miércoles, 27 de enero de 2016

NO, MARIANO, ESE NO ES EL CAMINO




NO, MARIANO, ESE NO ES EL CAMINO

No, Mariano,  no es ese el camino que queremos muchos de los que te votamos. Lo hicimos porque creímos que tu programa era el más conveniente para sacar a este país del atolladero, porque pensamos que era precisa al menos otra legislatura para completar reformas y asegurar posiciones  en los mercados y en la UE. Lo hicimos también por considerar que, ante la deriva del PSOE y la amenaza rompedora podemita, podrías hacer valer la autoridad que confiere la defensa del Estado y la Constitución.

El pasado viernes nos diste una lección de madurez política frente al desesperado novato socialista, una demostración de cómo se torea con la izquierda sin cantearse,  un ejemplo de cómo se hace la espera para matar la pieza. Eso estuvo muy bien, lo de hoy en cambio no. El apaño para la gobernación de las CCAA no es ahora moneda de cambio. Si hubieras conseguido la mayoría absoluta hubieras podido aplicar tu programa tal cual, sin influencias ni presiones de nadie, pero se da la fatal casualidad de que los resultados no fueron los deseados y ahora, si quieres que alguien te apoye para formar gobierno sabes que sobre la mesa hay que poner programas y reformas, lo demás es calderilla.

Como conoces los programas del PSOE y de Ciudadanos, pon a trabajar a toda tu corte de aduladores para que encuentren aproximaciones con ellos que te permitan negociar cediendo y haciéndoles ceder. Hay muchas posibles coincidencias que os permitirían a los tres una salida airosa. No pienses en esta legislatura como normal sino de muy corta duración. Baja a la arena y convéncete de que es el mejor momento para hacer lo que con mayorías absolutas es imposible, modificar la Constitución en lo que afecta a la sucesión en la Corona, la Ley Electoral que ponga a los nacionalistas en su sitio, el desarrollo del Artículo 155 que permita actuar con más celeridad frente al secesionismo, la independencia real del poder judicial y la modificación del Senado entre otras cosas.

Ya sé que es difícil convencer al niñato engreído rompe espejos, pero si  no a la primera, a la segunda y si no a la tercera, pero insistiendo con argumentos de peso y ofertas convincentes no chatarra como es lo que le has ofrecido. Por si faltaba algo, la justicia, que también tienes en contra, saca los trapos sucios valencianos en el momento que más daño puede hacerte. Esto es la famosa confabulación judeo-masónica-comunista a la que  siempre hacía referencia Franco. Si no igual, algo parecido.

El terreno que ganaste el viernes toreando  lo estás perdiendo  ahora acoquinado en el burladero y el niñato está sacando pecho, sin razón y  sin posibles pero sacando pecho. Vas a tener que comparecer ante el Rey de nuevo y con los deberes sin hacer. La treta del viernes ya no te sirve porque has descubierto el juego y ahora son los demás los que te están haciendo la espera. Si estás confiando en que el Comité Federal  del PSOE  marque el terreno a  su jefe de filas estás en un error,  ellos van a tragar en todo, por aquello de que si suena la flauta al menos un par de miles van a encontrar acomodo en las poltronas.

Hablo en plural porque me consta que son muchos los que en este momento están pensando lo mismo y no pretendo hacerme representante de nadie, simplemente lanzar al vuelo una queja, una insatisfacción y una gran preocupación porque creemos que en este momento has bajado la guardia y no estás dando la talla. Manda a tus voceros a hablar de los ERES andaluces y de los Pujol y contrarresta  la ofensiva mediático-socialista del asunto valenciano y mientras ellos hacen este trabajo piensa en aligerar las negociaciones, porque está cundiendo la sensación de que sois todos tan inútiles a la hora de olvidaros de chorradas y poneros a trabajar que el tiempo juega contra vosotros y, aunque no lo creas, especialmente contra ti y contra el PP, porque la intención de voto de hace unos días puede retraerse si no das un golpe de efecto y dejas que la chusma enemiga venda el producto de tu chusma amiga.


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