sábado, 6 de diciembre de 2014

LOS BOLIVARIANOS

LOS BOLIVARIANOS

Aún resuenan los ecos del viejo comunismo del que fuimos destacados importadores en el primer tercio del pasado siglo. Viejo comunismo que en el último cuarto de siglo vino huyendo de los Urales y reconvertido en eurocomunismo, híbrido acomodado a los usos de una sociedad occidental que ya se sentía vencedora en la guerra fría y esperaba en cualquier momento la caída y desmembración del telón de acero, como así fue realmente. Esos ecos del comunismo descafeinado que para subsistir buscó arroparse en banderas multicolores y compañeros de viaje de lo “mejor” de cada casa, son ya los últimos estertores ante una muerte anunciada por puro aburrimiento.

Y digo que aún resuenan los ecos del desencanto de una oportunidad histórica perdida y en España, como buenos amigos y admiradores de lo ajeno, estamos enfrascados en importar otro tipo de revolución, financiada con el hambre de muchos ciudadanos de un lejano país, que una vez fue rico, para que la extiendan por aquí unos pocos caraduras que, a bolsillos llenos, predican que se haga lo que dicen y no lo que hacen.

Ocurre que estos movimientos de tinte revolucionario encuentran su caldo de cultivo en las repúblicas bananeras sudamericanas donde la corrupción y la pobreza son la nota dominante. Lamentablemente algunos de los predicadores que allí ejercen, han puesto los ojos en España según dicen porque ven en ella las condiciones óptimas de pobreza, corrupción política, judicial y administrativa para que la siembra de los principios revolucionarios puedan dar frutos en corto plazo. En ello están y ciertamente tenían razón en su planteamiento, que en menos de seis meses encabezan las encuestas de intención de voto.

Los lobos disfrazados de Caperucita que dirigen Podemos son esos predicadores, de vida fácil y holgada que con el dinero de la revolución bolivariana pretenden instaurar en España una nueva dictadura del proletariado con un gobierno populista de engañabobos. La estrategia es su fuerte. Han dominado las redes, han sacado partido de los movimientos de protesta y han comenzado a fagocitar a IU, que a falta de líderes y principios se están dejando arrastrar por los nuevos profetas de los pobres. No disponían de soporte a nivel nacional y en lugar de crearlo se van a adueñar de toda la red de IU y en Noviembre próximo estarán en situación de competir no ya con otros grupúsculos de izquierda sino con el mismo PSOE que no se encuentra a sí mismo.

En el PSOE ya copian hasta la camisa blanca remangada de Pablo Iglesias  y no sé yo si los asesores de imagen de “Pedro I el Guapo, vasallo de la Sultana de Sevilla” estarán pensando ya en una coleta que deje en ridículo a la grasienta del colega de Podemos. Pedro Sánchez no se imaginaba que tendría que batallar a derecha e izquierda y tiene tal lío el hombre en la cabeza que anda dando palos de ciego de tribuna en tribuna y de medio en medio. Está maniatado; si se deja decir que hará pactos con el PP se le va a Podemos el ala izquierda de sus votantes y si afirma que pactará con Podemos, los dos o tres millones de votos de centro e indecisos se le irán al PP. Pedro Sánchez debe tener pesadillas por la noche y no es para menos; y ya no solo por Pablo Iglesias o Rajoy sino también por la “Sultana de Sevilla” que es la que manda y a la que le rinde pleitesía. ¡Qué contrariedad para el PSOE que una persona con el mismo nombre de quién lo creó esté a punto de darle la puntilla!

Pedro Sánchez va camino de volverse también bolivariano. De momento hace un vergonzoso seguidismo de todos los movimientos, ideas y propuestas de Pablo Iglesias y ya está creando preocupación entre muchos miembros de su partido, entre ellos la gran mayoría de los históricos. Su vocación populista y el pánico a Podemos le lleva a los platós televisivos y a lanzar a cada momento titulares de prensa que al día siguiente corrige o le corrigen. Está obsesionado con cambiar la Constitución solo porque Podemos reniega de ella. Habla del Estado Federal sin precisar qué modelo prefiere, aunque la doctrina socialista se inclina por el asimétrico que consiste en contentar a los catalanes a cambio de perjudicar al resto de España, pero eso está muy en la línea del derecho a decidir que defiende Podemos.

Podemos pretende implantar en España el modelo revolucionario que ha dilapidado la riqueza de Venezuela o que mantiene la pobreza endémica del pueblo cubano. La revolución de los pobres porque para la izquierda los pobres son la justificación de su existencia. Podemos y la izquierda en general son una fábrica de pobres. El pobre es la materia prima que utiliza la izquierda para crear su discurso demagógico. El pobre como instrumento para conseguir el poder sin importarles nada más. Hacen de su discurso un silogismo que viene a decir: La causa de la pobreza es la diferencia entre los que tienen mucho y los que no tienen nada. Si hay pobres es porque también hay ricos. Si eliminamos a los ricos ya no habrá ricos sino pobres y si solo hay pobres ya no habrá diferencias entre ellos y al no haber diferencias no habrá pobreza”.

Desde el “Socorro Rojo” de los años treinta del pasado siglo no se han visto en España comedores sociales ni bancos de ropa o alimentos promovidos o gestionados por la izquierda. Por el contrario, los pobres han sido objeto de saqueo por la izquierda sindical, que les ha robado desde la indemnización por despido que ellos mismos han  fomentado hasta los fondos dedicados a formarlos profesionalmente y reintegrarlos al mercado laboral. Les han robado hasta la dignidad.

La izquierda que ahora se agrupa en torno a Podemos utiliza la pobreza física como caldo de cultivo para crear en el laboratorio de la enseñanza la pobreza intelectual. Nunca un país occidental ha estado tan depreciado culturalmente como España lo está ahora. La izquierda no quiere celebridades. La gente que piensa les resulta incómoda y es mejor mantener una sociedad de picaresca y telebasura que sacie su hambre física con el maná del padre Estado y la intelectual con el discurso del que más vocea, el que mejor habla o el que más se repite.

Podemos y el resto de la izquierda hacen actual aquel proverbio chino que decía: “Da un pez a un hombre y comerá un día. Enséñale a pescar y comerá todos los días”. El PER de Andalucía es el pez de cada día, el que crea servidumbre y clientelismo. Las Administraciones autonómicas son también el maná que alimenta el servilismo. A Podemos y el resto de la izquierda les “pone” ver las colas del paro y llegarán al éxtasis cuando vean las colas del racionamiento. Eso es lo que hay en Venezuela y eso es lo que el impresentable del “coletas” quiere traernos a España; a nosotros, que no para él ni su entorno. Recordad cómo en el comunismo ruso los del Politburó disfrutaban de unas lujosas “dachas” mientras el pueblo se hacinaba en pisos de familia por habitación. Recordad cómo en Venezuela la gente se limpia el culo con papel de periódico, impreso previamente en papel higiénico. Recordad cómo los dirigentes comunistas chinos, locales y regionales, expropian sin indemnizar viviendas y huertos familiares para construir bloques de viviendas con los que ellos mismos especulan.


Pensad hasta exprimir el cerebro sobre lo que estos iluminados y el resto de la izquierda entreguista nos quieren imponer en el siglo de la globalización. Aún estamos a tiempo de reaccionar. 


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