Recia, la moza |
VALENCIANO, TE HAS PASAO TRES PUEBLOS
La inoportuna metedura de pata de Arias Cañete ha servido
entre otras cosas para darle vidilla a la campaña y poner patas arriba al PSOE
al descubrir que su campaña estaba tan vacía de ideas que cualquier excusa les
ha venido de perlas para remontar las encuestas.
Elena Valenciano, la telefonista que sustituyó su falta de
formación por su exceso de ambición está
demostrando en esta campaña lo que es, la nada revestida de mensajes antiguos y
manidos; la marrullería política aprendida de su jefe Rubalcaba y la vacuidad
heredada de su mentor Zapatero.
Haciendo un ejercicio de machismo, cosa que a cualquier
español le cuesta poco trabajo, me
traslado al idioma en uso de mi pueblo
manchego para definir físicamente a Valenciano como vistosa, hermosona,
rolliza, cascuda, húmeda y pasada de tueste y tengo que reconocer que Elena
Valenciano me pone. Sí, me pone de los
nervios cuando la oigo pronunciar ese
discurso vacío, lleno de tópicos y frases hechas, alejado de aquello que en el momento nos ocupa que es
Europa. De hecho, si no llega a ser por el cable que la inoportunidad de Cañete
le ha echado, a estas horas seguiría hablando de ricos y pobres y de los
demonios del PP.
Valenciano y Cañete en campaña (con el permiso de Forges) |
Las chicas de cuota del PSOE son eso, chicas de cuota, sin un
mínimo de categoría personal demostrada por su formación o su trayectoria
profesional. Son chicas monas, Pajín , Aído o Susanita y a veces no tan chicas,
Valenciano o Chacón. Al PSOE no le importa que sean listas sino que sean
guapas que es lo que vende. En Ferraz
han tomado ejemplo de las grandes empresas donde las secretarias de la alta
dirección parecen recién salidas de un desfile de moda y eso D. Alfredo es puro
machismo.
La izquierda hace tiempo que perdió el norte; mejor dicho,
perdió el este que era donde radicaba el imperio de la opresión y del hambre.
Han borrado de su memoria el comunismo puro y duro que aún se practica en la
China oficial o en Corea y han vuelto la vista a ese otro comunismo bananero de
tanta demagogia como hambre. Al tiempo
que ha ido abandonando los principios que la crearon, la izquierda ha ido
absorbiendo o asociando a marginales, verdes, antisistemas, movimientos gays,
etc., que igual que la colorean la
desfiguran.
La tristeza que anuncia el fin |
La izquierda española además es una izquierda congénita que
ha heredado los genes de la vieja izquierda de principios del siglo pasado. Es
la tercera o cuarta generación de una izquierda hereditaria que se mueve más
por tradición que por convencimiento. Seguramente cuando pasen dos o tres
generaciones más esos genes se irán perdiendo así como el recuerdo de aquel
paraíso que pregonaban sus tatarabuelos,
que nunca llegó a serlo. Hay otra parte de la izquierda española no hereditaria
sino oportunista. Es la izquierda de Rubalcaba; la que mamó la leche de la dictadura
pero llegado el momento encontró acomodo y porvenir en la naciente democracia.
Volviendo al asunto del principio, solo me queda agradecer a
Elena Valenciano habernos descubierto lo poco que da de sí, lo poco que sabe de
Europa y el exceso de ambición que la pierde. Cuando todo un Partido Socialista
ha volcado la fuerza de su campaña en
destruir al adversario por un comentario inoportuno, está engañando al
electorado que se merece que quienes pretenden representarlo en Europa tengan
al menos la deferencia de explicarle cual es el programa con el que acuden a la
convocatoria electoral. Mostrar los
defectos del contrario no hace desaparecer los propios; si acaso sirve
para ocultarlos pero nada más. A la
gente le interesa saber más que es lo que los candidatos ofrecen o proponen que
cómo llevan la ropa interior. Elena Valenciano se empeña en desnudar a Cañete y
sin darse cuenta ella misma se está quedando en cueros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario