿Por qué no se le
pide también a Rajoy, y a Rubalcaba, y al presidente de las Cortes o al del
Tribunal Supremo? ¿Acaso Mas, Urkullu, Susana Díaz o Núñez Feijoo no reciben también
sus emolumentos del dinero del Estado?
La izquierda y los separatistas están orquestando una campaña
antimonárquica tomando como escusa los negocios del yerno Urdangarín y la
Infanta Cristina. La Casa Real está respondiendo con extrema debilidad, tanto
en el tratamiento del matrimonio en cuestión como en la respuesta a quienes
ponen en duda la integridad de la Corona. Rubalcaba y Rajoy, Rajoy y Rubalcaba,
tanto monta…, deberían hacer causa común para defender la Institución
Monárquica, claro que, en el caso de los socialistas es como pedir peras al
olmo. El Rey por su parte debería actuar con más energía y no consentir que un
escándalo familiar, aunque diera con los huesos de alguien en la cárcel, venga
a ensombrecer los aciertos acumulados a lo largo de un difícil reinado en un
difícil país donde el “viva yo” domina
el subconsciente y lo convierte en la frase lapidaria por excelencia.
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