El Belén de Colau, "Burbujas de odio" |
2017.Cataluña, el gran problema
Los independentistas catalanes siguen en sus trece, más bien
en sus diecisiete, de que en este año se va a proclamar la independencia
de la república catalana y no dudan en utilizar todos los medios a su
alcance para hacerlo posible. De la tomadura de pelo a los niños
catalanes con los tres magos del belén de Colau, Joan Miró, Pau Casals y
Josep V. Foix a la utilización de los mismos para portar faroles con la
estelada, -bandera de la revolución cubana en versión catalana- en el
recorrido de los Reyes Magos en Vic, lugar desde donde la televisión
catalana va a televisar la cabalgata. El gobierno catalán se esconde
tras las organizaciones civiles que a la vez subvenciona y protege, para
que sean ellas las que organicen acciones de este tipo, en las que a
nadie se pueden exigir responsabilidades pero que cada día siembran el
odio a España; ya lo hicieron entre los universitarios, luego entre los
bachilleres y ahora ya entre los alumnos de primaria. En el comunicado
de ANC y Ómnium Cultural se dice:
“Se invita a todo el mundo, especialmente a los más pequeños, a
iluminar el camino de Sus Majestades con el farolillo de la ‘estelada'”.
“Hay que seguir ampliando la base social a favor de la independencia en un año decisivo para la República catalana”.
Recientemente, en el colegio público Guillén Fortuny de Cambrils han
grabado un video con niños de primaria en el que se representa la
rebelión contra el Rey Felipe IV y se habla de “un malvado rey español
que asedia y mata a los catalanes de Cambrils” y donde un niño anuncia
la rebelión y otros gritan muerte al enemigo español. (ver enlace https://youtu.be/3NWIKDOHDZw )
https://youtu.be/3NWIKDOHDZw |
En otros colegios catalanes se obliga a dibujar el mapa de Cataluña
separado de España o se enseña a los niños a jugar en corro y cantar el
himno independentista. Todo esto ante la permisividad de parte de la
sociedad catalana que no está por la independencia y de los
representantes del Estado, es decir de España, que deberían velar porque
los derechos individuales sean respetados y la educación sea educación y
no adoctrinamiento político de los niños de seis años en adelante.
Estos detalles, aunque no generalizados, son cada vez más frecuentes y
ello obedece a un planteamiento hecho décadas atrás por Jorge Pujol en
su “Plan 2000”, en el que hablaba de “impulsar el sentimiento catalán
de los profesores, padres y estudiantes”. De sobra sabía que la semilla
independentista debe brotar y crecer en la escuela y lentamente pero sin
pausa ir educando a las nuevas generaciones para que el odio a España
sea tan importante y necesario como comer o dormir.
González y Aznar dieron alas a Pujol a cambio de apoyos para sus
gobiernos en minoría sin percatarse, o sí, de que el poco honorable
aparecía ante la sociedad como un hombre de estado cuando en realidad
estaba traicionando a España cometiendo la criminal acción de reeducar
a las nuevas generaciones catalanas en el odio a España y a todo lo
español. Zapatero fue corresponsal de esa traición dando por bueno lo
que el Parlamento catalán decidiera aún siendo contra España y Rajoy
equivocadamente ha antepuesto la gravedad de la crisis económica
española a la crisis política que amenaza desde Cataluña. Los cuatro
son culpables, cada uno en su medida, de la situación actual de
Cataluña. No pusieron el freno a tiempo y ahora Cataluña está desbocada y
no va a haber quién la pare.
Lo de menos es que se estudie poco y mal el idioma español, que al
fin y al cabo iría en perjuicio de ellos mismos, lo grave es el
adoctrinamiento que se está haciendo entre los más jóvenes y el
aislamiento de quienes siguen sintiéndose españoles, que ya en algunas
localidades y barrios están apartados en guetos o señalados con el dedo.
Ya no hay remedio Rajoy, ni con despacho de Soraya ni sin él. En
Cataluña ya no se lucha contra cuatro trasnochados independentistas sino
contra un pueblo cuyas nuevas generaciones han sido reeducadas para
asumir el reto, pacíficamente imposible, de crear un estado
independiente de “l’Espanya que ens roba”. Para colmo de males, la
izquierda “civilizada” no tiene clara la idea de España y huye de lo
“español” como si de la peste se tratara y a la izquierda leninista de
Podemos le viene al pelo el asunto catalán para utilizarlo en su
proyecto de destrucción de lo que ellos llaman “el régimen del 78”, es
decir, de la España democràtica construída por todos después de medio
siglo de dictadura. Ya no se trata de despachos, Rajoy, sino de poner
orden y hacer cumplir las leyes y si para eso hay que llenar las
cárceles de políticos y docentes , se evitará que en breve, los
políticos, ayudados por los docentes llenen las cárceles de quienes no
piensan como ellos.
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