Carlos Marx dijo "La
religión es el opio del pueblo". Zapatero, Rubalcaba y ahora la lumbrera
de Pedro Sánchez hacen de esa frase argumento electoral. "España ha dejado
de ser católica" decía Don Manuel Azaña en 1931 pero se equivocó. Hubiera
quedado mejor diciendo "España ha dejado de ser oficialmente
católica" y buena parte de la derecha de entonces lo hubiera visto
normal, como se vio normal en 1978 cuando la Constitución en su artículo 16
consideró al Estado como aconfesional .
Que ahora venga Pedro Sánchez a arremeter
de nuevo contra la Iglesia, su obra social, su culto y sus enseñanzas
cuando ellos mismos están facilitando polideportivos y colegios públicos
para que puedan rezar los inmigrantes musulmanes suena un poco a gilipollez con
fondo electoralista.
No tiene agallas Pedro Sánchez a decir o hacer lo mismo con el Islam. El Cristianismo te pide que cuando te abofetean una mejilla pongas la otra. El Islam te abofetea las dos y además te hace el cuello. Venga Pedro Sánchez, échale huevos si es que tienes.
La Iglesia y los ricos no le dejan dormir |
Pedro Sánchez ha ido a pescar y se
ha percatado de que al tirar el anzuelo la mitad de las truchas huyen hacia
otros cebos más sabrosos. Del ala derecha del PSOE son muchos los que ven en Ciudadanos una alternativa al menos más clara
y definida que la del ocurrente Sánchez. Del ala izquierda son también muchos
los engatusados por la verborrea podemita y el centro ya no es del PSOE; el
centro ya se lo reparten entre el PP y Ciudadanos. Esto, traducido a encuestas
ofrece un resultado desolador para Pedro Sánchez, que tras la caída sistemática
de Podemos ve cada vez más lejos la posibilidad de gobernar aunque fuera en
alianza con el mismo diablo.
Como la rancia izquierda de la
República, ha vuelto a buscar el enemigo donde ya no existe, porque la Iglesia
ya no es el enemigo de nadie salvo de cuatro chalados trasnochados de la Complutense
como Rita Maestre, la de “arderéis como en el treinta y seis”. Nadie en este
país piensa ya que la Iglesia pueda suponer algún tipo de problema, al
contrario, son cada vez más los que valoran que la Iglesia esté aportando
soluciones allá donde los poderes públicos o la misma sociedad no alcanza.
Pedro Sánchez no sabe ya como
atraer al personal y cree que con los anticlericales va a aumentar sus apoyos.
Está equivocado. Ateos y anticlericales, que no es lo mismo, no son patrimonio
de la izquierda. Los hay también en la derecha y además acérrimos partidarios
de la separación entre Iglesia y Estado, yo entre ellos, lo cual no impide el
reconocimiento de todos , salvo los de miopía intencionada, de cuales fueron
los principios de nuestra civilización occidental, la democracia griega, las
leyes romanas y el cristianismo. No sabe tampoco Pedro Sánchez que en el medio
rural y en las ciudades pequeñas las iglesias se llenan los domingos de
ciudadanos que piensan en azul, en rojo o en naranja y que llevan a sus hijos a
catequesis, toman la primera comunión
y muchos de ellos se casarán por la
iglesia. Hasta el Alcalde socialista –comunista reconvertido- de mi pueblo ha
descubierto el valor del voto de la sacristía y se afana en presidir
procesiones y leer epístolas.
Los neo socialistas como Pedro
Sánchez, lacayo que fue de la sultana andaluza y clonado del peor gobernante
que las Españas han parido, tienen dos obsesiones que les impiden conciliar el
sueño, los ricos y la Iglesia. Si hace pocos días arremetía contra la segunda,
ahora se despierta con un programa económico que le ha servicio en bandeja el
repescado Jordi Sevilla y que a falta de desgranarlo ya se entrevén las dos líneas
fundamentales, más gasto y más impuestos,
o sea, socialismo en estado puro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario