jueves, 20 de febrero de 2014

EL PSOE PIERDE ACEITE


EL PSOE PIERDE ACEITE

Antes de que nadie malinterprete el título deseo aclarar que no es que se trate de un movimiento de entradas y salidas del armario, que en todas partes cuecen habas, sino de que la vieja máquina del PSOE renquea, chirría y tira aceite por todas las juntas, por la de Andalucía la que más.

Resulta que el esclarecido príncipe de la sinrazón, Zapatero, a principios de 2005 promete papeles a los sin papeles y patria a los sin patria. Como consecuencia de ellos se produce el “efecto llamada” que congregó miles de subsaharianos en las fronteras de Ceuta y Melilla. Desbordado por los acontecimientos, Zapatero y su Ministro de Interior José Antonio Alonso instalan cuchillas en las barreras fronterizas y autorizan el uso de material antidisturbios como pelotas de goma. El 23 de Junio de 2005 utilizó a la Guardia Civil y a la Legión para detener una avalancha de inmigrantes en la frontera melillense produciéndose numerosos heridos, entre ellos menores de edad. A partir de 2006 fue Rubalcaba el guarda fronterizo y, si bien eliminó las cuchillas en 2007, siguió permitiendo el uso de pelotas de goma y acrecentó la devolución en caliente, por las buenas o por las malas, incluso para inmigrantes que ya llevaban en España algunos días.

La valla  fronteriza de Melilla

Que ahora vengan  Rubalcaba y los maquinistas de la vieja locomotora socialista a montar el circo por la actuación de la Guardia Civil defendiendo las fronteras de España y de la UE es síntoma de que han perdido la memoria y la vergüenza.  Chirría y monta en cólera la portavoz Soraya Rodriguez, la que nunca fue a colegios públicos sino a colegios de monjas  –lo ha retirado de su currículum-,  exigiendo en horas veinticuatro las grabaciones efectuadas por la Guardia Civil para comprobar que, según otro grasiento maquinista, Marcelino Iglesias, los agentes practicaron el tiro al plato con los que pretendían llegar nadando. Seguramente lo que encontrarán serán Guardias Civiles sacando personas del agua y atendiendo a algún accidentado o herido. Jamás se vio tan poco respeto a la labor de la Benemérita como el que muestran estos trasnochados socialistas con fecha de caducidad.

Cambiando de tema, el proyecto de ley del aborto, que al final quedará como la de González de 1985, ha sido motivo para que Rajoy haya echado en cara a Rubalcaba lo cómodo que él se sintió durante veinticinco años con esta ley de la que fue copartícipe, como para que venga ahora a montar otro cirio con un ejército de feministas maquilladas con pinturas de guerra y tetas al aire, todo porque a las “pedorrillas” del entorno de Zapatero se les ocurrió que era mejor “hacerlo a pelo” y que en consecuencia, hasta las niñas pudieran abortar. Seguramente hasta Rubalcaba se escandalizó de ello pero las “Zapatero girls” estaban de moda y se lo tuvo que tragar.

Y va la tercera. Esta mañana la oportunista Rosa Díez ha intentado arañar unos votos a uno y otro lado poniendo a los catalanes como chupa de dómine y llevándose al huerto a su antaño compañero Rubalcaba, que ha votado muy a pesar suyo contra la decisión catalana de efectuar una consulta independentista. A renglón seguido se ha ido a las cámaras a aclararle a su socio Pere Navarro que no podía hacer otra cosa, pero que él es independentista en la intimidad y habla catalán como Aznar, también en la intimidad. Don Alfredo, si es que para entonces sobrevive políticamente, tomará las de Villadiego  y saldrá por peteneras con lo del federalismo, que en el caso catalán es como si estuviera por y en contra de España al mismo tiempo; muy propio del personaje.

Su discurso añejo ya no es entendible


La vieja locomotora socialista renquea y pierde aceite; se ha quedado antigua; las vías por las que transita siguen siendo las  de traviesas de madera cuando hoy se llevan  las de hormigón y arrastra vagones de tercera, aquellos de los asientos de listones de madera, con olor a tabaco y gallinero.

El PSOE se ha quedado sin mensaje. Monta el número a la primera ocasión porque hay elecciones a la vista, en las que Don Alfredo se juega su futuro político – si es que tiene futuro- y por ello ha decidido aparcar cualquier razón de Estado  para imponer su razón personal, que no es otra que la de seguir “sabiéndolo todo de todos”; eso sí, cuenta con la ayuda inestimable de la “Cueva de Alí Babá” andaluza donde sus parientes de la UGT y los bandoleros de Gordillo se les unen en perversa trinidad para trincar lo trincable al respetable, con la rubia pantalla de un rostro afable.

Paco del Hoyo. "Arriba Periscopio" 

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