Parafraseando al Quijote cambio a Sancho por Cayo y retiro
lo de amigo porque yo jamás sería amigo de gente de esta ralea.
El alcalde de Parla se empeña en poner todas las
dificultades habidas y por haber a la instalación de un colegio público
concertado que se va a llamar Juan Pablo II y que promueve una fundación
católica. Se da la circunstancia además de que el lugar elegido urge la
instalación de un centro educativo y que hay una gran demanda de las familias
de la zona.
El Ayuntamiento ha obligado a retirar los carteles |
El rector de la Complutense de quién se dijera “otro
Carrillo vendrá que bueno me hará”, permite el asalto a la capilla y el
destrozo de todos los símbolos y elementos religiosos sin hacer ni una mueca de
desagrado. La candidata socialista al Parlamento Europeo, Elena
Valenciano, en un alarde de gilipollez
hace comparaciones entre Cristo y otros personajes de la izquierda que son para
partirse de risa.
El líder comunista de Córdoba confirma su intención de
expropiar la Mezquita y permitir en ella el culto del Islam. Pero no es el
único; más de un edil está promocionando la construcción de mezquitas a la vez
que “pone el cazo” ante las generosas limosnas
de los mecenas saudíes.
La izquierda y el diablo en coalición contra la Iglesia |
La izquierda, que se ha quedado sin mensaje, se resiste a
aceptar que la Iglesia entona cada día más con la gente de a pie, es decir con
los más desfavorecidos. Los dos grandes Papas recientemente canonizados y el
actual sucesor de San Pedro son
protagonistas de grandes reformas que están haciendo, para bien, que la Iglesia
sea algo diferente a lo que conocimos en tiempos pasados y más recientes. En el
terreno que la izquierda ha considerado siempre suyo se está viendo desplazada
por quienes aparte de predicar dan trigo.
¡Que ilusos!. A esta izquierda española le haría buena falta
hacer turismo por los países que estuvieron setenta años bajo el yugo comunista.
Verían asombrados como el comunismo a pesar de destruir los edificios
religiosos o dedicarlos a museos y haber prohibido la práctica de las
religiones, no consiguió erradicarlas y
ahora proliferan las iglesias y las mezquitas y la gente vuelve a sus
orígenes, a la que fue la religión de sus antepasados.
Sin comentarios |
Yo, que soy de los “no practicantes” y solo acudo a las
misas de boda y entierro si son de mucho compromiso, pienso que la Iglesia
tiene que orientar aún más su doctrina al reconocimiento de los nuevos modos de
vida que el avance de la sociedad nos impone. No entiendo cómo a la mujer se la
relega a funciones estrictamente auxiliares lejos de la jerarquía, ni entiendo tampoco
cómo aún existen los confesionarios, esos minúsculos kioscos de madera que
dieron a los curas el poder sobre el pueblo al permitirles conocer los secretos
y pecados del pueblo. No entiendo muchas otras cosas pero tengo fe en que
evolucionen y cambien.
Lo que sí tengo claro es
que aún no he visto ningún comedor social atendido por los comunistas multicolores de Cayo Lara
ni por los vividores cantamañanas de Méndez y Toxo. No he visto tampoco
campamentos para atender las primeras necesidades de los inmigrantes a los que tanto dicen
defender. No he visto economatos en los barrios pobres, ni bancos de alimentos
ni de ropa. No he visto nada que haya salido de la izquierda para dar protección
a los más necesitados, solo palabras vacuas y demagogia.
Sí lo he visto en cambio atendidos por la Iglesia,
comedores, almacenes para repartir alimentos y ropa, voluntarios para gestionar
papeles a los inmigrantes y para atenderles en los albergues municipales.
Ejércitos de religiosos titulados en educación y medicina intentando sacar de
la miseria a los países del África subsahariana.
Esta obsesión anticlerical de la izquierda española, que en
otras épocas pudo tener su parte de razón, no hace sino justificar la mala
conciencia por ver cómo otros en silencio hacen lo que ellos deberían hacer en
vez de tanto ruido. La lleváis clara, Cayo Lara y comparsa. El Imperio Romano sucumbió ante el
cristianismo. El imperio comunista ruso desapareció sin haberlo extinguido y
ahora venís cuatro cantamañanas con los asalta tiendas y mariconas al frente y
pretendéis en dos días destruir lo construido en dos mil años. Ilusos,
insensatos y además gilipollas.
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