LAS EUROPEAS, A LA VUELTA DE LA ESQUINA
Sí, a la vuelta de la esquina. El
próximo día 25 –día de resaca en Madrid- elegiremos a nuestros representantes
en la UE, un mal menor, según se mire,
que tenemos que sufrir a cambio de pertenecer al club de los ricos y es que la UE es para
nuestros políticos –honrosas excepciones aparte- el cementerio de las cesantías
y la jubilación de lujo. Cuando no había Parlamento Europeo a los políticos que
sobraban o se pretendía jubilar se les enviaba a los Bancos del ICO. El Banco
Exterior y los otros del grupo eran la jubilación dorada por los servicios
prestados. Una vez desaparecida la banca
pública los cesantes fueron a parar a las Cajas de Ahorro. Ahora que ya no
pueden irse ni a unos ni a las otras está la UE para dar cobijo a los políticos
con enchufe o a los que se quieren quitar del medio.
Ayer recibí el sobre con la
documentación para el voto por correo. Más de cincuenta papeletas de
formaciones variopintas, desde el partido de las viudas hasta el de amigos de los
perros; asombrosa la proliferación de grupos y asombrosa la facilidad con que
se constituyen. Y al final ¿para qué?, para dar satisfacción al ego de
personajillos ambiciosos o protagonismo a grupúsculos desconocidos dedicados a
los asuntos más extraños imaginables. Por un momento voy a dejar de ser
demócrata y voy a considerar basura a todo ese guirigay de siglas que no sirve
absolutamente para nada porque nunca van a tener poder de decisión ni siquiera
de opinión en foro público. La única salida es diluirse en extrañas coaliciones
done el que más chifla, capaor. Eso sí, restan votos a las formaciones que
realmente van a determinar el rumbo de la UE y, si acaso, alcanzan en el
Parlamento Europeo la condición de moscas cojoneras.
Para colmo, anoche me sorprendió
ver en la primera cadena de la televisión pública el espacio electoral, imagino
que gratuito, de los separatistas catalanes invitando a los ciudadanos a votar
en clave independentista. Por el spot desfilaban todos los personajes
relevantes del separatismo catalán con remate
de Oriol Junqueras. Propaganda del separatismo pagada con dinero público y
puesta en antena en una televisión del Estado. Así nos va.
En las elecciones al Parlamento
Europeo se impone el voto útil que fortalezca a los dos o tres grupos con
capacidad suficiente para gobernar la UE. Disgregar el voto entre los cientos
de grupos, gran parte de los cuales acabaría con la UE en dos días si
alcanzaran al poder, es como dar pan al perro ajeno que pierde el pan y pierde
el perro. La UE es demasiado variada, distinta y distante. De Noruega a Cádiz las diferencias son tan grandes como
la distancia. Los noruegos prohíben la construcción de mezquitas mientras los
jeques saudíes prohíban las iglesias y aquí los cordobeses pretenden
nacionalizar la suya para dar culto a Alá. Los gobernantes del norte inventaron
el Estado de bienestar y los del sur inventaron el bienestar de los gobernantes
del Estado. Los del norte no sufren la presión constante y directa del
Continente africano mientras los del sur aguantan la vela sin la ayuda y reconocimiento de los demás.
Estas distancias y diferencias no
pueden ser confiadas para su eliminación al partido de la conciencia cósmica,
partido de la Europa libertaria, partido de los animales de compañía o partido
de conservación de las algas rojas y otros del mismo corte. Seamos conscientes
de la responsabilidad del voto europeo para un Parlamento que cada
día tienen más poder en el gobierno de
la UE y además seamos prácticos. Cabreos aparte, no ir a votar, hacerlo en
blanco o dar el voto a los residuales es en este momento lo menos conveniente,
pero como siempre, allá cada cual.
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