…Y
LAS PUERTAS DEL HADES NO PREVALECERÁN CONTRA ELLA
Aunque
por nuestra tierra se dice que hasta San Antón Pascuas son, lo cierto es que
las fiestas navideñas pasaron un año más aunque en esta ocasión y por primera
vez en mucho tiempo hayan sido diferentes. Si en estos últimos años estábamos
hasta cierto punto escandalizados de la colonización de Papá Nöel, al fin y al
cabo parte de la cultura cristiana de los países sajones, este año hemos tenido que hacer frente a un movimiento de los
detractores y enemigos de nuestra
cultura cristiana y mediterránea que por primera vez desde la instauración de
la democracia han conseguido cuotas de poder y que pretenden, de forma sibilina
y aparentemente pacífica, borrar cualquier signo de cultura cristiana
tradicional.
En
su intento de borrar por decreto, aun siendo minorías, lo que la mayoría de la
población creyente o no viene celebrando durante siglos, los podemitas han finalizado la campaña de
navidad (anti campaña podría decirse) con el mayor de los ridículos y
esperpentos. Desde las cabareteras salidas de un western en la Valencia del
trasnochado Ribó hasta los ridículos reyes-clones del Madrid de Carmena o la
desnaturalización del “nacimiento” de la miserable Colau.
A
diferencia de sus abuelos de la República, los podemitas con el apoyo de IU y
el resto de la extrema izquierda han optado por no quemar conventos ni imágenes y han elaborado un plan diabólico,
que puede confundir a mucha gente y cuyo fin último es borrar de la sociedad
cualquier huella de las creencias y costumbres religiosas tradicionales.
La alcaldesa Carmena con los tres fantoches |
La
extrema izquierda podemita y sus
compañeros de viaje solo aceptan el
poder emanado de su propia doctrina totalitaria. No quieren a su lado ningún
poder fáctico que pueda distorsionar sus planes, por eso la Iglesia siempre ha
sido el enemigo a batir, por la convicción de sus miembros y por la estructura
monolítica y jerárquica de la misma. Los
podemitas se han lanzado a destruir los sentimientos y manipular las conciencias
hasta conseguir un modelo de sociedad espiritualmente vacía que la convierta en
sumisa y manejable.
La
Iglesia actual, la de los pobres, la de Cáritas y un montón de ONG, la de los comedores sociales, la de los
hospitales en zonas de alto riesgo, la que vive pensando en el tercer mundo que
la sociedad occidental ayudó a crear, esa Iglesia entra en contradicción con la
demagogia de la sociedad podemita, criada entre sedas, alimentada con manjares
y formada en la universidad y que utiliza a los pobres como materia prima para
sus experimentos populistas y totalitarios.
El Portal de Belén de Ada Colau |
“Con
la Iglesia hemos topado, amigo Sancho”, decía Don Quijote. ¿De qué vais pobres
mortales que de paso estáis?, digo yo. Desde Nerón hasta Diocleciano pasando
por emperadores nacidos en estas tierras
como Trajano y en menor grado Adriano, la persecución de
los cristianos fue sistemática, hasta
que el mismo imperio sucumbió ante ellos de manos de Constantino. La revolución
francesa volvió a intentarlo sin éxito. El comunismo de principios del pasado
siglo volvió a la carga, prohibió las religiones, destruyó templos y masacró a los creyentes;
sus correligionarios en España hicieron igual en la tercera década del mismo y más recientemente los
fundamentalistas musulmanes anclados en la Edad media regresan a la guerra
santa contra los infieles cristianos; pero como escribía el apologista romano
Tertuliano en su obra “Apología”: "Nos hacemos más numerosos, cuando nos
segáis: la sangre es semilla de cristianos".
“… Y
las puertas del Hades no prevalecerán contra ella”. Si no pudo Diocleciano en
el S IV ni Stalin en el S XX, no vais a poder vosotros, secta de deshechos.
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