EL CORPUS DE TOLEDO, PARA TOLEDO
“Tres jueves hay en el
año que relucen más que el sol, Jueves Santo, Corpus Christi y el día de la
Ascensión”
El Corpus Christi es una de las celebraciones más importantes
del cristianismo. Es la fiesta del Cuerpo y la Sangre de Cristo y se celebra
sesenta días después del Domingo de Pascua. Sus orígenes se remontan al siglo
XIII y en España se viene celebrando desde el siglo XIV, especialmente en
localidades como Berga (Barcelona), Toledo y Puenteareas (Pontevedra) donde
están catalogadas como de interés turístico internacional. En La Orotava (Tenerife), Peñalsordo (Badajoz), Puebla del Rio (Sevilla) y Zahara de la Sierra
(Cádiz) de interés turístico nacional y la misma categoría tienen en Castilla
La Mancha las de Valverde de los Arroyos (Guadalajara), Camuñas (Toledo) y
Elche de la Sierra (Albacete).
Desde 1989 y por acuerdo entre el Gobierno de la Nación y la
Conferencia Episcopal, la festividad del Corpus dejó de celebrarse el jueves y
paso a serlo el domingo siguiente, independientemente de que en determinadas
poblaciones se considerara fiesta local como en el caso de Toledo.
Así fue hasta que el Presidente Barreda la incorporó inexplicablemente
como fiesta regional en 2011, junto con el día de la Comunidad y así continuó durante el mandato de Cospedal y así continua por
decisión del Presidente García-Page, igualmente de manera inexplicable. A la
llegada de Rajoy a la Moncloa se habló de reducir las fiestas no laborables y
de trasladarlas a los días inmediatos, anterior y posterior, al fin de semana
con el fin de no entorpecer la vida laboral, académica y social con cortes inoportunos.
No parece que en Toledo hayan entendido la cuestión y no se sabe a cuento de
qué Cospedal contradijo la directriz de su jefe y la del acuerdo
Gobierno-Conferencia Episcopal y mantuvo la decisión de su antecesor en el cargo.
El colonialismo del siglo XIX persiste en el siglo XXI y
contra todo pronóstico, en países y territorios del mundo más civilizado. “. “Una colonia es
un espacio geográfico que depende de manera completa de la metrópolis o territorio
dominante. La colonia no es un territorio libre sino independiente, no puede
tomar sus propias decisiones políticas o económicas y tiene que cargar con el
peso del dominio cultural e ideológico de quien se considera más poderoso” (Definición ABC
Historia).
Muy bien podía aplicarse esta
definición a algunas de las Provincias españolas sometidas al imperio de aquellas
donde radica la capitalidad regional. Ocurre en Andalucía con Sevilla, en Castilla y León con Valladolid y en
Castilla La Mancha con Toledo. Una de las características principales del
colonialismo es la imposición, velada o manifiesta de las costumbres y cultura
de la metrópoli al resto de territorios bajo su influencia o dominio.
En Toledo se trata a las Provincias
manchegas como si fueran colonias. El término acuñado en Madrid para hablar del
resto de España “de provincias” se está utilizando también en Toledo y todo el
aparato político como el administrativo, independientemente del origen de cada uno
de sus miembro, miran a los “de provincias” por encima del hombro, lo cual no
sería de extrañar en los toledanos de la capital que lo hacen con los de sus
mismos pueblos, pero sí entre el aparato de poder en el que de alguna forma
están todos representados.
El Corpus es la fiesta de Toledo;
muy bien, que lo siga siendo por los siglos de los siglos y los Presidentes
castellano-manchegos salgan tras el Cardenal Primado y la custodia con mantilla, levita, bajo palio o
en andas, pero no fuercen al resto de la Región a celebrar una fiesta que no es
suya, que legalmente se había traspasado al domingo siguiente, que entorpece
gravemente la vida laboral, la docente y la familiar y que es cuestionada por
miles y miles de castellano-manchegos mientras sus gobernantes
incomprensiblemente miran para otro lado. Si vamos de santos, ¿por qué no se
celebra cada año el de una capital de la
Región, San Juan en Albacete, Nuestra Señora del Prado en Ciudad Real, San
Julián en Cuenca o Virgen de las Antigua en Guadalajara?. Colonialismo, puro colonialismo.
A veces pienso qué pinta Albacete en una Comunidad a la que históricamente
jamás ha pertenecido. Los políticos de la transición entendieron que más vale
ser cabeza de ratón que cola de león y rehusaron seguir formando parte del
reino de Murcia. Ahora, ni cabeza de ratón ni cola de león, simple y llnamente
una colonia de Toledo. Contra Madrid se vivía mejor.
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