Embalse de La Fuensanta. Puente de los Morceguillos |
POR TIERRAS DEL ALTO SEGURA
Reconozco que estoy saturado de política y de políticos y
creo que no seré el único, pero es lo que toca y hay que sobrellevarlo de la
mejor manera. Después de las taurinas actuaciones del viernes, donde un anti
taurino y un defensor de la fiesta propinaron sendas cornadas a un espada que
soñaba con la puerta grande y visto el esperpento de corrida, opté por
retirarme a mi refugio serrano para desintoxicarme. Allí me esperaban unas
moreras y unas parras para podar, una buena lumbre y una olla de judías
pintas, menú de lujo en el mejor
restaurante de la Sierra del Segura.
La Sierra Alta del Segura se nos queda lejos. Comienza en
Yeste y continua rio arriba hasta La Fuente del Segura, aldea de Pontones donde
ven la luz las primeras aguas que darán vida a la huerta murciana. Digo que nos
queda lejos porque a los albaceteños les parece que cuando llegan a Ayna o
Bogarra se acaba el mundo y como mucho se atreven a llegar allá donde nace el
otro Mundo, el de agua, el que se precipita en la ladera norte del Calar con
gran espectáculo de ruido y espuma para llegar poco a poco, casi sin fuerza a
Camarillas y desde allí a su final, diluyendo sus aguas en el Segura.
Embalse de La Fuensanta. Puente de la Vicaría |
La verdad es que Yeste a nivel institucional ha hecho muy
poco para acercarlo a los albaceteños, si acaso una feria de tradiciones que se
celebra en Octubre y a la que acuden por lo general más murcianos que manchegos
y es que el Segura desde la Mancha se ve murciano y desde Murcia también. No
obstante, animo a los albaceteños porque merece la pena comenzar el recorrido en el Embalse de la Fuensanta,
un lago de color azul turquesa difícil
de hallar en otro lugar y con rincones y desfiladeros que solo pueden verse
recorriéndolo por dentro, desde la presa hasta los tres puentes, el nuevo de la
Vicaría, el colgante y el sumergido de los Vizcaínos
Hasta Yeste la carretera es relativamente buena, con trazado
sinuoso y sin apenas arcén en los últimos veinticinco kilómetros pero ideal
para conducir despacio y de paso ir contemplando el paisaje. En la Villa, hoy
bastante menguada de población se conservan en buen estado la iglesia y el
castillo y malamente el palacio del Vicario. Hay hospedaje suficiente y buena
cocina serrana.
Castillo de Yeste |
Rio arriba, la aldea de La Graya podría haber sido la puerta
que da paso a la zona más abrupta de la Sierra segureña, pero se quedó dormida,
sin castillo moro que lo hubo y apenas sin gente. Ladonal y Parolix ofrecen al
viajero fonda y casas rurales y un camping al lado del rio. Hay que llegar a
Las Juntas de Miller, aldea de Santiago
de la Espada donde el Zumeta acaba su recorrido, para retroceder cincuenta años
e imaginar lo que fue un precioso
poblado construido al servicio de la central hidroeléctrica que aún funciona.
A
partir de allí se abren tres caminos que conducen a lo más profundo de la
Sierra, por la derecha el que lleva al
Embalse de Anchuricas, La Toba con su cueva manantial y Rio Madera, la aldea
donde nace el primer afluente del Segura. En el centro, el que conduce a
Santiago de la Espada siguiendo el curso del rio Zumeta y en el que se encuentran dos de los mejores
posadas de la zona, la Hospedería del
Río Zumeta y la Venta de Ticiano, a un paso del Embalse de la Novia o de
la Vieja, como así se le conoce y que sirve junto con el de Anchuricas para
abastecer de agua a la central de Miller; rodeado de casas rurales en la que es
la última aldea de Yeste, El Morrión, a más de cuarenta kilómetros de la villa.
Por la izquierda y salvado el vado del Zumeta que suele cortarse varias veces
al año gracias a Zapatero y su ministra “Malena”, sigue el camino hasta Góntar,
el otro castillo moro de Yeste y continúa hasta Nerpio bordeando la otra gran
fortaleza fronteriza del reino granadino, la de Taibilla y siguiendo el rio que da nombre a la misma.
Fortaleza de Taibilla |
Yo elijo el camino de la izquierda y me quedo en Góntar, la
aldea más cosmopolita de Yeste, moldeada por tartesos, romanos, cristianos y
árabes, como así muestran sus restos prehistóricos y posteriores edificaciones
de buena obra y rejería. Allí está sin duda el mejor restaurante de la sierra,
Casa Pedro, donde se puede disfrutar de la auténtica cocina serrana, olla de
trigo, olla de judías pintas, olla gitana, olla de aldea
(son modalidades diferentes) y diversos y exquisitos platos de cordero, cerdo,
ternera, jabalí y ciervo, sin olvidar la trucha común, la asalmonada y la
ahumada.
La Sierra alta del Segura
languidece por abandono y muere por envejecimiento. Salvo alguna
iniciativa privada en el negocio hostelero poco o nada han hecho las
Administraciones Públicas por dar a conocer las admirables cualidades de esta
tierra. Hasta hace un año era imposible transitar a lo largo del rio Segura.
Aún así quedan algunos kilómetros de camino asfaltado de apenas cinco metros de
ancho entre Parolix y Las Juntas, camino de la Diputación Jienense que inaugura
un cartel anunciando que estamos en el Parque Natural de Cazorla, Segura y Las
Villas. Lo peor viene cuando el viajero llega a Góntar y pretende seguir hasta
Nerpio. La Diputación de Albacete tiene vergonzosamente olvidada esta vía de
comunicación, por la que transcurría la afluencia de turistas murcianos hasta
que sus barrancos y cortes la ha hecho intransitable; una parte por abandono y
otra por haber sido destrozada por los camiones de gran tonelaje –con dudosa
autorización- que sacan la piedra de la cantera de Yetas, próxima a Nerpio.
Góntar. Casas de Abajo. Al fondo lel Calar de la Sima |
Culpaban las malas lenguas a las anteriores alcaldesas de ambos municipios, a
la de Yeste por volcarse exclusivamente en la zona del rio Tus donde su familia
tiene intereses en el turismo rural; la de Nerpio por retener allí el turismo
murciano que pudiera ir de paso hasta Góntar y el rio Segura. Fuera o no así,
lo cierto es que aquellas dos marcharon y fueron sustituidas por otras dos
mujeres que siguen los mismos pasos. Los esfuerzos realizados por particulares
o por asociaciones de caza, pesca, senderismo etc. chocan a veces contra el
desinterés público y la actitud de viejos caciques, que aún perduran y a los
que molesta cualquier tipo de “intrusismo”, término con el que califican al
viajero de a pie, de bicicleta o de coche.
La Sierra alta del Segura merece algo más por parte de las
Administraciones Públicas y en especial de los Ayuntamientos, sobre todo el de
Yeste, Municipio que desde el fatídico incendio de 1994 ha perdido casi dos mil
habitantes; que tiene un término
municipal de 53.000 Has. con más de setenta núcleos de población,
atravesado por cuatro ríos, Segura y sus
afluentes Zumeta, Tus y Taibilla; que alberga en su término un gran lago
natural de 7.000 Has., el embalse de La Fuensanta y los dos calares más
conocidos de la provincia, la vertiente sur del Calar del Mundo y la vertiente
este del Calar de la Sima, con la segunda mayor altura de la provincia, el
Mentiras que roza los 1.900 m.
Calar de la Sima. Peña Palomera |
También merece algo más de parte de los albaceteños, a los
que recuerdo que el mundo no se acaba en Ayna sino que por allí empieza otro
mundo maravilloso, donde los ojos no tienen descanso porque lo que contemplan
de día lo almacenan para soñarlo de noche.
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