LA BANCARROTA DE KICHI
En Cádiz el maestro en chirigotas
se va a ver envuelto en ellas. El efecto boomerang chirigotero. Cádiz va a ser
en esta legislatura la cuna del chiste y el chascarrillo en detrimento de Lepe
y del Tomelloso. Los gaditanos han votado una ampliación del carnaval a trescientos sesenta y cinco días durante
cuatro años y qué mejor representante para el cambio que un chirigotero de la
talla de José Mª. González Santos, alias
Kichi y que mejor equipo que el de unos perroflautas sin ocupación conocida que
no sea la de hacer ruido en la calle.
Para empezar, el chirigotero
Kichi inaugura su alcaldía quitando del medio al rey Juan Carlos del despacho
de alcaldía del Ayuntamiento, pero no para sustituirlo
por el retrato del Rey Felipe VI, que debiera haberlo hecho sus antecesora,
sino para poner en su lugar a un anarquista gaditano, Fermín Salvochea.
La segunda actuación gloriosa de
Kichi fue la de enviar a cuatro de sus ediles perroflautas a detener un
desahucio mediante una cadena humana que al final fue deshecha por la policía.
El mismo Kichi se presentó en la calle a negociar con la policía, así como los
agentes tuvieran en sus manos la capacidad de decidir sobre el asunto. Hace
falta cara dura para decir después que la parte demandante no ha tenido
voluntad de diálogo cuando los inquilinos habían estado veinticinco años
pagando una miseria de alquiler antiguo y la propietaria es una señora muy
mayor, con una grave enfermedad y una mínima pensión de viudedad.
Ahora Kichi sorprende al personal
anunciando que Cádiz está en bancarrota. ¡Ele el chirigotero!,- Señoras y señores,
pongo en su conocimiento que he declarado en quiebra este Ayuntamiento-. El Concejal de hacienda, David Navarro en vez
de planificar la gestión de la hacienda
pública y con ello el pago de la deuda ,se habrá limitado a decirle a Kichi oye
tío, que esto es una ruina, a ver como salimos de esta, que no hay un puto euro,
que esta tía nos ha dejado en cueros … El chirigotero Kichi ni corto ni
perezoso va y dice eso de que estamos en bancarrota
El ayuntamiento de Cádiz tiene una
deuda, según su auditoría interna (no oficial)de 275 millones de Euros. En el
ranking de ayuntamientos españoles de más de cien mil habitantes más
endeudados, Cádiz aparece en el sexto lugar con 1.753 € por habitante, por
detrás de Madrid que tiene 1.876 o el más endeudado, Parla con 2.869. Es decir
que la deuda de Cádiz es inferior a la de Madrid, Reus, Jerez, Jaén y Parla. No
es motivo para suicidarse ni para declarar la bancarrota. Si la alcaldesa de
Madrid ha dicho que puede digerir el pago de la deuda ¿cómo no lo van a hacer
en “Cáiz”, pues claro, Kichi, y además cantando, faltaría más.
Va a nombrar una comisión popular
por sorteo –ojo al dato, por sorteo; ya se verá después el resultado del mismo-
para que estudie la deuda y decida si se paga o no se paga, aunque la decisión
final se la reserva Kichi, que para eso es el Alcalde. Preguntar a los
gaditanos si están dispuestos a pagar los 1.753 € por cabeza que deben es de perogrullo
pero ello servirá a Kichi y a su concejal David Navarro para justificar su
actitud echando la culpa al pueblo; al pueblo que les ha elegido a ellos para
ser representado y gobernar en su nombre; un acto de cobardía sin igual, de
ausencia de principios y moral, una decisión de quién sigue metido en el
disfraz chirigotero creyendo que la vida
es solo hacer reir.
Venga Kichi, artista del pueblo, dechado de inteligencia,
maestro de improvisación, jeta de vocación, te voy a poner la letra y tú le
pones la música. La chirigota comienza así:
Teófila la pepera / en veinte años gobernando / nos ha ido
vaciando / día a día la cartera. Siguen
unas cuantas estrofas más y termina con
esta despedida:
Y valga esta chirigota / como reconocimiento / de que a este
Ayuntamiento / nos lo ha dejado en pelotas.
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