¿QUE ME “CUENTAG” EMILIANO?
En el despacho de José García Molina, líder de Podemos:
- José, ¿por qué me
has hecho llamar?, te recuerdo que soy el Presidente.
- Emiliano, en un mes
quiero la ley anti desahucios.
- Qué dices, José, se
me echarán encima los bancos, las inmobiliarias y media Castilla La Mancha.
- Tú verás Emiliano.
Elige el camino. Sigues en Fuensalida o vuelves a San Gil
- Pero José ….
- No hay peros que
valgan, elige.
Después de muchas
horas de zozobra no resiste la tentación y coge el teléfono:
- Oye Pepe, no
estarías ya durmiendo?
- Coño, Emiliano, que
egperabag a las treg de la mañana?
- Es que me ha dicho
el de Podemos que en un mes quiere la anti desahucios y si la saco me corren a
hostias.
- ¿Qué egperabag ,
Emiliano, que egto era un paseo militar?
- No, pero a este tío
no hay quién lo frene.
- Ese eg el precio,
Emiliano. O tragag o hay moción de censura y bagta con la abgtención de
Podemos. Así que egpabila y llama mag temprano, coño.
- Pepe, lo siento,
pero es que yo sin ti…
- Tranquilo, Emiliano,
ahora degcansa y mañana ya verag mag clarog log desahuciog.
García-Page cuelga el teléfono y se dice en voz alta:
- Además de Presidente
soy como el Rey, reino pero no gobierno, pero claro …….
Este puede ser el día a día en el Palacio de Fuensalida si
el monaguillo de Bono es elegido Presidente. Durante el día la presión de
Podemos, por la noche el consejo de
Bono. Un gobierno a dos con Page de figurante. Los de Podemos además pregonarán
a los cuatro vientos las bajadas de pantalones de García-Page, porque el final
de la película pasa por deshacerse del
PSOE y ser Podemos la única alternativa a la derecha. García-Page dirá
misa-experiencia tiene como monaguillo de Bono- los podemitas tocarán las
campanas y harán ruido para congregar a la gente y explicarle la chanza que
hacen del Presidente. ¿Triste, verdad?, pues esto es lo que vamos a ver a
diario.
Qué derrota más agridulce la de García-Page. Presidente por
casualidad, lacayo por obligación, estrella invitada por conveniencia, mozo con
dos amos, coautor de la debacle socialista, viajero de un tren que no ha
querido perder aún a riesgo de que le conduzca al campo de exterminio. La cena
con Pablo Iglesias le va a resultar indigesta y el efecto del chupito de
cabreados que se tomó después no le va a durar mucho tiempo.
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