lunes, 2 de marzo de 2015

EL RESCATE (I)





EL RESCATE  BANCARIO (I)


En plena campaña de Tsipras contra el Gobierno español, de la que no andarán muy lejos sus amigos de Podemos, la izquierda española ha acuñado un nuevo tópico para la temporada electoral que se avecina: “En España hubo rescate” o “España fue rescatada”, que igual da.


Ante las afirmaciones de Rajoy de que "La gran medida social de la legislatura ha sido evitar el rescate", lo que no pudieron hacer Irlanda, Portugal o Grecia, la izquierda trata de intoxicar a la población confundiendo torticeramente el rescate a la Banca con el rescate al Estado. La izquierda española, en sus ramas civilizada y montaraz, tiene serios problemas de memoria y olvida lo que no le interesa.


En septiembre de 2008 se anunció la quiebra de Lehman Brothers, uno de los mayores bancos de inversiones del mundo y la consiguiente caída en cadena de Bancos de prestigio como Royal Bank of Scotland, que fue nacionalizado o  Lloyd’s y HSBC que  recibieron del  Reino Unido 48.000 millones de Euros para evitar la quiebra. En Holanda, ABN Amro,  resultado de la fusión de varios bancos, fue nacionalizado y a salvar  ING fueron destinados 10.000 millones de Euros. En Alemania, donde hay un sistema bancario de nivel estatal, regional y local con un porcentaje alto  de pequeñas entidades de alto riesgo, no sometidas al control del BCE, el Gobierno destinó hasta 480.000 millones de Euros para sanear el sistema.

Mientras todo esto ocurría, en España el funesto Presidente Zapatero pregonaba a los cuatro vientos la inmejorable salud del sistema financiero español. No solo negaba la crisis y acusaba de agoreros  y antiespañoles a quienes pretendían hacérsela ver sino que estableció una cortina de humo sobre el asunto que ningún miembro de su Gobierno o PSOE se atrevieron a disipar, salvo el Ministro Solbes que la vio venir y no quiso seguir la farsa. Claro que pronto se encontró repuesto con Elena Salgado, que sabía de economía lo que yo de derecho canónico y no solo mantuvo la perversa mentira sino que ayudó a su presidente a agrandarla, con la fiel colaboración del Gobernador del Banco de España, Fernández Ordoñez (MAFO), que hizo de la dejación de responsabilidad y del servilismo político su tarjeta de visita.
Elena Salgado ayudó a mantener la ceguera
 El fin del sueño zapateril llegó en 2009 con la intervención de Caja Castilla La Mancha, cuya ruina intentó tapar hasta el final y su desaparición, colocándola a base de cheque a la insignificante y dudosa entidad Cajastur , fue tan oscura que nos costó 9.000 millones de Euros y dejó a la mitad de los empleados en la calle. A continuación y en cascada fueron cayendo una a una las “tan seguras” Cajas españolas y se inició un proceso de fusiones y absorciones que las hizo desaparecer, apareciendo en su lugar un rosario de Bancos a cual más ruinoso.

Fernández Ordoñez, ciego por vocación

¿Por qué la quiebra encubierta de las Cajas?. El proceso arranca con la crisis americana después del ataque a las torres gemelas. El Presidente Bush quiso levantar la moral y relanzar la economía con la consigna de que todo americano sería más feliz siendo propietario de su vivienda y animó a la banca a abrir el abanico de préstamos hipotecarios y al consumo, con el colchón de la Reserva Federal que bajó los tipos en cuatro o cinco puntos hasta el 1%. Nació la hipoteca basura, concedida indiscriminadamente sin atender demasiado al  factor riesgo ya que en EEUU no se contempla la garantía personal sino la real y la deuda se extingue con la dación en pago. Los Bancos vendieron esos préstamos basura a intermediarios financieros que inundaron el mundo con ellos, contaminando inversiones en activos de la banca española y los fondos de inversión, españoles y extranjeros operativos en el mercado nacional.



En España la fiebre de la adquisición de vivienda siguió el mismo camino que en EEUU, más aun por la tendencia de los españoles a disponer de vivienda propia y no estar demasiado bien visto el alquiler. La asombrosa bajada de tipos de interés alimentó la codicia bancaria en especial de las Cajas de Ahorro y animó a miles de españoles a adquirir una vivienda –por lo que cuesta el alquiler de la misma- en la creencia de que la bonanza económica no tendría fin, como así se hacía ver desde las entidades bancarias, desde los promotores y desde los poderes públicos.


Las Cajas de Ahorro, principalmente, comenzaron a conceder créditos a lo loco, saltándose a la torera toda la normativa de buena práctica que la banca había mantenido hasta el momento. Las Sociedades de tasación colaboraron inflando las valoraciones de los inmuebles hasta el punto de que en pocos años la vivienda había experimentado una subida del 130%. El Gobierno propició la guerra entre entidades permitiendo las novaciones y subrogaciones entre ellas y desestabilizó el mercado obligando a los Bancos a defenderse del atroz acoso de las Cajas utilizando las mismas armas que éstas y supliendo la merma de sus carteras crediticias con nuevas operaciones adaptadas ya al desquiciado  sistema establecido…


(En la segunda entrega, proceso y evolución de las hipotecas de vivienda; carácter social del rescate, impositores y empleados;  Ley de la segunda oportunidad y responsabilidades de la banca por sus malas prácticas)


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