domingo, 16 de febrero de 2014

EUROPA Y AFRICA, TAN CERCA Y TAN LEJOS



 ÁFRICA,UN MOVIMIENTO MIGRATORIO IMPARABLE

Los movimientos migratorios son  tan antiguos como la humanidad. El hombre ha recorrido los cinco continentes en busca de alimento y en un proceso milenario se fue asentando en los lugares donde la  subsistencia era más  fácil,aunque milagrosamente el hombre fue capaz de adaptarse a los lugares más inhóspitos.
El Mediterráneo, “Mare Nostrum” de  los romanos ha sido cuna y tumba de civilizaciones que comerciaron y lucharon entre ellas a lo largo de los siglos. Las costas del sur europeo fueron colonizadas por pueblos venido del norte de África y a su vez, las costas del norte  de África fueron colonizadas por los imperios griego y romano.
Europa sufrió  en el primero y segundo  milenio dos grandes movimientos migratorios que engulleron imperios y reinos. Las hordas bárbaras acabaron con el Imperio Romano de Occidente y comenzaron a dibujar lo que hoy es el viejo continente. Pocos siglos después fue el Islam quien se hizo dueño del Mediterráneo ocupando la Península Ibérica y el Imperio Romano de Oriente; si bien desalojados de la primera  en un largo proceso que duró ocho siglos, aún dominan parte del segundo en lo que fuera después el Imperio Turco.
Apenas expulsados los musulmanes de los reinos ibéricos, los españoles descubrieron un nuevo mundo habitado por culturas milenarias que sucumbieron a la influencia de los conquistadores. A los españoles siguieron portugueses, franceses e ingleses que poco tardaron en completar el descubrimiento de territorios y la anexión de los mismos, con la salvedad de que en la colonización hispano-portuguesa tuvo mucho peso el cruce con las razas autóctonas mientras que la salvaje colonización de América del Norte consistió fundamentalmente en la aniquilación de los aborígenes y el comercio de esclavos procedentes de África.

África sigue siendo una colonia

A finales del siglo XIX las potencias europeas, inmersas de lleno en la revolución industrial, vieron en el continente africano algo más que la explotación de la esclavitud. Descubrieron aquello que era fundamental para su incipiente industria, una fuente inacabable de  materias primas con una mano de obra esclavizada. En razón a su peso como potencias hicieron el reparto Inglaterra, Francia, Alemania, Italia, Portugal, Bélgica y España. Inglaterra agregó a su imperio el 30% del continente, lo que ahora son Egipto, Sudán, Kenia, Uganda, Sierra Leona, Gambia, Ghana, Zimbabue,  Zambia, Botsuana, Unión Sudafricana, Nigeria y Malaui. Francia alrededor del 15%, con Argelia, Túnez, parte de Marruecos, Mauritania, Senegal, parte de Sudán, Guinea, Camerún, Costa de Marfil, Níger, Burkina Faso, Benín, Gabón, República del Congo, República Centroafricana, Chad, Yibuti, Madagascar y las islas Comoras. Alemania se quedó con el 9%, colonizando Camerún, Togo, parte de Ghana, Burundi, Ruanda, Tanzania y Namibia. Bélgica, que nunca fue nada en el contexto europeo, debió alcanzar por entonces sus únicos momentos de gloria y se alzó con el 7% del pastel africano, con lo que ahora es la República Democrática del Congo. Entre Portugal, Italia y España se repartieron el  resto, salvo Liberia y Etiopía, así Portugal se quedó con Angola, Mozambique, Guinea-Bisáu, y las Islas de Cabo Verde, Santo Tomé y Príncipe; Italia se quedó con Libia y Somalia y España con parte de Marruecos, Ifni (ahora territorio de Marruecos), Sahara Occidental y Guinea Ecuatorial.

El Estrecho de Gibraltar es el puente a la nueva vida

Ni que decir tiene que la explotación del Continente fue salvaje, tanto de las riquezas como de las personas, muchas de ellas consideradas objeto de atracción circense o piezas de museo una vez fallecidas. El expolio fue y sigue siendo espeluznante. Después de la segunda guerra mundial se inició en la ONU el periodo de descolonización y poco a poco fueron independizándose  una tras otra las Colonias, formando Estados independientes en la teoría pero dependientes de las antiguas potencias o de otras nuevas en la práctica. En la mayoría de los casos, Estados con un gobierno títere al frente, en los que la explotación económica sigue en poder de las antiguas colonizadoras que mantienen a la población sumida en la más absoluta pobreza física e intelectual, fomentando la corrupción entre las clases dirigentes y las guerras  interna entre etnias, sustituyendo el negocio del comercio de esclavos por el del comercio de armas. El África subsahariana  ha evolucionado de  sus orígenes por la criminal explotación europea y la positiva labor que actualmente ejercen las diferentes confesiones cristianas en los países no islamizados.
Europa es responsable de la actual situación de los pueblos africanos, sobre todo de aquellos situados al sur del Sahara que tuvieron menos contacto con las civilizaciones occidentales. Responsable en todos los sentidos, porque sigue siendo titular de la explotación  de las riquezas sin haber dado nada a cambio, ni cultura ni la posibilidad de poder desarrollar una mínima y  rudimentariamente tecnología  que les permitiera vivir dignamente. Lo único positivo que Europa les dejó fue su variedad de idiomas que, aunque sin renunciar a sus propias lenguas, ahora les permite el entendimiento con sus referentes europeos.

La Comisaria Cecilia Malmstrom, menos críticas y más responsabilidad


El Estrecho de Gibraltar es el puente imaginario que sueñan los africanos que aspiran a disfrutar de al menos la peor de las condiciones de la vida occidental. El paso del estrecho es el nuevo negocio de los sustitutos de aquellos antiguos negreros. El negocio de las mafias que se aprovechan de la desesperación de tantos jóvenes que reclaman su derecho a poder vivir en aquellos países que les despojaron de todo. Los incidentes de Ceuta y Melilla y de otros puntos de la costa mediterránea son solo cabos sueltos de un movimiento migratorio cada vez mayor y perseverante. La UE se escandaliza ahora del tratamiento que España hace a los inmigrantes cuando es esa misma UE la que se cierra en banda  a la entrada de los mismos. La Comisaria  Cecilia Malmstrom debe entender, como así se lo ha pedido el diputado nacional del PP de Ceuta Francisco Márquez, que Ceuta y Melilla son, aparte de fronteras española, fronteras de la Unión Europea y es a la misma UE a quién corresponde ayuda, colaboración y responsabilidad directa sobre este fenómeno imparable. Europa y ahí tenemos el reciente referéndum suizo, se mira al ombligo al tiempo que envejece a pasos agigantados. La presión sobre el Imperio Romano no fue cosa de un día pero acabó con él. La que se ejerce sobre la vieja Europa es lenta pero firme. El Islám se ha instalado en el tejido social europeo,  controla buena parte de sus finanzas y extiende su cultura y costumbres. Los hermanos pobres de raza negra del  Continente africano están llamando a las puertas. Lo que ocurre en Ceuta y Melilla no pasa de la anécdota. Lo importante es saber cómo se va a tratar este delicado asunto en un futuro que está ya a la vuelta de la esquina.

Paco del Hoyo."Arriba Periscopio" 16/02/2014 

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